ENTREVISTA

Un matemático y el azote de Pernía y Harry resucitan al Racing: "Este club tiene dos presidentes y 13.000 dueños, y cuando suba a Primera será con nosotros ahí"

Sebastián Ceria y Manolo Higuera, nuevos máximos accionistas desde julio, explican las bases de su ilusionante proyecto.

Sebastián Ceria y Manolo Higuera posan para Relevo en el Hotel Real de Santander. /ILUMINAFILSPROYECTOS
Sebastián Ceria y Manolo Higuera posan para Relevo en el Hotel Real de Santander. ILUMINAFILSPROYECTOS
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

La historia de resurrección del Racing podría relatarse en una trepidante enciclopedia de varios volúmenes pero aquí, en un medio digital, sólo hay lugar a un extenso reportaje o, si uno quiere alargarse, a entrevistas individualizadas con cada uno de esos culpables con capa e ir aireándolas a lo largo de las jornadas. Sin embargo, teniendo juntos en Cantabria a sus dos nuevos accionistas por primera vez, un filántropo argentino y uno de los mayores amantes del fútbol que ha dado la tierruca, es mejor encender la grabadora, dejarles charlar sobre el pasado, el presente y el futuro con las poderosas vistas que tiene el Hotel Real de la bahía e interrumpir lo mínimo posible.

Sebastian Ceria (Buenos Aires, 1965) es un científico y matemático formado en EEUU que sale cada 15 días de Londres para acudir a El Sardinero. Y lo más importante de todo, es amigo desde el siglo pasado del abogado Manolo Higuera (Santander, 1964, exjugador del club en los 80 y expresidente de 2015 a 2018) gracias al vínculo que mantienen sus parejas desde la infancia. Desde julio, con tanta camaradería y amor de por medio, estos dos soñadores unieron su fe y conocimientos para comprar el paquete mayoritario de acciones (75%), ampliar luego el capital e intentar enderezar el rumbo de un club que fundó LaLiga, que ahora pelea en Segunda y que lleva 10 años alejado de Primera tras al saqueo al que lo sometieron de Ali Syed, Pernía y Harry.

¿Cuándo fue la primera vez que le dijiste a Sebastián que tenía que entrar en el Racing?

Manolo Higuera: No hubo un momento concreto. De hecho, más bien fue al revés...

Sebastián Ceria: ¿¡Cómo que fue al revés?! [Risas]

MH: A ver, a ver. Me explico. Sebas vivió el periodo 2014-2018. Vio cómo fui presidente del 2015 al 2018. Coincidió con la venta y salida de su empresa [en 2019, Axioma, por 850 millones de dólares]. Ahí es cuando se produce el click. Reconozco que yo no desanimé a nadie... Esto era una oportunidad especial para disfrutar con cosas que es muy difícil tener en la vida. Ésa es la realidad. Estaba convencido de que el Racing tenía un potencial impresionante. Tenía ganas de recuperar la ilusión y el orgullo de la gente. Y era imposible encontrar a una persona más adecuada, más inteligente y con más principios que Sebas.

¿Y Sebas, cuánto tiempo tardaste en dar una respuesta y qué es lo que más miraste para tomar una decisión: la deuda, la masa social y su estado de ánimo o el nivel de la plantilla?

SC: Decir que fui yo es de un caradurismo bestial... Pero bueno, no importa. Como en cada proyecto, uno lo tiene que mirar todo junto. Decides de acuerdo a lo financiero, a lo social y a lo deportivo. La idea es que los clubes de fútbol tenían que transformarse: de ser empresas que se ocupan de la parte comercial y deportiva a empezar a ocuparse también de lo social. Veía en el Racing una gran oportunidad. Es el único equipo profesional de la ciudad y de la región, y el racinguismo es un sentimiento muy arraigado en la población pese a que había mucho sufrimiento. Desde el punto de vista económico miramos varias veces los modelos y a dónde podíamos ir. Y nos dimos cuenta de que no iba a ser tan complicado generar que el Racing fuera sostenible. Hay grandes oportunidades de que lleguen nuevos ingresos.

Se habla de vosotros como los dueños del Racing. ¿Pero cómo se distribuye el porcentaje de acciones, la dedicación y aportación, la responsabilidad, la carga de la deuda y la alegría de los ingresos?

