Fernando López: de la conexión con el Atlético al zaragocismo que le ha inculcado Zapater

Fernando López (Madrid, 1986) ha asumido en los últimos días la dirección general del Real Zaragoza tras la salida de Raúl Sanllehí, un relevo en la cúpula de gestión del club aragonés que abre una nueva etapa en la estructura ejecutiva de la sociedad y ofrece algunos matices diferenciales respecto a los dos primeros años de la actual propiedad: por un lado, López será un director general con menor presencia que Sanllehí tanto en las decisiones deportivas como en su relevancia mediática como portavoz del club; por el otro, su llegada desde el Atlético Ottawa (la franquicia colchonera en Canadá y actual equipo de Alberto Zapater) amplía la presencia del círculo de confianza de Miguel Ángel Gil Marín y el Atlético de Madrid en el organigrama del Real Zaragoza.

El nuevo director general del club aragonés -atleta en su juventud- se presentó ayer a los medios en un desayuno informal, sin declaraciones oficiales, acompañado por el director financiero Mariano Aured y el equipo de Comunicación del club. A diferencia de Sanllehí, incorporado al Real Zaragoza tras sus experiencias en el FC Barcelona y el Arsenal, entre otros destinos, Fernando López ya pertenece al núcleo rojiblanco que hoy por hoy gestiona el Real Zaragoza.

Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad San Pablo CEU, Fernando López ingresó en la estructura de expansión internacional del Atlético en 2016. Antes había desarrollado negocios deportivos con Mariano Aguilar, ahora también consejero del Real Zaragoza y con quien mantiene una estrecha relación. Hombre muy valorado por Miguel Ángel Gil Marín por su desempeño en las áreas de negocio del club rojiblanco, en 2020 Fernando López fue nombrado CEO del Atlético Ottawa, la franquicia colchonera en la Premier League canadiense.

En febrero de ese año asumió la dirección general para fundar y desarrollar el proyecto atlético en aquel país, en medio del incierto escenario desplegado por la pandemia. El Atlético Ottawa fue campeón de la liga regular en 2022 y presentó un notable crecimiento en todos los indicadores de negocio. A raíz de ese éxito, Fernando López se convirtió en el miembro más joven de la Junta Directiva de la Canadian Premier League y potenció la estructura formativa del club, para dotar al proyecto en Ottawa de los vectores de desarrollo necesarios para su sostenibilidad.

Su llegada al Real Zaragoza se produce en un momento prometedor en el apartado societario (tras una importante reducción de la deuda y con el proyecto de la nueva Romareda a punto de arrancar el próximo mes de julio), pero también de exigencia creciente en lo deportivo. Desde la entrada de la actual propiedad en 2022, el contraste entre la estabilización financiera del club y el rendimiento sobre el terreno de juego no ha hecho más que crecer en las dos últimas temporadas.

Fernando López entra a un Zaragoza obligado por el ineludible objetivo del ascenso. Se nombre o no se nombre de forma explícita en los discursos oficiales, nadie puede sortear el peso de la urgencia en la ciudad ante la 12ª temporada en Segunda División: el Zaragoza necesita subir a Primera. Si Fernando López podía tener alguna duda, su coincidencia con Alberto Zapater en el Atlético Ottawa le ha servido como curso acelerado de zaragocismo. El director general ha mantenido una estrecha relación con el que fuera capitán del Real Zaragoza, quien en estos últimos meses (cuando ya conocía su inminente cambio de destino) le ha confiado todas las claves deportivas, sociales y emocionales en torno al equipo, tanto en La Romareda como en la ciudad.

El papel del nuevo director general va a ser diferente al de Sanllehí: el peso que este tuvo en el apartado deportivo ha basculado ahora hacia los dos consejeros con más presencia en el día a día del Zaragoza: Emilio Cruz y el ya mencionado Mariano Aguilar, ambos con carreras, primero, futbolísticas (como técnico el primero, como jugador el segundo) y, después, societarias vinculadas al Atlético de Madrid. Junto con el director deportivo Juan Carlos Cordero y Víctor Fernández, los dos componen ahora el grupo encargado de tomar todas las decisiones a nivel deportivo. Un cambio relevante en un verano en el que el Real Zaragoza se enfrenta a una amplísima reconstrucción de la plantilla: habrá entre fines de cesiones, salidas de jugadores con contrato y fichajes un volumen de movimientos que puede rondar hasta las 15 operaciones.

Para ello, el Real Zaragoza espera disponer de un límite salarial superior al del pasado año (10,7 millones de euros): es decir, sería el más alto de estos años en Segunda División. El club aragonés tuvo la pasada campaña el cuarto límite salarial de la categoría, aunque el coste real de su plantilla se situaba en realidad en mitad de tabla. La explicación está en los mecanismos de compensación establecidos para los clubes recién descendidos, quienes disponen de varios años para adecuar el peso de su estructura de costes de sus plantillas a la nueva realidad de los ingresos en Segunda. Es decir, el límite salarial que le asigna LaLiga está por debajo del precio real y los sueldos de sus jugadores.

El otro punto caliente inmediato al que van a tener que hacer frente Fernando López y todo el equipo del Real Zaragoza será la campaña de abonados y la reubicación de los socios del fondo sur, que será demolido este verano para iniciar las obras de construcción del nuevo campo. La complejidad de ese proceso y el aterrizaje del nuevo director general en las dos últimas semanas ha hecho que todavía se trabaje para establecer todos los procesos de la campaña, tanto los relacionados con el márketing y el ticketing como los tecnológicos. El club tiene previsto lanzar la campaña e informar del proceso de reubicación de los socios la próxima semana.