Fran Escribá señala sin tapujos a Martin Hongla: "Ahora que va con Camerún que lo haga tres veces con ellos si le apetece"

El Cádiz consiguió una trabajada victoria frente al Granada (1-0) en la que los pequeños (o grandes) detalles jugaron un papel fundamental. En concreto, un error infantil de Martin Hongla, centrocampista del cuadro nazarí, cuando el reloj coqueteaba con el minuto 28. El pivote camerunés, que ya contó con protagonismo la pasada campaña, cuando los de Escribá militaban en Primera, comprometió a Diego Mariño con un pase que precedió el gol de Chris Ramos. Su técnico, en rueda de prensa, se mostró contundente: "Para mí es inexplicable que un futbolista haga eso más allá de que es un deporte de aciertos y errores".

"La explicación del error la tiene que dar él", continuó Fran Escribá, especialmente crítico con su jugador por un error que le costó los tres puntos a los suyos y terminó con el Cádiz ganando el encuentro por la mínima. Además de hablar sobre la acción, a la que se refirió en numerosas ocasiones como "inexplicable" al tratarse de un futbolista contrastado y con experiencia en categorías superiores, aseveró: "Hay errores que a mí en la cabeza no me entran... Hay algunos que sí, otros que son por concepto, por decisión individual de un jugador, que son inaceptables, sobre todo cuando el daño es colectivo".

En este caso, y como explicó Escribá en rueda de prensa, el error supuso un daño colectivo al comprometer de manera directa el partido de los suyos, que cayeron por la mínima por culpa de la acción que tuvo a Hongla y Mariño como protagonistas.

"Ahora que va con Camerún que lo haga con ellos tres veces si le apetece, pero desde luego con nosotros que no vuela a hacerlo", agregó el técnico, muy molesto con el mediocentro camerunés, que acudirá a la llamada de su selección en el parón de marzo. El Granada, mientras su pivote defienda los colores de su país, se enfrentará al Real Oviedo (sábado 22 de marzo, 21:00) en el Estadio Nuevo Los Cármenes, con la siempre complicada tarea de escalar puestos en una tabla de clasificación cada vez más igualada.