MH: Evidentemente, las participaciones no son iguales. La inversión es hecha íntegramente por Sebas. Ésa es la verdad. Es el líder, tanto a nivel económico como a nivel espiritual. Y es el que lleva la Fundación. Yo tengo la responsabilidad de llevar el día a día. Y juntos tomamos las decisiones trascendentes. Eso ya lo sabíamos antes de empezar. Somos amigos. Nos conocemos hace más de 20 años. Nuestras mujeres son amigas íntimas. Y ya sabíamos que esto iba a pasar. Que vamos a disfrutar en el camino juntos. Tenía muchísima ilusión por hacer algo con él. Y es imposible algo más bonito que esto. Somos un club con dos presidentes. Hasta para esto el Racing tiene que ser novedoso y especial. Todo surgió cuando surgió.

¿Cuándo?

MH: Cuando estábamos de vacaciones ya hablábamos de algunas cosas. Se fusionaron todos los factores y, en el fondo, y esto no lo hemos dicho nunca pero hay que decirlo, las que tomaron la decisión última y las que nos dieron la autorización última fueron nuestras mujeres. Nos reunimos los cuatro en una comida en Londres y les pedimos la autorización expresa y nos la concedieron. Fundamentalmente porque los dos nos hemos merecido esto. Llevamos muchos años trabajando y nos merecíamos vivir algo con esta intensidad desde la pasión.

"Las que tomaron la decisión última y nos dieron la autorización de entrar en el Racing fueron nuestras mujeres tras una comida en Londres; nos merecíamos vivir algo con esta intensidad y pasión"

Manolo Higuera Presidente del Racing de Santander

¿Por qué un hombre de ciencias como tú llega al fútbol y no te dio por el basket o el balonmano, tan exitosos en esta tierra?

SC: Soy argentino... No sé si tengo que decirte algo más... Los análisis, los datos y los modelos se han aplicado a varios deportes, en muchos casos con muchísimo éxito. El fútbol es todavía uno de esos deportes que se resiste un poco a la aplicación de datos, aunque cada vez hay más. Pero se puede hacer mucho más y tiene muchísimo potencial. Que sea difícil de aplicar no me asusta; al contrario, me hace sentir bien. Ahora estamos tratando de identificar algunos problemas que pueden ser muy adeptos a los datos. Te anticipo, para que lo sepan, que estamos con la predicción de lesiones o cómo manejar el mercado. Son problemas un poco más fáciles. Luego están los que tienen que ver con el juego, como la estrategia y la experiencia de los entrenadores, que son más difíciles y hay mucha intuición. Ahí vamos a poder aportar un granito de arena, pero nunca se va a poder dar la vuelta del todo.

¿Tenéis miedo de que el fútbol, que no deja de ser un negocio tal y como está montado hoy, y tantas veces deficitario, pueda romper esta relación tan estrecha que tenéis?

MH: La amistad está por encima de todo. Lo dijimos en aquella comida. Lo recuerdo perfectamente. Se estableció como condición sine qua non. El fútbol de élite genera muchísima presión y tensión. No es fácil. Lo he vivido desde muy pequeño. Y esto no va a afectar a nuestra relación por nuestra forma de entender la vida. En absoluto. Tenemos unos principios marcados. Y unos valores. Somos muy complementarios.

SC: En todo proyecto tienes que tener un norte y saber estar alineado y tener claro adónde vas. Te sirve como guía. Además, no digo que no tengamos egos, pero sabemos manejarlos. Somos alfa, pero no alfa inseguros. Los peores machos son los alfa inseguros. Manolo y yo estamos acostumbrados a recibir críticas. Si tú vieras en el grupo del Consejo cómo nos ponen todo el tiempo… Y nos toman el pelo. Y nos dicen todo tipo de cosas... [sonríe]. Y nos da totalmente igual. Nosotros nos decimos el uno al otro lo que hacemos mal. Y no hay que ofenderse. Hay personajes que todo lo que dicen lo hacen bien. Y no es así. Es matemáticamente imposible. Rodearse de gente que te diga que sí a todo no sirve para nada.

Sebas, cuando yo vine a Santander en 2008 por primera vez me dijeron que las grandes fortunas de Cantabria estaban a salvo, sobre todo, porque no invertían en el Racing. ¿Estás convencido de que perderás dinero con esta operación o, por fin, un matemático como tú puede asegurar que esta vez cuadrarán las cuentas?

