ENTREVISTA

Jokin Ezkieta, el portero con más paradas de Segunda: "¿Si es mi mejor momento? Creo que en realidad es mi único momento"

El portero navarro, el que más paradas acumula en Segunda, se ha convertido uno de los bastiones de un Racing que busca cerrar el playoff y sueña con el ascenso.

Jokin Ezkieta posa en la portería del Racing. /ROBERTO RUIZ
Jokin Ezkieta posa en la portería del Racing. ROBERTO RUIZ
Mario Ornat

Mario Ornat

La temporada de la explosión del Racing de Santander ha sido también la de la confirmación de su portero Jokin Ezkieta: el que más goles ha encajado en Segunda (hasta 54) y el que más paradas acumula (131). El estilo ofensivo, alegre y vertical del Racing exige al máximo a su guardameta y Ezkieta ha respondido con la capacidad que anunciaba su carrera desde joven: internacional sub-19, salido de Osasuna para jugar en los filiales del Barcelona B y el Athletic, su enorme potencial ha emergido por fin en Santander. La efervescencia popular del Racing y su fabulosa temporada le deben mucho a la presencia del navarro bajo los palos. Después de caer ante el Zaragoza (0-2) en El Sardinero, el conjunto de José Alberto viaja a Villarreal para cerrar su entrada entre los seis primeros. Al fondo, un ascenso soñado.

¿Cómo ha asimilado el equipo la decepción de no poder culminar la clasificación para el playoff contra el Zaragoza y cómo afronta el último partido para cerrarlo contra el Villarreal B?

Ya nos hemos limpiado de la cabeza lo ocurrido el último fin de semana y tenemos las energías enfocadas en Villarreal. Fue decepcionante no poder culminarlo en casa y tener la tranquilidad de haberlo asegurado matemáticamente, pero son cosas que pasan, no podemos lamentarnos más. Hay que darlo todo el domingo para asegurar esa plaza.

Le tienen ganada la diferencia de goles al Sporting, así que con un empate el Racing aseguraría la promoción.

Nosotros tenemos que ir a ganar, a hacer nuestro partido tal y como lo planeamos siempre. Si algo tiene el Racing es que nunca salimos a especular o a verlas venir, y así es como mejor nos va. Si sales a ganar y luego no van bien las cosas, estás más cerca del empate. Salir a asegurar es jugar con fuego. Veremos, porque ya sabemos cómo es esto y luego las circunstancias del partido te llevan a una cosa u otra.

Después de tres victorias y una muy buena racha, el Racing se la juega el último día. La Segunda División obliga y exige hasta el final.

Ya se ha visto que hasta la pasada jornada no se habían cerrado ni los ascensos, ni los puestos de playoff, ni siquiera los descensos. En Primera División fíjate, para la última jornada ya estaba todo el pescado vendido, no había ni opción de intercambiar posiciones. En Segunda hay muchísima igualdad y eso hace la competición muy bonita. Pero, después de 42 jornadas, al final la clasificación no engaña y la gente estará donde merece estar. Creo que hemos hecho méritos para estar ahí, pero queda culminarlo el domingo.

¿Le afecta al Racing ante un partido decisivo haber hecho méritos en la primera parte contra el Zaragoza para que el resultado fuera otro y no haberlo logrado?

Duele un poco fallar en un partido en el que la afición había puesto tanta ilusión: hubo récord de asistencia al campo, una fiesta tremenda antes del partido... y no poder brindarles la victoria fue decepcionante. Pero realmente este tipo de derrotas ya las hemos sufrido más de una vez en El Sardinero. Te vas pensando que no mereces perder, pero tenemos que aprender a jugar esos partidos. Se nos hace un poco bola vernos por detrás en el marcador y querer darle la vuelta rápido. En la primera parte hicimos ocasiones suficientes para por lo menos empatar; y en la segunda el rival juega con el resultado, se mete más atrás... atacar se hace más difícil y nos pudo la ansiedad.

En esos primeros 45 minutos el Zaragoza resistió gracias sobre todo a Edgar Badía y sus paradas. ¿Cómo ve desde su meta un portero al de enfrente cuando está siendo el mejor del rival?

Estuvo muy acertado, tuvo varias intervenciones de mérito y eso hizo que nos fuéramos sin marcar gol, algo que no es muy normal por el volumen de ocasiones que tuvimos. Igual que nosotros a menudo estamos acertados y tenemos ese punto de cara a gol, otros días el portero rival tiene su tarde. Y contra eso, poco puedes hacer.

