CARTAGENA 0-1 MÁLAGA

El enfado del Cartagena con el arbitraje que cataloga de "crueldad intolerable": "Da igual ser el Cartagena que el Milán"

El técnico del colista de la Liga Hypermotion explotó en la rueda de prensa posterior al choque por un penalti no pitado en el minuto 93 que precedió el gol de la victoria del Málaga.

El Cartagena es colista destacado de LaLiga Hypermotion con solo 15 puntos en 27 jornadas. /FC Cartagena
El Cartagena es colista destacado de LaLiga Hypermotion con solo 15 puntos en 27 jornadas. FC Cartagena
Joaquín Serna

Joaquín Serna

Al Cartagena le siguen creciendo los enanos en una temporada para el olvido. El pasado sábado, sumó su vigésima derrota del curso, la quinta consecutiva y la octava de los últimos diez partidos. Con 15 puntos en su haber, se encuentra ya a 18 de la salvación, que la marca el Burgos con 33, y la pésima situación deportiva del club ha provocado varios rifirrafes entre la afición, los futbolistasy la directiva en los aledaños del Cartagonova.

Sin embargo, en el último duelo como local ante el Málaga, las críticas se centraron no solo en el equipo, sino en la actuación arbitral de Sergiu Claudiu Muresan Muresan, que no señaló penalti en una acción dudosa en el minuto 93, con 0-0 en el marcador, y dejó seguir la jugada, que terminó en gol del Málaga, a pesar de que el tiempo de descuento ya se había cumplido.

El extremo local, Salim El Jebari, fue protagonista en la acción por la que tanto el club cartagenero como su afición han puesto el grito en el cielo. Después de correr al espacio para recoger un balón al borde del área, el atacante se zafó de Einar Galilea con un recorte y este, una vez ya había sido superado, lo rodeó con el brazo y lo desequilibró para que no pudiese encarar con ventaja a Diego Murillo, su compañero en la zaga. Finalmente, el marroquí terminó cayendo al suelo junto al propio Murillo y perdió la posesión del balón.

Muresan Muresan lo tuvo muy claro: no había nada. De hecho, instantes después de las caídas, realizó gestos ostensibles de negación con las manos e indicó a ambos futbolistas que se levantaran del césped. El Málaga recuperó el balón y cruzó la medular justo cuando se cumplían los tres minutos de descuento que había indicado el colegiado, que decidió dar continuidad a la jugada por desgracia para los intereses del Cartagena. Y es que ese ataque terminó con un envío de Jokin Gabilondo desde la banda derecha que remató Roko Baturina a la red para desatar la locura de los alrededor de mil aficionados del conjunto visitante que acudieron al Cartagonova.

Iván Caparrós Hernández, el árbitro asistente de vídeo (VAR), no consideró que su compañero hubiese cometido un error claro y manifiesto en la interpretación de la jugada, por lo que decidió no llamarlo para revisar la acción en el monitor y el gol terminó subiendo al marcador.

Justo después del tanto llegaron las reacciones desde el banquillo cartagenero. Varios jugadores y miembros del cuerpo técnico se quejaron tanto al cuarto árbitro como al colegiado principal. Uno de ellos, Damián Musto, se excedió en sus protestas y Muresan Muresan terminó mostrándole la roja directa. Según el acta del partido, salió del área técnica, se dirigió a él gritándole textualmente "sos boludo" y gesticuló al linier mientras tenía que ser "sujetado por sus compañeros".

Cabe destacar que esa no fue la única jugada dudosa del encuentro. Dos minutos antes, en el 91, Muresan Muresan tampoco señaló un posible penalti a favor del Málaga cuando el capitán del Cartagena, Kiko Olivas, arroyó dentro del área al propio Einar Galilea y posteriormente tocó el balón con el brazo, que eso sí, tenía apoyado sobre el césped. El árbitro tampoco consideró que había infracción y el propio VAR lo reafirmó.

El incendio no terminó en el césped y tampoco se encargó de frenarlo Guillermo Fernández Romo, técnico del Cartagena, que mostró su indignación en la rueda de prensa posterior declarando lo siguiente:

"El deporte es cruel, es algo que todos asumimos, pero lo de hoy es intolerable. Es una crueldad intolerable en todos los sentidos. No nos engañemos, da igual ir el último, el primero, el segundo, el quinto o el séptimo, ser el Efesé o ser el Milán. Es intolerable lo que ha pasado hoy en el terreno de juego", empezaba diciendo en su intervención.

"Ya no solo es la decisión de pitar o no en esa jugada conflictiva que todo el mundo ve, en la que se ve claramente que hay un agarrón que impide a Salim avanzar. Es falta y si es dentro del área, es penalti. Eso está clarísimo. Si aún así no quieres pitarlo por lo que sea, coges y pitas el final del partido, porque el Málaga reinicia la jugada en el minuto 92:58 y no permites que pueda pasar lo que ha pasado. No era una situación ventajosa, nuestro equipo estaba bien plantado. Me parece intolerable lo que ha pasado hoy", sentenciaba el madrileño.

Tras lo vivido el pasado sábado ante el Málaga, que no había ganado hasta entonces en 2025, el Cartagena se enfrentará en la próxima jornada al Elche, uno de los aspirantes al ascenso. Y lo hará con el runrún que viene sonando en los últimos meses de poder convertirse en el peor colista de la historia de la categoría de plata desde que compiten 22 equipos en ella, una 'distinción' que ostenta el Sevilla Atlético, que en la temporada 1997/1998 solo llegó a los 19 puntos. El Cartagena necesitará sumar cuatro en 15 jornadas para no añadir a su mochila otra estadística negativa en una temporada marcada por los pobres resultados sobre el césped, las disputas entre jugadores y afición y, en los últimos días, la polémica arbitral.