El ascenso fulgurante de Marta Huerta de Aza, la primera mujer árbitro en LaLiga: "Me han exigido lo mismo que al resto. No hay distinciones"
Será la primera árbitra en la Liga. Defiende que el nombre de quien asciende no depende del género y sueña con su debut.

Estaba sola cuando recibió la noticia que cambiaba su vida arbitral. Subía a Segunda División y se convertía en la primera mujer designada para dirigir partidos de La Liga. Necesitaba abrazar a alguien y se fue, entre lágrimas, al lugar de trabajo de su marido. Una escena de película que es el preludio del foco que le espera a Marta Huerta de Aza. Esta palentina de 34 años, afincada en Tenerife, no puede esperar a dirigir su primer partido y lo estará viendo su hija Valeria que ya sabe a quién tiene que animar en un campo de fútbol.
¿Qué sientes en este momento?
Una alegría inmensa. He luchado muchos años por esto y nunca imaginé que pudiera llegar. Estoy todavía en un proceso de asimilación porque no me lo termino de creer.
¿Da vértigo?
No, todo lo contrario. Estaba deseando que acabara la temporada porque se hizo larga y solo en dos semanas ya tengo muchas ganas de que empiece para disfrutar de los campos de Segunda. Cuando pise el verde es cuando me creeré que estoy en la categoría.
Estás presente en todos los medios, ¿Ser la primera mujer en la Liga es un privilegio o también un peso?
Es verdad que pienso que yo he subido, pero también lo han hecho otros seis compañeros que tienen el mismo mérito que yo porque hemos hecho lo mismo. Sigue siendo noticia todavía que una mujer llegue a puestos que todavía no habíamos ocupado. En parte me alegra mucho que se haya roto esta barrera y bienvenido sea si puedo hacer más fácil el camino para las que vienen detrás y quitarles un poco de ese peso.
Cuando empezaste siendo una niña, ¿En tus mejores sueños pensabas que algún día llegarías hasta aquí?
Era una utopía inalcanzable. Siempre he marcado mis objetivos a corto plazo. Ya era un logro pasar de benjamines a alevines y ni te cuento hasta fútbol once. No lo hubiera imaginado en mis mejores sueños. Lo bonito es ir valorando cada categoría y cada paso que das. Es lo que te va enriqueciendo y absorbes cada cosa positiva. Veía la Segunda División cerca pero a la vez lejos porque muy pocos llegan al fútbol profesional, es un grupo muy selecto.
Desde luego la mujer es la protagonista del fútbol en tu familia porque tu madre también era más futbolera que tu padre.
A mi padre el fútbol le gusta entre poco y nada. Cuando era pequeña, veía los partidos porque yo los ponía. Mi padre me hacía de chófer y me fijaba que en el minuto cinco estaba en una parte del campo y después lo veía en el lado contrario. Daba paseos porque el partido no le interesaba mucho, estaba ahí por acompañarme.
Una niña que amaba el fútbol, rodeada de chicos, y a la vez da el paso para ser árbitra. Siempre le pregunto a los árbitros si lo suyo tiene algo de masoquismo porque vosotros no tenéis seguidores, más bien al contrario.
No es una profesión que sea muy considerada en la sociedad, pero es tan gratificante que en el momento en el que pruebas pasa a ser parte de tu estilo de vida. Yo empecé con 15 años y creo que ha sido una de las mejores decisiones que he tomado porque gracias a ello he forjado mi personalidad y he hecho de lo que me gusta mi profesión. Al principio es duro, pero el respaldo de los compañero y la gran función de los delegados territoriales hace que te sientas resguardada y protegida.
A los árbitros se le dicen muchas cosas, más aún en categorías inferiores y siendo mujer, ¿te planteaste en algún momento si habías elegido el lugar adecuado?
Es verdad que en el fútbol parece que todo vale. También va en función de la educación que a cada uno le han dado en su casa. A mí me han inculcado que con trabajo y sacrificio todo llega y eso ha pesado más que cualquier comentario. Hay mucha gente que lo acaba dejando por esos comentarios, se desaniman y piensan que no valen. El tiempo demuestra que no estábamos equivocados porque se han conseguido muchos objetivos.
