OVIEDO 0-0 EIBAR

La lucha de Luca Zidane contra los prejuicios de su apellido que podrían romper el gafe del Eibar en el playoff de ascenso

El portero marsellés evitó que los armeros cayeran derrotas ante el Oviedo.

Luca Zidane, en el canpo del Oviedo. /EFE
Luca Zidane, en el canpo del Oviedo. EFE
Marc Mosull

Marc Mosull

Oviedo.- Luca Zidane se ha empeñado en volver a Primera División. Tras su doble debut en LaLiga como portero del Real Madrid y sus ocho partidos en el Rayo Vallecano en 2021, justo antes de firmar por el Eibar, no ha tenido la posibilidad de regresar a la élite del fútbol nacional, básicamente porque desde su llegada a Ipurúa, año tras año, el conjunto armero se la ha pegado en el playoff de ascenso. El pasado sábado en Oviedo, de no ser por el portero marsellés, los vascos, otra vez, se abrían complicado mucho la promoción.

El hijo de Zinedine Zidane realizó en el Tartiere dos intervenciones de mucho valor, además, en dos momentos claves de la eliminatoria: en el último minuto de la primera parte y, también, en el último de la segunda. Especialmente meritoria es la mano que saca para evitar que el cabezazo de Paulino, a bocajarro, se convierta el 1-0. Fue la acción más determinante de un partido más bien gris, del cual Luca Zidane fue el mejor futbolista.

Tras el encuentro, en los micrófonos de LaLiga TV en Movistar, el exportero del Real Madrid dio por bueno el 0-0 cosechado por el Eibar en el Tartiere: "Sabíamos que iba a ser un partido muy complicado, pero hemos aguantado y hemos sido sólidos atrás. También hemos mantenido la portería a cero, que es lo que queríamos. En Ipurúa, trataremos de pasar la eliminatoria". Está un pasito más cerca de volver a Primera, con el Eibar, claro. Por cierto, tiene contrato hasta 2026.

«Necesitaba alejarme del foco»

El 15 de agosto de 2021 es el día que marca de la carrera de Luca Zidane. Era el debut del guardameta francés en Primera con el Rayo Vallecano; fue expulsado al minuto 16 de encuentro y aquello le pasó factura. "Después de ese partido pierdo la titularidad y estoy cinco meses sin jugar. Estuve bastante jodido porque no aproveché esa oportunidad de poder jugar 15 o 20 partidos en Primera y asentarme en la portería del Rayo", reconocía hace unos meses Luca a Relevo.

Apellidarse Zidane es muy llamativo y a él le paso factura: "Hay quienes piensan que es algo positivo, pero no es así", aseguró. Y es que cuando Luca falla, la gente se acuerda de él por ser "hijo de", y cuando Luca para, se acuerda de él porque "está ahí por". No es de extrañar, pues, que en la cantera del Real Madrid y en el colegio se hiciera llamar Luca Fernández, que es el apellido materno; como mínimo, evitó ser juzgado antes de tiempo. De hecho, él tiene muy claro que "en el mundo del fútbol quiero que me vean como Luca".

¿Y cómo lo logró? Luca Zidane lo tenía claro: "Necesitaba alejarme del foco". Y lo consiguió, en el Eibar: "Aquí la presión no es como en otros equipos". Un remanso de paz entre montañas, pero con un proyecto sólido en el cual Luca ha encajado como un guante. Y es que ambos, club y jugador, de la mano, aspiran ahora a romper el maleficio del Eibar en los playoffs y regresar a Primera División.