Hablaba antes de ansiedad: ¿notó el equipo el efecto psicológico de ese gol anulado por una falta en la acción anterior?

Ese gol hubiera cambiado mucho el partido, sobre todo porque llegó justo antes del descanso. La segunda parte la habríamos encarado de otra forma. El hecho de vernos por detrás en el marcador, sobre todo en las segundas partes, nos pesa un poco: yo tuve la sensación de que ese partido ya lo habíamos jugado más veces. Nos pasó contra el Alcorcón, contra el Cartagena... contra bloques cerrados atrás hay un poco de precipitación. Pero aun así no tuve la sensación de que mereciéramos perder. Hay que aprender rápido porque este tipo de partidos se pueden dar este mismo domingo o en el playoff. Cuanto antes aprendamos a lidiar con situaciones así, mejor.

Enfrente el Villarreal B, equipo filial, sin presión, con el desenfado típico de los jóvenes. ¿Qué partido se imagina el domingo?

Ellos tendrán gente con mucho talento, como pasa con los filiales, son rivales de los que no te puedes fiar. Siempre se dice eso de que los equipos no se juegan nada, pero yo creo que todo el mundo se juega algo siempre: el que está ahí porque quiere seguir el año que viene o subir al primer equipo... Está claro que nosotros peleamos por un objetivo muy importante y se tiene que notar en el campo.

Usted llegó a Santander el año pasado, coincidiendo con el ascenso del Racing a Segunda, y este año han crecido juntos. ¿Han llegado incluso más allá de los objetivos que podían plantearse?

Nadie esperábamos estar como estamos ahora, y eso hay que valorarlo. Pero claro, ya que tenemos el objetivo ahí, vamos a por ello con todo. La afición ha demostrado toda la temporada, en El Sardinero y en los desplazamientos, una comunión espectacular con el equipo. Se han visto imágenes muy bonitas. Tenemos una afición de Primera y ojalá podamos llevar al equipo donde merece estar.

Los números revelan el estilo del Racing: Jokin Ezkieta es el portero con más goles encajados y con más paradas de Segunda. ¿Siente que está viviendo el mejor momento de su carrera?

Es lo de siempre, la manta corta: gran efectividad arriba, pero muchas veces nos penaliza atrás. Tenemos ese estilo y nos da más de lo que nos quita. Ha hecho que yo tenga que intervenir bastante, pero creo que somos un equipo muy atractivo para el espectador, no creo que se aburran viendo nuestros partidos. ¿Mi mejor momento? Es que creo que ha sido mi único momento en realidad, porque en ninguno de los equipos en los que he estado he podido tener la continuidad que tengo ahora. Es mi mejor momento y ojalá los haya mucho mejores. Estoy muy contento e intentando aprovechar la oportunidad.

Echemos la vista atrás. Sale de Osasuna al Barcelona B primero y luego al filial del Athletic. En ambos casos la antesala de dos equipos grandes, pero su carrera no acabó de arrancar. ¿Temió no encontrar el momento? ¿Qué aprendizaje se llevó de esas dos experiencias?

Llegué al Barça con la pequeña desventaja de no poder ser inscrito por la sanción de la FIFA, tampoco podía ir cedido a ningún lado a tener minutos y me pasé el año entero prácticamente en blanco. El siguiente decidimos que lo mejor era salir a un equipo con más oportunidades y fui al Sabadell. Después regresé al Barça y tampoco tuve minutos. Es verdad que jugué algún partido al final, paré dos penaltis en Zaragoza pero... ya habíamos descendido y realmente no alcancé la continuidad necesaria para mostrar mi nivel. Cuando llegué al Athletic, el primer año cambiamos el planteamiento de salir cedido a un Segunda por quedarme en el filial y estar cerca del primer equipo, entrenando con ellos... lo que jugué lo hice en Segunda B. Y veo un poco eso también: que llegué muy pronto a estar en escenarios muy grandes y por una cosa u otra no tuve la oportunidad, o yo no me la gané, de dar el salto para asentarme en la élite. Al final tuve que buscar otras vías y ahora mismo estoy encantando en Santander. Me ha costado lo mío.

El fútbol abre puertas fugaces y como las abre las cierra. ¿Esos momentos le hicieron dudar? ¿Pensó que podía llegar a perder la oportunidad de dar ese paso decisivo?

