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Julián Calero, el viral 'Ministro de Defensa' que asombra en Segunda

'Michu', el director deportivo que lo fichó; Iván Calero, su hijo y jugador del Cartagena; y Julio Cidoncha y Borja Díaz, exjugadores suyos, reconstruyen su éxito en Relevo.

Julián Calero, entrenador del Burgos./Getty Images
Julián Calero, entrenador del Burgos. Getty Images
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

"Jugar bonito es jugar bien con balón: hacer una cabriola, un caño... El fútbol tiene cuatro fases: la fase de ataque, la fase de defensa, donde también hay que jugar bien, qué haces cuando pierdes el balón y qué haces cuando lo roban. Si eso lo haces todo muy bien y hace todo el equipo lo mismo, en cada una de las cuatro fases, juegas bien al fútbol. Si a eso le unes que tengas mucha capacidad técnica, jugarás bien y bonito". Son las declaraciones de Julián Calero, entrenador del Burgos CF, que se hicieron virales esta semana. Las pronunció tras conseguir su equipo la victoria en Las Palmas de Gran Canaria y colocarse primero de LaLiga SmartBank después de 14 jornadas. Pero, ¿quién es el técnico de moda de la Segunda División?

Julián Calero explica la diferencia entre jugar bien y bonito.LALIGA

A sus 52 años, cumplidos a finales del pasado octubre, Julián Calero está viviendo su mejor momento como líder de un banquillo. Y lo hace tras haber adquirido mucha experiencia al más alto nivel como ayudante: lo fue de Julen Lopetegui en el Oporto durante una temporada y media, tiempo en el que los dragões pisaron los cuartos de final de la Champions con Casemiro, entre otros, en la plantilla. También fue segundo de Fernando Hierro en el Oviedo y en la Selección en el Mundial de Rusia 2018. Anteriormente, había formado parte del cuerpo técnico de Míchel en el Rayo Vallecano y de Luis Milla en Al Jazira (Emiratos Árabes Unidos).

Calero, que afrontó sus primeras etapas como entrenador principal en el fútbol madrileño de Tercera División (en el extinto Alcobendas Sport, Parla, Alcorcón "B" y Atlético de Pinto), destacó en su estreno en Segunda B en la temporada 2017/18 con una brillante campaña al frente del Navalcarnero. Cogió un equipo modesto, con el objetivo de la permanencia, y lo llevó hasta rozar el play-off de ascenso a la categoría de plata. Es, de hecho, la mejor clasificación histórica del Naval.

En verano de 2019 asumió las riendas del Rayo Majadahonda. La entidad majariega depositó la confianza en un míster que se había tomado un año sabático después de su periplo en el Navalcarnero. Sin embargo, la del Majadahonda no fue una etapa exitosa. Agarró un equipo recién descendido de Segunda División con el objetivo de pelear por recuperar la categoría perdida. En marzo de 2020, apenas una semana antes de que se interrumpiera todo por la pandemia, fue destituido.

El nombre de Julián Calero podía pasar desapercibido para muchos, menos para un hombre: Miguel Pérez Cuesta "Michu", director deportivo del Burgos desde diciembre de 2019. Afectado por una lesión de tobillo en sus últimos pasos como futbolista, Michu y Julián Calero se cruzaron, precisamente, en el año de despedida del asturiano. Fue en la temporada 2016/17 y en el Oviedo. El entrenador era Fernando Hierro; su ayudante, Calero. "Ya se veía que estaba para un paso más y seguí su trayectoria", cuenta a Relevo un Michu que depositó su confianza en el madrileño para liderar el proyecto del Burgos en Segunda B, en la 2020/21. A partir de ahí: ascenso, permanencia sin sufrir y, ahora, liderato.

Especialista defensivo

Detrás de las diez porterías a cero en el inicio de LaLiga SmartBank y de la imbatibilidad de Churripi (1.108 minutos esta temporada y 1.215' desde el último gol que encajó en partido oficial, el curso pasado) hay mucho trabajo. Y es que, los que han estado a sus órdenes destacan de su labor, justamente, cómo arma los equipos en fase defensiva. "Tenía las cosas muy claras, sobre todo, defensivamente", recuerda Michu de la etapa de Calero en el conjunto carbayón.

