El estruendo del gol de Puado que llegó a Barcelona, L'Hospitalet y Alcalá de Henares, donde empezó todo
El delantero barcelonés marcó su decimocuarto tanto en la principal competición nacional.
Gijón.- "El pase [de Martin Braithwaite] ha sido medio gol. He tenido una ocasión en la primera parte que también ha sido de un pase suyo. Y la segunda la tenía que meter sí o sí. Estoy muy contento de haber ayudado al equipo con el gol, pero, sobre todo, a la victoria", reconoció anoche Javi Puado tras el triunfo perico en El Molinón que deja al Espanyol con pie y medio en la final del playoff de ascenso a Primera.
La actual es la temporada más goleadora en Liga de un Javi Puado que ya suma 14 tantos (13 en Liga regular y uno en el playoff). En el curso 2020-21, el del ascenso de Segunda a Primera, anotó 12. En ambos casos, por cierto, estuvo acompañado de un delantero todavía más goleador que él: ahora es Braithwaite y en 2021 fue Raúl de Tomás. Los dos fueron Pichichis, además, con los mismos goles (22).
Si bien los guarismos del atacante barcelonés -top 10 de goleadores de Segunda- son excelentes, más aún teniendo en cuenta que juega al lado de un killer como Martin Braithwaite, en las últimas semanas su rendimiento fue puesto en duda porque, tras una gran primera vuelta a nivel anotador, tuvo más problemas para cantar goles durante la segunda parte de la temporada.
Un gol que refuerza
Precisamente, en la última jornada ante el Cartagena, Puado recuperó el olfato y encarriló la goleada; ese tanto tuvo mucha más trascendencia de la que en principio parecía, según entiende el entrenador Manolo González: "El gol del otro día fue un refuerzo para él, creo yo, y el de hoy también. Al final, el delantero vive de meter goles. Te voy a poner un ejemplo, a lo mejor no estás muy fino y marcas, y el estado anímico es mucho mejor que jugando bien y sin marcar. Sin duda, que Javi recupere su mejor nivel nos va a ayudar, es bueno para todos".
El caso es que el 0-1, que llegó a dos minutos del final, trascendental en la pelea por el ascenso del Espanyol, supone un chute de confianza para un Puado que ha recuperado la efectividad en el tramo decisivo de la temporada, en el playoff. Además, el tanto de ayer fue muy especial para el exjugador del Zaragoza, pues "no ha sido una semana nada fácil" para él en lo personal, según desveló el propio futbolista tras el encuentro, puesto que falleció su abuelo paterno pocos días antes del duelo ante el Sporting de Gijón.
Pudo dedicarle el gol en El Molinón Javi Puado, que, tras festejar junto a sus compañeros, brazos al cielo y rodillas al suelo, se acordó de su abuelo, natural de Alcalá de Henares, en la imagen más emotiva del partido. Por cierto, su hijo, como su nieto, también fue futbolista. Y delantero, además de ser el "psicólogo" del jugador perico en los peores momentos, según ha explicado en distintas ocasiones el joven atacante del Eixample barcelonés.
Puado lleva el gol en la sangre
Tras formarse en el equipo de su Alcalá natal, Javier Puado Carrascosa firmó por el filial de Osasuna y llegó a debutar con el primer equipo rojillo, en La Romareda, la que fue la casa de su hijo cuando el Espanyol lo cedió al Zaragoza. La temporada que Puado sénior jugó en Segunda B en el Salamanca que dirigía Juanma Lillo fue la mejor de su carrera: marcó 11 tantos. Después, jugó en distintos equipos modestos de Barcelona y alrededores como Sant Andreu, Europa y Santboià, que fue el club en el que se retiró, en 1999.
Un año antes, cuando estaba en el Hospitalet en Segunda B, nació Javi Puado, que ayer marcó el gol más importante de su carrera justo el día que L'Hospitalet logró el acceso a la final por el ascenso de Tercera a Segunda Federación tras ganar en la eliminatoria final territorial al Badalona. Tratará de ascender también Puado con un Espanyol que está un poco más cerca de lograrlo gracias a su gol en El Molinón.