Realmente nunca llegué a dudar de mí mismo. No me llegué a plantear: "Si no tengo la oportunidad es porque no lo valgo...". Tú te ves en el día a día, te comparas con tus compañeros, y siempre he considerado que estaba preparado. Lo habré hecho mejor o peor cuando me ha tocado, pero es lo que tiene también el puesto de portero: no jugar no quiere decir necesariamente que lo estés haciendo mal. Es complicado, sólo puede jugar uno, y normalmente el que juega tiene continuidad salvo que pase algo extraordinario. Creo que esos periodos sin jugar me han venido bien para valorarlo ahora que sí estoy haciéndolo, y ser consciente de lo difícil que es.

El pasado apenas jugó, esta temporada es de los destacados, ha renovado hasta 2027. ¿Cuánto han cambiado las cosas?

Estoy encantado. El año pasado al principio fue muy duro. La situación del equipo no era fácil, te ves allí abajo y además sin jugar... Pero aun así terminé el año con buenas sensaciones. Al final nos salvamos, pude disputar las últimas jornadas por una situación que no suele darse, pero que el año pasado se dio, y esta temporada estoy muy feliz de cómo han salido las cosas. Y con la renovación tenía claro que, si se daba la oportunidad, Santander era donde quería estar.

Después de todo, hoy está más cerca que nunca de Primera División. Y ese será un objetivo colectivo y también personal, ¿no?

Por supuesto que sí, y si puede ser este año mejor que el próximo. Mi objetivo es intentar llevar al Racing donde merece estar, a Primera División. Sería muy bonito volver a verlo ahí y para eso peleamos. A principio de temporada nadie daba un duro por nosotros y ahora esa posibilidad nos ilusiona mucho a todos.

Su planta, estatura, templanza y agilidad lo convierten en un portero muy del canon actual.

Al portero ahora se le pide hacer todo. En los últimos años es el puesto que más ha evolucionado y la exigencia es máxima en todos los aspectos. Algunos equipos por su estilo piden más del portero a la hora de jugar la pelota con los pies. Aunque no es nuestro caso, sí que se nos exige a todos tener ese dominio. Antes valía con pegarle hacia arriba, hoy día se te pide que juegues más adelantado. Un portero tiene que evolucionar y dominar todas las facetas.

Hablábamos antes de dos penaltis parados con el Barcelona B al Zaragoza. También debutó con el Athletic en Copa en Tenerife deteniendo uno. ¿Es especialista en penaltis?

Siempre he considerado que se me daban bien. Aunque casualmente esta temporada no he parado ni uno, pero bueno... La verdad es que siempre me han gustado, he sido ese tipo de portero que se queda al final de los entrenamientos a ensayar los penaltis. Bueno, no quiero decir muy alto que se me dan bien porque igual a partir de esta entrevista no paro ni uno. Realmente ese día en Tenerife me tiraron no sé cuantos penaltis y sólo pare uno: dos en el partido, una tanda larguísima..., pero el que paré fue decisivo. Fue mi momentito con el Athletic y para mí es inolvidable.

¿El paso por el Athletic, un lugar donde Iribar es un mito y con una tradición en el puesto muy acusada, marca de algún modo?

Está claro. Sólo hay que ver cuántos porteros del Athletic están jugando en la élite. Su cantera es histórica, tanto por el Chopo como por todos los grandísimos guardametas que han salido de ahí. Quienes hemos estado dentro sabemos la suerte que supone poder compartir el día a día con Iribar.

¿Quiénes han sido su referencia en el puesto?

Yo me he fijado siempre en todos los porteros. Recuerdo desde muy pequeño ir con mi padre al Sadar a ver a Osasuna y yo nunca he sido ese tipo de portero que dice: "No, pues yo era jugador, pero el entrenador vio que era alto o que corría poco y me puso ahí". No, yo he sido portero de toda la vida, lo único que me ha interesado ha sido la portería. Y mi fijación siempre era mirar a los porteros. En aquel momento los de Osasuna: Unzué, Sanzol, que además luego tuve la suerte de que fuera mi entrenador... Después Casillas, Valdés. Cuando llegué a jugar siempre intenté fijarme en los mejores, en gente como Neuer, Courtois, Ter Stegen. Ver lo que hacen bien y tratar de aplicarlo en la medida de lo posible.

¿Cuál diría que es su virtud más importante como portero y de la que nadie nunca habla?

Realmente no sé lo que dicen y lo que no dicen, pero creo que a lo que menos valor se le da es a la capacidad de mando. Es muy importante relacionarte con tu defensa, ordenar, saber cómo comunicarte... A veces es complicado porque no te escuchan, pero a menudo una buena información a tiempo puede evitar una ocasión de gol. Y a eso no se le da el valor que tiene. Es algo de lo que nadie se da cuenta y que, como porteros, creo que todos debemos tenerlo.