Hablábamos hace unos días en Relevo con Ovrebo y como psicólogo incidía mucho en la importancia de la salud mental en la formación del árbitro, ¿Cómo manejas este campo?
Es un factor que cada vez trabajan más los deportistas y en nuestro caso sobre todo es importante cómo afrontar los errores. El éxito es fácil de manejar, pero el error va contigo a casa y pasas noches sin dormir. Te hace reflexionar sobre muchas cosas. Desde que soy madre relativizo todo mucho. El fútbol sigue siendo un deporte y en la vida hay cosas mucho más importantes que fallar un penalti. Mi preocupación está en casa, en mi hija, que ella y mi familia estén bien. Cuando le doy mucha importancia a una decisión, me paro a pensar que en la vida hay cosas que merecen más mi preocupación. Así le doy la vuelta a la tortilla.
Cuando fuiste mamá, decías en una entrevista que los primeros viajes te iban a costar. ¿Cómo llevas ahora separarte de Valeria?
Ahora casi lo llevo peor. Antes era yo consciente de que me iba, pero ahora es ella la que se da cuenta de que me voy. Yo lo pasaba mal, pero ella estaba feliz porque no sabía si volvería en un día, dos o tres. Ahora hay veces que me dice "mami no te vayas" y ahí ya duele porque sé que es consciente, pero luego me ve en la tele y es la más feliz del mundo
¿Y cómo se lo explicas, 'mamá tiene que ir a trabajar'?
Así es, yo se lo expongo así. Igual que papá tiene que irse, yo también pero es verdad que en mi caso es por más tiempo.
¿Entonces te ve ya por la tele?
Sí, además cuando vemos partidos de la Eurocopa ya identifica a los árbitros y dice, "mira mami, los de amarillo son tus amiguitos".
A ver si eres capaz de responder esta pregunta, ¿Cuántos países y hoteles has pisado esta temporada?
Ni lo sé ni quiero saberlo. Había un compañero, Roberto Díaz del Palomar, que iba con Mateu Lahoz, y apuntaba todos los kilómetros que hacía al año. Yo prefiero no hacerlo porque no sé si continuaría. No somos conscientes de la cantidad de días que pasamos fuera de casa. Además yo viviendo en Tenerife estoy todo el día en un avión y ya conozco casi a todas las tripulaciones. Me dicen que me meta a azafata porque hago más vuelos que ellas. También es verdad que me encanta conocer otros culturas y así que se hace con gusto.
¿Tu familia va a los campos a verte?
Fueron a verme esta temporada a un partido. Ellos viven en Palencia y es complicado que cuadre, pero en los partidos importantes siempre han estado y seguro que el día del debut no faltarán.
¿Y de verdad quieres que vayan con todo lo que dicen de vosotros?
Sí, porque es un momento importante para ti y tú quieres que ellos estén a tu lado. Ya saben el rol que han de tener porque no vale de nada enfrentarte a la gente. Cuando empezaba tenía que decirle a mi madre y a mi hermana que no fueran porque les dolía escuchar algunas cosas y saltaban. Por eso ahora entiendo por qué mi padre daba vueltas. Son situaciones que es mejor evitar, pero en estadios grandes o te cantan al unísono o tampoco te enteras mucho de lo que dicen.
Otros años también se habló de tu posible ascenso, ¿Qué crees que ha tenido de especial esta temporada para haber dado el salto?
Es verdad que el año pasado fue muy bueno y tuve el premio del play off que salió muy bien. Elegir es muy complicado, la plantilla de los árbitros de Primera RFEF tiene un nivel muy alto. Quizá ha ayudado que hubiera más plazas este año y he conseguido meter la cabeza. No sé qué habrá sido diferente pero estoy súper agradecida al Comité por haber confiado en mí.
¿A día de hoy dirías que el trato y el nivel de exigencia del CTA es igualitario para hombres y mujeres?
Sí, a mí me han exigido lo mismo que a mis compañeros. No hay distinciones. Te diría que incluso se está exigiendo más a las chicas porque con el programa que se ha hecho del arbitraje femenino y desde la profesionalización se están impartiendo muchos cursos, asistimos a los seminarios semanales. Es un cúmulo de trabajo y de horas que se acumulan aunque es para nuestra mejora y enriquecimiento. Creo que se está trabajando muy bien. Se está viendo con los ascensos. Ha sido un éxito rotundo que demuestra que hay mucho trabajo detrás y aquí nada es gratis. No por llamarte Marta en vez de Mario se consigue un ascenso, todo es con trabajo.
