SEGUNDA DIVISIÓN

García Plaza, el trotamundos especialista en ascensos: "No me planteo una carrera eterna"

Busca un nuevo salto a Primera con el Alavés, se pone fecha de caducidad y ensalza la Segunda: "Es la quinta liga del planeta".

Luis García Plaza, entrenador del Deportivo Alavés. /GETTY
Luis García Plaza, entrenador del Deportivo Alavés. GETTY
Sergio Sánchez

Sergio Sánchez

Se recorrió los Emiratos, China y Arabia Saudí, pasó fugazmente por el Villarreal y regresó a nuestra liga para subir al Mallorca. Antes, Luis García Plaza (Madrid, 1972) ya había ascendido al Levante y dirigido con brillo en Primera al Getafe. Su currículum habla por sí solo, pero no se detiene ahí. El reto que tiene ahora entre menos resulta tan o más estimulante que todos los anteriores: devolver al Deportivo Alavés a la élite.

Los babazorros, un recién descendido, se han instalado desde el inicio en los dos primeros puestos. "Somos un equipo camaleónico", destaca a Relevo sin dudar del Glorioso. Esa, la capacidad de cambiar de estilo en función de lo que demanda el partido, es una cualidad a la que el técnico otorga un valor especial. No es para menos. Lleva 20 años consecutivos en los banquillos y conoce a la perfección la importancia de adaptarse a las circunstancias. "Llegué a Emiratos Árabes en la época del Ramadán. No trabajaba nadie hasta las 20:00. El primer mes terminábamos a las tres o cuatro de la mañana porque era cuando podías ejercer. Una locura".

Si fuera del terreno de juego es clave saber mutar, lo mismo sucede dentro: "En esta categoría tienes que adaptarte durante el encuentro. Estamos entre los máximos goleadores y los menos goleados". Su Alavés es una obra coral. "Sin tener a un Sadiq o a un jugador de ese tipo que pueda meter 25 goles, contamos con De la Fuente, Rioja, Xeber... En definitiva, una segunda línea que aporta mucho. Para estar arriba, necesitas generar. Somos un equipo solidario". Lo demostraron con su defensa en bloque ante el Real Sporting, frente el que igualaron sin goles en la última jornada. "La defensa es cuestión de actitud, mientras que el ataque hay que trabajarlo, pero depende mucho del talento", asevera García Plaza.

Enseñanzas por el mundo

El madrileño ha aprendido todas estas lecciones a través de su larga trayectoria: "Entrenar fuera te abre mucho la mente, relativizas. Hay cosas banales para ti que son vitales para ellos. Llegas más al jugador y esa experiencia te hace mejor persona y entrenador". Cada sitio, una enseñanza: "El emiratí es mucho más de la calle, tiene más talentillo, pero el chino es superdisciplinado. Si tienes que entrenar los cinco días en varias sesiones, no protestan. Son muy obedientes, pero les falta imaginación".

Luis García Plaza, junto a su cuerpo técnico durante su etapa en el Al-Shabab saudí.  TWITTER: @LuisGarciaPlaza
Luis García Plaza, junto a su cuerpo técnico durante su etapa en el Al-Shabab saudí. TWITTER: @LuisGarciaPlaza

Su recorrido le ha llevado a situaciones curiosas. "Me sorprendió mucho cuando, al descanso de un partido, se pusieron a rezar. Tienes 15 minutos y 10 o 12 son para eso; se cambian y te quedan dos o tres para expresar en inglés, como puedas, lo que quieres". Momentos para sacar conclusiones. La práctica es que "ayuda a solventar dificultades". La personal, "que vas a ser mucho más tolerante".

El retorno a España

Su regreso a nuestro país estuvo precedido por la pandemia. "Me encontraba en Arabia Saudí y fue muy duro. Mi mujer se vino con los niños un 6 de marzo. En Arabia se cerró todo muy rápido: no podía salir ni entrar nadie y estuve un par de meses encerrado. Tenía un año más de contrato, pero decidí rescindir ante la incertidumbre de qué podía pasar". La situación era cada vez peor: "Hablé con el jeque y, aunque no le gustó, entendió que era importante estar con mi familia. Tuve la fortuna de que a los quince días me llamó el Real Mallorca. Fue un ascenso muy bonito. Solo nos faltó que hubiera gente. Me sentí muy valorado y respetado. Mallorca y Levante son los clubes que más me han calado".

