Luis García Plaza, el experto en ascensos que cumplió su profecía

Los ascensos son siempre comparados con eventos heroicos, que marcan la historia de los clubes y son recordados como fechas imprescindibles por los más longevos de cada lugar. Subir de categoría es motivo de celebración, sea de manera holgada o sufrida. Pero es verdad que sufriendo sabe mejor. Si el objetivo es este, mejor rodearte de los que ya han vivido estas circunstancias en algún momento de sus carreras deportivas. En este caso, el Deportivo Alavés lo tuvo claro: descolgó el teléfono de Luis García Plaza.

Puede ser nombrado como entrenador experto en ascensos, que sabe mejor que nadie la fórmula, o simplemente que tiene una metodología de trabajo que le acerca al éxito. En cualquier caso, el madrileño, que se afincó en Altea tras su retirada, cuenta (sumando este del Alavés), con tres ascensos de Segunda a Primera desde el banquillo. También puede presumir de haber sido el técnico que ascendió al Beijing Renhe a la Superliga de China, del que decía que "he tenido otro ascenso en China, pero no tiene nada que ver" y añadía que "es muy complicado ascender en cualquier país", en palabras tras el ascenso con el Mallorca en la temporada 2020/2021.

Él puede que sea consciente de su poder 'milagroso'. Ya el 17 de marzo, profetizó lo que sucedió en el Ciutat de València: "Vamos a ser uno de los equipos que asciendan, esa es mi sensación ahora mismo. Por cómo entrenamos y por cómo jugamos. La época mala la hemos pasado ya".

Tras materializarse el objetivo, Luis García Plaza se mostraba muy contento, aunque siendo un tanto discreto en sus festejos debido a su pasado granota. "Igual que allí creo que fue igualado, hoy si nos vamos con un empate, nos hubiéramos ido tristes, porque creo que hemos sido merecedores de la victoria. Pero mando el máximo respeto a toda la gente del Levante, porque es un club que llevo dentro. He intentado estar comedido en las celebraciones. Es mi cuarto ascenso y, para los entrenadores que no podemos ganar títulos, esto es como ganar uno. Muy feliz, pero con el máximo respeto hacia un club que lo llevo dentro. Me duele por ellos, pero estoy muy feliz por los jugadores y esa magnífica afición que tenemos".

Sobre el penalti, el técnico madrileño reconoce que no se percató de lo ocurrido en directo, pero que sí advirtió la mano de Róber Pier gracias al videomarcador del Ciutat de València: "Yo en el campo no me he dado cuenta del penalti, pero me ha sorprendido que lo hayan puesto en el videomarcador, porque nunca lo había visto. No sé por qué lo han hecho y es genial, ojalá lo hicieran siempre. Se ha visto que era penalti".

Más adelante, Luis García Plaza entró en detalle sobre todo lo sucedido en torno al penalti: "Ante la reacción de mis jugadores, pensé que algo había pasado. En el videomarcador hemos visto que era mano. Después, entran las interpretaciones. Para mí, es penalti, pero hay alguien que quizá diga que no". Y luego llegó el momento de lanzarlo: "No estaba Salva. Y luego ha venido Villalibre y ha dicho que lo tiraba él. Ahí no tengo que obligar a nadie, porque si uno no está convencido... Para algo vino, y nos ha dado el gol del ascenso. Espero que se traiga la trompeta".

La leyenda de Luis García Plaza en su idilio con los ascensos a la élite arrancó en un Levante, que pasaba por momentos delicados a nivel económico, lo que le obligaba a tener un objetivo más pausado, centrado en la salvación dentro del fútbol profesional. Fue en la temporada 2009/2010 y tras una primera vuelta discreta. En la segunda pulverizó los números y sumó 45 puntos en las últimas 21 jornadas, que le servirían para alcanzar la tercera posición. Cambió la historia reciente del conjunto granota, en un año que todavía es recordado en el seno del club.

Seguramente, desde las oficinas del Deportivo Alavés se tuvo en cuenta esta trayectoria brillante del técnico que multiplica las opciones de ascender, teniendo como referencia el más reciente, el que lograría con el RCD Mallorca justo un año después de descender. Las similitudes daban poca opción a la duda en cuanto a la elección de quién comandaría el barco babazorro de vuelta a LaLiga Santander.

"Creo que le cambiamos un poco el estilo al equipo y cuando lo planteé, me acuerdo de los primeros días, me preguntaban mucho, que si queríamos jugar con una presión tan alta y una defensa tan adelantada. Lo aceptaron muy bien y hemos hecho el récord histórico del Mallorca. Eso es porque haces las cosas muy bien", comentaba Luis García Plaza tras lograr su último ascenso con el equipo balear. Con estos antecedentes, las expectativas de cualquier equipo de LaLiga Smartbank que cuente con este técnico al mando, van a generar más ruido e ilusión.

En Vitoria le dieron las llaves de la parcela deportiva y se puso a trabajar. Armó un equipo en el que la presión alta, la intensidad y la fortaleza en ambas áreas, fue un proceso que no se negoció en ningún momento. Conocedor como nadie de la categoría, mantuvo la calma en las peores rachas (encadenó cuatro derrotas consecutivas como colofón a la primera vuelta) y recuperó Mendizorrotza, para no perder el tren del ascenso. El Alavés es el segundo mejor local de la competición. En casa solo ha perdido un partido (ante el Levante en ese bache de final de 2022).

La llegada del técnico experto en ascensos requería del recorrido de su extensión en el terreno de juego y ahí entró la figura del incombustible Salva Sevilla. A sus 39 años, vuelve a ser imprescindible en un ascenso a Primera, como ya lo fue en Mallorca en dos ocasiones (la última junto a Luis García) y en el Real Betis de Rubén Castro y Jorge Molina. El veterano centrocampista andaluz logró llevar al cuadro bermellón de Segunda B a Primera en temporadas consecutivas. Su primer ascenso fue en el Sevilla Atlético, también del tercer al segundo escalón.

Tras recuperar para la causa a Luis Rioja, tentado por ofertas de Primera en agosto, Luis García Plaza comenzó a amasar el grupo que ya saborea la gloria de haber logrado volver a la élite en tiempo récord. Con los que ya estaban como columna vertebral y los refuerzos idóneos, los babazorros se apuntan un ascenso sufrido en playoff, con el sello del experto en milagros, que se sienta en el banquillo, dirige y ya tiene la mente puesta en el siguiente éxito futbolístico.