Julio Cidoncha, mediocentro del Navalcarnero de la temporada 2017/18, no tiene dudas: "El trabajo defensivo es su punto fuerte. Todo funcionaba a partir de la defensa y el trabajo". "Calero, con un equipo que crea en él, que corra y que, encima, sean buenos… Porque en el Navalcarnero, con balón éramos más limitados. Pero es que ahora tiene gente buena que cree en él; corren como locos".

Otro centrocampista, Borja Díaz, al que Calero dirigió en el Rayo Majadahonda en la 2019/20, también comenta ese trabajo sin balón: "Es verdad que es mejor correr fuerte durante tres metros que no perder esa oportunidad de robar el balón y tener que correr otros 50 metros para atrás. Entonces sí que es verdad que a esa presión inmediata le daba bastante importancia. Luego, si no se conseguía robar el balón, teníamos claro que nos teníamos que meter en ese cuadrado, como lo llamaba él, y a defender, a ayudarse unos a otros y a dar apoyos defensivos constantes".

Quien sí ha 'sufrido' esta campaña en sus propias carnes el trabajo de Calero es otro Calero. Iván es su hijo y es el lateral derecho del FC Cartagena. Curiosamente defensa, aunque antes ocupaba demarcaciones más adelantadas. Para no variar, el Burgos dejó la portería a cero ante el conjunto cartagenero, al que se impuso por 1-0 en El Plantío. "Nunca ha sido ni más defensivo ni más ofensivo", cuenta Iván. "Tiene una especie de cuadrante en el que va contabilizando incluso los minutos que trabaja cada parcela. De las cuatro fases de las que habló, él las tiene divididas y contabiliza durante la semana, durante el mes... la cantidad de tiempo que ha trabajado cada parte". Eso sí, sobre el cuadro burgalés destaca "la parte defensiva". "Lo tienen bien trabajado. De alguna forma, esos comportamientos que lleva varios años trabajando con los mismos jugadores, este año parece que le está dando más fruto".

Exigencia y gestión de vestuario, otros puntos clave

"Aprieta muy bien las tuercas", revela Cidoncha. "En los entrenamientos estaba bastante implicado, no como otros entrenadores que a lo mejor delegan un poquito más algunas tareas en sus ayudantes". Eso sí, "cuando tiene que vacilar, vacila el primero". En definitiva, para el que fuera futbolista del Navalcarnero, ahora en el Unión Adarve en Segunda Federación, la forma de gestionar el vestuario es otro de los fuertes de Calero: "Hasta los que no jugaban decían: 'qué buen entrenador'. Cuando un equipo va bien también es muy difícil hacer cambios, pero en los entrenamientos había un nivel muy alto, y eso te da luego el plus para competir todos los partidos en liga".

Julián Calero da instrucciones durante un partido. LALIGA
Julián Calero da instrucciones durante un partido. LALIGA

Una forma de trabajar que ya valoraba Michu cuando coincidieron en el Real Oviedo: "Tenía faceta de líder. Era el hombre de confianza de Hierro y tenía mucho peso en los entrenamientos y en las decisiones tácticas". Ahora, la relación ya no es jugador-segundo entrenador, sino director deportivo-técnico, pero Michu se deshace en elogios hacia Calero: "Yo respeto un montón su trabajo, él respeta el nuestro como dirección deportiva. Es muy difícil estar tres temporadas en un mismo equipo sin que haya ningún cambio. Se lo está ganando a pulso".