¿Y notas diferencia en el trato de los jugadores o el aficionado?
Aquí si te tienes que llevar la pitada te la llevas igual. Va en la persona y el respeto que cada uno genere. Yo estoy agradecida porque las tres temporadas de Primera RFEF y las dos de Segunda B me he sentido muy querida y respetada por los clubes.
¿Este ascenso te obligará a dejar la Liga Iberdrola?
Espero tener ahora un poco más de estabilidad. Antes era una locura, eran muchas categorías: el femenino, Primera RFEF, cuarto de Primera y Segunda, partidos internacionales…Seguiré en el femenino pero de manera esporádica. Bueno realmente es lo que yo creo pero a lo mejor el Comité me dice que no. Con el ascenso y el VAR van a quedar pocos fines de semana libres.
Alguna comentarista que he tenido reclamaba que árbitros masculinos pitaran también en la Liga Iberdrola, que es también una reivindicación de algunos de ellos. ¿Cuál es tu opinión?
Me parecería perfecto, pero sí es verdad que se creó para dar la oportunidad a las chicas que se quedaban estancadas en el masculino por la razón que fuera. Se buscaba que tuvieran una salida y no abandonaran. Se ha visto que fue un éxito porque el número de árbitras se va incrementando cada año y también es gracias a ver a compañeras dirigiendo esos partidos.
¿Qué expectativas tienes con tu labor como VAR?
Ya lo he vivido en partidos internacionales. Estoy más familiarizada que otros compañeros, pero siempre da un respeto. La considero una herramienta maravillosa porque ese error del que hablábamos ya no te lo llevas a casa.
¿Qué piensas que es lo mejor como árbitra de Marta Huerta y en qué tiene margen de mejora?
Siempre hay margen de mejora. Lo ideal de un árbitro es que no hubiera errores, pero sabiendo que existen lo importante es cómo los manejas. En la Segunda División vas a ser consciente de tu error al momento porque existe el VAR. Mi margen de mejora está en hacer click, darlo por subsanado y seguir adelante. Si metes el error del minuto uno en la mochila, va a pesar mucho correr todo el partido con ella. En cuanto a algo que destacan de mí es el manejo con los jugadores y jugadoras. Creo que empatizo mucho y el trato que intento tener hace que sea más llevadero para todos y siempre con la deportividad por delante.
¿Y después de esto qué sueños te quedan por cumplir?
Aquí queda mucho todavía. Primero disfrutar de la Segunda División, ahora mismo estoy en la categoría por un papel y quiero que llegue ese debut. Después hacer una buena temporada y por lo menos asegurar mi continuidad.
¿Eres muy emocional, caerán lágrimas con el debut?
Sí, soy muy emocional. Cuando me dieron la noticia no podía ni hablar, se me caían las lágrimas. La gente que ha estado a mi lado sabe lo que ha costado y yo soy muy llorona. En los partidos no soy de emocionarme, pero sí de vivirlo y saber dónde estoy. Cuando saludas a los capitanes disfrutas de la gente, del estadio, del ambiente, es cuando respiras y piensas lo que has conseguido. Ojalá llegue ya ese momento.
¿Dónde estabas cuando te comunicaron el ascenso?
Estaba en casa y además sola porque acababa de llevar a mi hija a la guardería y mi marido estaba trabajando. Necesitaba abrazar a alguien y fui a su trabajo decírselo, era un momento único. No entenderían por qué estaba llorando. Después la noticia corrió como la pólvora. Estuvimos celebrándolo con unos amigos viendo el partido de España.
¿Para terminar, desde Tenerife miras a Palencia y piensas cómo ha cambiado tu vida desde que eras una niña que jugaba al fútbol?
No me olvido nunca de Palencia. Es mi casa y nunca olvido mis inicios y quién estuvo a mi lado y me dio los primeros consejos. Uno de los primeros mensajes fue para Chus, mi delegado allí, y le dije que el ascenso era suyo porque ahí es donde empieza todo.