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Hugo Fraile sueña con que Gijón sea A Coruña y revivir el último ascenso: "Se paralizó la ciudad, al día siguiente muchos comercios ni abrieron"

El exfutbolista andaluz juega en Aniquiladores.

Hugo Fraile, en la Kings League. /HUGO FRAILE
Hugo Fraile, en la Kings League. HUGO FRAILE
Quim Bilbeny

Quim Bilbeny

Creció como futbolista y persona en los filiales del Atlético de Madrid, Rayo Vallecano y Getafe, y maduró y se abrió al mundo real en el Sporting de Gijón. Hugo Fraile (Madrid, 1987) ha conseguido grandes éxitos como futbolista, como el mítico ascenso a Primera División con la camiseta sportinguista en la temporada 2014-15 ante el Betis en una última jornada de infarto.

Tras muchos años en el fútbol profesional y con ofertas de Primera RFEF, Hugo decidió saltar a la piscina con la aventura de la Kings League, un proyecto que le facilitó pasar más tiempo con su mujer y poder ver el nacimiento de su hija. Fraile es un tipo familiar, cercano, tranquilo, sincero y sonriente. Su próximo reto será con la camiseta de Aniquiladores en el Mundial de la Kings League.

Hace un mes fichaste por Aniquiladores y jugarás el Mundial de la Kings League, ¿cómo te encuentras?

La verdad que muy bien, contento porque tenemos muy buen equipo y la afición allí en México es una pasada. Todos son comentarios positivos por su parte y con ganas de que llegue el Mundial.

Llegaste a la Kings de la mano de Ibai Llanos con Porcinos. ¿Cómo te llegó la propuesta?

De la manera más normal posible. Estaba en casa con mi mujer y recibí una llamada de un amigo que estaba metido en la Kings. Me presentó el proyecto y al principio me quedé sorprendido. Le pedí unos días para pensarlo e investigar; me podría haber salido mal las cosas, pero me arriesgue. Tampoco tenía nada que perder, entonces me tiré a la piscina.

¿Tenías ofertas de equipos profesionales de fútbol?

Del fútbol profesional no, pero sí es cierto que tenía ofertas de la Primera RFEF. En ese momento mi mujer estaba embarazada en los meses finales, me exigían irme a otra ciudad lejos de mi familia y posiblemente perderme el nacimiento de mi hija. Es verdad que el proyecto que me ofrecía Ibai tenía bastante libertad para estar con los míos, sobre todo con mi mujer. Lo puse todo en una balanza y al final, hablando con mi pareja, decidimos que la mejor opción era ir a la Kings.

¿Te costó adaptarte a un fútbol con tantas normas distintas a las que estabas acostumbrado?

Sí, al principio sí. Es un modelo de fútbol muy distinto a lo que yo estaba acostumbrado. Si es cierto que la adaptación fue bastante rápida, pero es verdad que era algo bastante desconocido para mí. Aparte, en mi primer año también me ayudó que teníamos muy buen grupo y grandes jugadores, todo eso lo facilitó mucho.

¿Te llegaste a imaginar que el formato de la Kings League tendría tanto impacto?

No, no. Al principio parecía como una broma, ¿no? Como algo incluso cómico. Pero sí entiendo que tuvo una gran acogida, aunque ahora los niveles de espectadores han bajado, pero es algo lógico. Creo que la gente ya está empezando a normalizar su día a día para ver la Kings en su televisión o el móvil y eso está genial.

Además, ahora está creciendo en otros países como México, Italia, incluso en Ucrania, con el Mundial con jugadores como Pyatov, Konoplyanka o Chygrinski.

Sí, creo que hay muchos jugadores y personalidades que están viendo este proyecto interesa. También puede ser una muy buena opción para ellos.

Vamos a tus inicios; ¿cómo es crecer como futbolista en filiales?

Es un proceso bastante bonito, sobre todo porque te rodeas con gente de tu entorno, de tu edad y se preocupan más por ti que otros clubes cuando das el salto profesional directamente. Son lugares perfectos para formarte como futbolista y como persona.

Personalmente, ¿te ayudo pasar por algunos filiales?

Sí, me ayudó mucho en épocas difíciles de mi vida. La verdad que lo recomendaría, quizás no pasar por tantos filiales como fue mi caso, pero si tienen la oportunidad aprovecharla porque te aporta mucho.

En 2013 dejas Getafe y sales de Madrid después de mucho tiempo en la ciudad. Firmas por el Sporting de Gijón, que estaba en Segunda.