Sobre la exigencia que imprime a la plantilla, Iván Calero, que no ha sido dirigido (aún) por su padre, confiesa en Relevo una conversación reciente con Miguel Rubio, jugador del Granada y que el pasado curso estuvo a las órdenes de Julián en el Burgos: "No veas cómo aprieta el tío, es muy bueno, pero no veas cómo aprieta". "Al final, la sensación que tienen todos es esa. De que es un tipo exigente, de un tipo que intenta transmitir su idea a través de esa exigencia al jugador, de esa mejora continua del jugador, porque yo creo que sabe que al final cuanto mejor esté cada jugador más va a aportar", dice.

El mensaje llega

El objetivo del Burgos CF es claro: la permanencia. En 14 jornadas ya tiene medio camino recorrido: suma 27 puntos, más de la mitad de los que suelen hacer falta para asegurar la continuidad en LaLiga SmartBank (50). Pero su discurso sigue siendo humilde: "No pienso en los 50 puntos, porque faltan muchísimos. Estamos en esa fase con el equipo en la que no nos creemos inferiores a absolutamente nadie, pero tampoco superiores. Que tengamos clarísimo cuáles son nuestras armas, creamos en ellas e intentemos ganar con ellas. Creo que cada día el equipo es más fuerte y la gente nos respeta en cuanto a que nos consideran un equipo fiable de la categoría", comentaba recientemente en rueda de prensa.

Su palabra cala en las apariciones ante los medios de comunicación y, además, en el vestuario. "Nos llegaba mucho en las charlas que hacía, porque, al final, venía del barro, como nosotros. Trabajábamos por las mañanas y entrenábamos por las tardes. Entonces, nosotros veíamos que él era el primero que trabajaba y que iba a entrenar", cuenta Cidoncha.

En la misma línea se expresa Borja Díaz, ahora futbolista de Unionistas de Salamanca en Primera Federación: "Julián tiene las cosas muy claras. Además es una persona, como se pudo ver en el vídeo, muy didáctica, que lo transmite todo muy bien a los jugadores. Sus equipos al final se caracterizan por eso, por tener claro a lo que juegan".

Los vídeos, en su justa medida... a la plantilla

A los jugadores, pocas sesiones audiovisuales. "Veíamos vídeos, pero tampoco en exceso", cuenta Borja Díaz. "Yo tenía otros entrenadores con los que a lo mejor veíamos cada semana tres o cuatro días de vídeo. Por lo menos cuando estaba yo con él, no era de tres o cuatro vídeos a la semana".

En casa ya es otra historia. Así lo explica Iván Calero, su hijo: "Es un currante, es un 'enfermo' del fútbol. Desde que tengo uso de razón siempre le he visto analizando fútbol. De hecho, cuando él empezaba en equipos como el Parla, sacaba muchos cortes de un Arsenal - Chelsea o de un Madrid - Barça de hace años, porque antaño no había vídeos como hay ahora, ni puedes conseguir partidos como hoy en día. Entonces, cuando conseguía un partido de ese estilo, analizaba un poco los comportamientos tácticos de los equipos y demás".

¿Futuro en Primera?

En muchos casos, hay futbolistas de explosión tardía que desarrollan su mejor fútbol en la última parte de su carrera. Calero ya acumula dos décadas en el mundo de los banquillos, incluyendo primer y segundo entrenador, categoría sénior y fútbol base. El técnico natural de Parla (Madrid) está, indiscutiblemente, hasta la fecha, en su mejor momento. Pero Michu, el hombre que apostó por él, ve que no es su techo: "Creo que está creciendo de una manera brutal como entrenador en el fútbol profesional. Entrenará en proyectos más ambiciosos más temprano que tarde. En el fútbol profesional es muy difícil mantenerse y yo creo que lo va a conseguir durante muchísimos años", concluye el director directivo del líder de Segunda.

Su hijo lo tiene claro: "Yo lo llevo viendo en Primera muchos años, pero es verdad que al final es muy complicado por el perfil que tiene. Muchos de ellos son futbolistas de élite y no diría que lo tienen más fácil a la hora de llegar, pero es verdad que para perfiles un poco más bajos, como es el de mi padre, que no ha jugado en la élite, siempre es más complicado y te lleva a que tu camino sea un poquito más largo".