La "fiebre" por el playoff en Oviedo tras "más de 20 años de pandemia" que recuerda al ascenso del 88: "Estamos todos enfermos"

Oviedo.- "Esta semana todo Oviedo está revolucionado. Es una verdadera fiebre, madre mía. La gente te para por la calle y te dice 'esta vez sí, ¿eh?'", comenta a Relevo Evilasio Sánchez, más conocido como Vili, exjugador del Real Oviedo (1978-1989). Lo secunda Carlos Muñoz, uno de los mejores delanteros de la historia del club (1987-88 y 1989-96): "Imagínate lo que se está viviendo en la ciudad… Jugar una promoción 23 años después de bajar de Primera es muy gordo".

"Es brutal, un éxito social. La ciudad está volcada como nunca lo había visto. De hecho, lo ha estado durante toda la temporada", reconoce Eugenio Prieto, presidente del Real Oviedo desde 1988 hasta 2002. Los 1.500 aficionados carbayones desplazados a Eibar sin entrada para el último partido de liga regular confirman la teoría del exmandamás oviedista. "La gente está como loca", deslizan a Relevo fuentes de la asociación de peñas de la entidad. "Estamos todos enfermos con el playoff", sentencia Vili.

"Después de bajar en 2001 de Primera División las pasamos canutas. Aquello nos afectó a todos, fue una pandemia de más de 20 años", prosigue este one club man carbayón. Y es que desde ese fatídico descenso en Son Moix, el Oviedo vivió una crisis económica galopante que casi se lleva por delante a la entidad, un descenso a los infiernos de Tercera y Segunda B, y una guerra abierta con el Ayuntamiento, que quiso dejar morir al Real Oviedo de toda la vida para engendrar otro club distinto en un proyecto que abrió muchas heridas, algunas de las cuales todavía no se han cerrado.

Es por ello que con la disputa del playoff y la posibilidad de regresar a Primera "la gente está desatada. Fíjate que se agotaron las entradas. Tocará subir tres o cuatro antes del partido al estadio para evitar atascos", dice Vili. "Yo creo que no se conseguía llenar el estadio desde la época en Primera División cuando nos visitaba el FC Barcelona o el Real Madrid", analiza Eugenio Prieto.

Durante toda la semana, el teléfono de Vili no ha dejado de sonar. "No puedo apagarlo, se enfadan conmigo", asegura entre risas el exjugador carbayón que, tras colgar las botas, fue delegado y gerente de la entidad hasta 2014. Sus más de 30 años en el club lo convierten en una de las voces más autorizadas de la historia de la entidad. "Esta temporada me recuerda a la del ascenso a Primera de 1988", manifiesta. Aquella fue la última vez que el Oviedo disputó una promoción y que subió a la máxima categoría del fútbol nacional.

Carlos Muñoz, que ha dejado de lado su labor como entrenador personal para centrarse en su cargo como embajador del Real Oviedo, fue Pichichi de Segunda en 1988 y también ve paralelismos entre aquel playoff y el actual: "Aquello fue muy grande. Yo creo que tendríamos que haber subido directos, pero no lo conseguimos. Nos tocó el Mallorca, que era un superequipo. Me acuerdo de que Miera nos dijo que jugáramos igual que lo habíamos hecho durante toda la temporada, sin cambiar nada. Ganamos 2-1 en casa y sufrimos muchísimo para aguantar el 0-0 en Mallorca. Fue algo memorable, llevábamos 13 años en Segunda".

Tras el ascenso, se desató la locura. "No estábamos muy convencidos de ganar, así que cuando subimos lo festejamos por todo lo alto, fue apoteósico. Me acuerdo de que en el avión, el piloto estaba ahí con nosotros bailando, ¡la madre que lo parió! Hacía virajes con el avión para celebrar el ascenso. Y después, el recibimiento en Asturias fue una locura. Tardamos cuatro horas en hacer el trayecto del aeropuerto a la ciudad, que suele ser de 45 minutos. Había gente en los puentes de la carretera desde Avilés hasta Oviedo, y cuando entramos en la ciudad… buah. Fuimos para el Ayuntamiento, y ahí, tres cuartos de lo mismo", describe con emoción Vili.

Para Carlos Muñoz, la clave para repetir el éxito del 88 es calcar la fórmula de Miera: "Lo más importante es jugar en el playoff como siempre, no cambiar nada juegues contra quien juegues". Según el exdelantero carbayón, "Carrión le ha dado otro aire al equipo", y "los jugadores saben lo que se juegan", pues "tras 23 años en Segunda, subir con el Oviedo a Primera podría ser la oportunidad de su vida".

"Oye, pero el ambientazo durante todo la semana no es solo en Oviedo, ¿eh? También en Gijón están como locos por volver a jugar un playoff de ascenso. Ojalá enfrentarnos en la final de la promoción", cierra Vili, ilusionado con la posibilidad de vivir un derbi asturiano en última instancia.

También lo está Eugenio Prieto, que precisamente asumió la presidencia del Oviedo tras el ascenso del 88. "En mi etapa en el club, jugamos 20 derbis en Primera y perdimos solo dos. Para esta temporada, me encantaría una final asturiana. Además, este año tenemos la espina clavada de haber perdido en Gijón; estábamos muy ilusionados con ganar allí y esos puntos igual nos costaron el ascenso directo. La afición quedó un poco tocada", zanja el exdirectivo carbayón sobre una hipotética final por el ascenso. Antes, la "fiebre" oviedista se medirá al Eibar.