Aquel fichaje me abrió al mundo real. Me fui de Madrid, donde yo vivía, tenía mi familia y mi entorno. Fue irme un poco a lo desconocido. Al principio me costó, ya que fue un cambio muy brusco. Pase a estar a cuatro o cinco horas en coche de los míos y a no poder a los amigos cuando me apetecía, pero con el paso de los años me doy cuenta que quizás me habría gustado irme antes. Salir de esa zona de confort es jodido, pero es una decisión correcta el encontrarte tú solo y tener que salir adelante. Acelera el proceso de maduración.

¿Cómo es jugar en un estadio tan grande e histórico como El Molinón?

Jugar en un club como el Sporting da sentido a todos los esfuerzos que has hecho tú y tu familia desde pequeño para ser futbolista. Estar en un lugar como Gijón donde cada partido nos venían a ver 20.000 personas es de lo más especial. Además, tuve la suerte de lograr un ascenso. Se puede jugar en otros equipos, pero no es lo que se vive allí. Una ciudad paralizada por el fútbol, como por ejemplo hace pocos días se vio con el Depor en La Coruña. ¡Es una pasada!

"Estar en un lugar como Gijón y que en cada partido te vengan a ver 20.000 personas es de lo más especial"

En tu primera temporada en Gijón os quedasteis a las puertas del ascenso a Primera. Os eliminó Las Palmas en las semifinales del play-off.

Fue un golpe duro. Además, yo no pude jugar porque estaba lesionado de la rodilla. La gente quería vernos en Primera División tras unos años sin ascender.

La temporada siguiente lo conseguisteis en una jornada de infarto en la que teníais que ganar al Betis en el Villamarín y el Girona empatar contra el Lugo en Montilivi.

¡Uf, fue todo muy dramático! Es verdad que nosotros hicimos nuestro trabajo que era vencer al Betis, pero al final la vida nos dio una alegría, tanto a nosotros como a toda la ciudad. Es cierto que en ese momento tampoco te da tiempo a saborearlo, aunque ya con el paso de los meses y los años sí. Sinceramente, me hubiera gustado ascender de otra manera más normal, como por ejemplo, en casa con los aficionados, que se acabase el partido y celebrarlo.

Cuando terminó el partido (0-3) estabais pendientes de lo que pasaba en Girona, ¿verdad?

Sí, cuando acabamos el partido preguntamos rápidamente como iba el otro encuentro y ganaba 1-0 el Girona. En ese momento estábamos fuera del ascenso directo, pero sí en play-off. Y por el tema de las señales de radio hubo un momento de confusión, unos nos decían que había marcado el Lugo, la afición celebraba, pero no sabíamos exactamente el que, si un gol, un penalti o una expulsión, hasta que todas radios y los carruseles lo dijeron y la gente se volvió loca.

Menuda fiesta se montó en Gijón.

Sí, sí, toda la ciudad estaba paralizada. Me acuerdo de que muchos comercios no abrieron. Nosotros jugamos un domingo, y al día siguiente, lunes, fue el recibimiento. Ver la ciudad detenida da para pensar.

En la temporada siguiente, ya en Primera, perdiste algo de protagonismo en el Sporting.

Sí, hubo problemas para renovar el contrato porque el club tenía unas deudas o no cumplía unos requisitos de Primera que obligan a pagar más, pero al final acabé siguiendo. En Navidad decidí salir porque el entrenador no contaba conmigo y encontré otro club como el Elche. Me hubiera gustado poder seguir en Gijón el año que me quedaba de contrato, pero el fútbol es así. Aparte se salvaron de manera épica también en la última jornada con un equipo que después no duraría mucho.

¿Qué te dijo Abelardo?

Tener que marcharse a nadie le gusta, es algo que te duele. Estás expuesto a las órdenes del entrenador y puedes ser de su gusto o no, y ya. Sin más. Tampoco fue una charla muy intensa ni nada. Creíamos que lo mejor era que saliera, yo tenía que resolver mi contrato con el club, llegamos a un acuerdo y listo.

¿Tenías claro que querías volver a Segunda?

Sí, tenía varías opciones en Segunda. Sabía que en Primera no había tenido mucho protagonismo tanto en Getafe como con el Sporting y que se suelen buscar jugadores contrastados en la categoría. Supe que tenía que volver a Segunda.

Actualmente, ¿sigues la Liga Hypermotion?

Sí, la sigo, aunque no mucho. Por arriba parecía que el Leganés iba a subir de largo y ahora ha pegado el bajón. Y es que la Segunda División es complicada y en las últimas jornadas se decidirá todo. Es una competición muy larga, donde 15 o 16 equipos luchan por el mismo objetivo y eso es muy duro.

Sporting y Elche, dos de tus exequipos, están con posibilidades de play-off. ¿Te gustaría ver un enfrentamiento entre ellos?

(Ríe) No, no que se pasa muy mal. Me gustaría que subieran los dos.