El desafío de Mendizorroza

Ahora, entrenar en Vitoria significa mucho para él: "Un reto bonito, difícil, pero muy ilusionante. Me apetecía venir aquí. Estuve a punto hace unos años en Primera". Así ve a su equipo: "Tenemos 19 buenos profesionales y los chicos de la cantera que nos están ayudando. Esperemos que nos llegue para todo el año. Están trabajando a tope y creyendo en lo que hacemos".

García Plaza, en un partido en Mendizorroza.  TWITTER: @LuisGarciaPlaza
García Plaza, en un partido en Mendizorroza. TWITTER: @LuisGarciaPlaza

Entre ellos destaca Salva Sevilla, a quien trajo procedente del Mallorca. "Le conozco bien, es un 10 en su estado y en profesionalidad. Tiene 38 años, pero no se pierde un entrenamiento. Trabaja a tope y da todo lo que tiene. Aparte de lo que entrega en el terreno de juego, es muy importante en el día a día, en especial para los jóvenes. Tiene la misma ilusión que el primer día. La calidad no se pierde nunca. Para esta categoría es un jugador bestial".

"Si quedo noveno, no voy a estar contento; si somos cuartos, depende de la evolución"

Luis García Plaza, entrenador del Alavés

A la hora de fijar el objetivo no rehúye responsabilidades, pero quiere enmarcarlo en su contexto: "La palabra favorito es complicada, aunque sí creo que debemos estar entre los mejores". Y compara las circunstancias con lo que ocurrió hace dos años, cuando consiguió el ascenso en Son Moix: "Ahí sí veías a cuatro equipos con una diferencia brutal sobre los demás: Espanyol, Almería, nuestro Mallorca y Leganés. Te enfrentabas al décimo y sabías que éramos mejores, más allá de ganar o no. Pero este año todo está mucho más igualado. Levante y Granada han vendido y pudieron firmar gente, pero hay mucha menos diferencia que, por ejemplo, hace dos temporadas".

El nivel de la categoría

Desde la experiencia, García Plaza sabe que subir no será nada fácil. "La Segunda es la quinta categoría del mundo. A nivel táctico es brutal. Todos los equipos están trabajados al límite, incluso diría que más que en Primera", asegura antes de desarrollar su argumento. "En Primera hay muchos internacionales, más calidad, jugadores que marcan la diferencia. En Segunda existe una igualdad brutal. Todos los que han entrenado en esta categoría te lo dicen. La gente sabe que estar en Segunda ya es la leche y van al límite. Es igualadísima".

"Tú vas a Primera, preguntas quién va a ganar la Liga y te dicen que Madrid, Barça y, tal vez, Atlético. ¿Y quién va a jugar Europa? La Real, el Sevilla... y no te equivocas. Sin embargo, aquí arranca la liga, preguntas '¿Cuántos pueden ascender?' y te salen 14 o 15. Eso dice lo que significa esta Liga", añade.

El técnico madrileño, durante un entrenamiento con el Alavés.  TWITTER: @LuisGarciaPlaza
El técnico madrileño, durante un entrenamiento con el Alavés. TWITTER: @LuisGarciaPlaza

Un posible adiós

Lograr el ascenso con el Alavés sería un nuevo éxito en un currículum al que ha puesto posible fecha de caducidad: "Empecé con 28 años a entrenar. Necesitas esa tensión, esos retos. Es difícil de explicar. Pero también desgasta mucho. Cuando paras, al principio haces otras cosas y luego dices: '¡La madre que me parió, cuándo volveré a entrenar!". Yo no me planteo una carrera eterna. Voy a entrar en los 50 y pienso estar de seis a ocho más y dejarlo. Es mi idea, pero no sé qué pasará cuando llegue el momento". Qué difícil es vivir sin ese bendito veneno. Pero todavía quedan muchos desafíos por cumplir. Vitoria confía en LGP para volver a su lugar natural.