SC: Me lo preguntan mucho. Soy cántabro por adopción. No nací aquí, pero mi mujer es cántabra y de alguna manera se me ha pegado todo lo de la tierruca. No pienso en el resultado financiero porque me convencí con mi propia empresa y la experiencia. Si tú haces las cosas bien y tienes un proyecto a largo plazo, eventualmente la parte financiera se arregla. Tienes que ser responsable y saber manejar las cuentas. No puedes ponerte a lo loco a comprar jugadores o a tirar el dinero. Las cuentas, siempre equilibradas. Un negocio es como subir el Everest. Es grande y difícil, porque los objetivos lo son. Nosotros queremos ganar la copa mundial de clubes. Pero para llegar a eso no puedes hacer todo de un golpe. Te mueres. Literalmente. Te tienes que aclimatar. Hay que mirar a largo plazo e ir subiendo escalones. Lo que pasa es que en el fútbol la gente se tienta. Es el juguetito nuevo de los millonarios y tiran dinero. Y es una cosa de negocios básicos. Lo que pasa es que mucha gente que ha estado en el fútbol no tiene el entrenamiento y la disciplina empresarial para manejar las cosas como corresponde. Y eso lo vamos a aportar. Todos se pueden quedar tranquilos. No vamos a hacer locuras ni tampoco vamos a decir en un par de años 'me cansé de esto y nos vamos para otro lado'. Es un proyecto a largo plazo y eso implica paciencia. A veces, en el fútbol, pedir paciencia no es simple. Espero que el racinguismo nos acompañe.

Sebastián Ceria: "El fútbol es el juguetito nuevo de los millonarios". RELEVO

Igual porque coincidimos en la SER como tertulianos lo veo así, pero Manolo ¿no crees que tienes más alma de entrenador que de presidente?

MH: Voy cambiando a medida que pasan los años. Lo que sigo siendo es un enamorado absoluto del fútbol. Veo hasta ocho partidos todos los fines de semana. Y a diario caen varios. Con toda la humildad, desde mi conocimiento, tengo más capacidad para gestionar la presión. Y tengo una cosa buena y es que me gusta más escuchar que participar. Uno de los principios que nos pusimos es el de respetar el profesionalismo de la gente que trabaja con nosotros. Tenemos un director deportivo [Mikel Martija] que es la bomba, como el míster [José Alberto], al que hemos renovado hasta 2026. Los dejamos solos y, si nos piden consejos, se los damos. Eso es fundamental. Ayudar. Si perdemos cinco partidos igual no estaremos todos tan contentos, pero ahora mismo a la gente le gusta trabajar aquí. Hay sintonía y las cosas fluyen.

Manolo jugó a esto y era de los finos. ¿Cuál es tu vínculo con el deporte?

SC: Yo hacía muchísimos deportes y casi todos ellos mal. Te doy un dato que nadie sabe. Hay dos deportes que me gustan mucho: el skateboard eléctrico, porque yo andaba mucho así cuando era pequeño y aún lo hago, lo guardo en el garaje de Manolo [risas], y me gusta mucho también el bodyboard. Aquí en Santander hay muy buenas playas para hacerlo. Siempre jugué al fútbol, pero mis grandes deportes, y los que me gusta hacer regularmente, son el tenis y el boxeo.

Lo que sí se puede decir es que, con tu pasión por Racing de Avellaneda, eres racinguista de toda la vida, ¿no?

SC: Eso sí. Racinguista desde que nací. Como decimos aquí, racinguista al cuadrado. El racinguismo argentino es muy parecido al de aquí. Piensa que nací en el 65' y Racing salió por última vez campeón en el 66'. Obviamente no tenía ninguna conciencia, aunque ya me gustaban las matemáticas [carcajada]. Y después Racing no salió campeón hasta el 2001. Son 35 años de no haber ganado absolutamente nada. Entonces, después de la gran gloria, tanta sequía es terrible. Nací sufriendo. Yo iba a ver al Racing a sufrir. Y bueno, aquí ha pasado algo similar. Tenemos esa filosofía del sufrimiento que nos hace ver el fútbol con una pasión increíble. Pasamos de la alegría máxima a la decepción mayor.

"Al ser de Racing de Avellaneda y ahora estar aquí soy racinguista desde que nací. Racinguista al cuadrado. El sentimiento es muy parecido: tenemos la filosofía del sufrimiento"

Sebastián Ceria Máximo accionista del Racing de Santander

Manolo, lo tuyo, dimitir y volver, o vivir dos etapas diferentes como presidente de un club sólo se lo recuerdo a Florentino Pérez y a Joan Laporta. ¿Qué te llevó a dejarlo en su día y quién te ha empujado más para regresar ahora?

MH: Viví probablemente la época histórica más difícil del Racing en sus 111 años de vida... Cogí el club en 2015 y, visto con la perspectiva de ahora, aquello fue un milagro. Estaba muerto y enterrado. Con cuarenta y pico millones de deuda en Segunda B, con deudas con los jugadores de siete meses y con el resto de trabajadores de 12 meses. Más Hacienda. Y estaba todo absolutamente embargado, sin posibilidad de renegociación. Tremendo. No te exagero si te digo que teníamos no menos de 60 actuaciones judiciales a vida o muerte. Un match ball continuo. Si perdías, desaparecía. Fue un gran desgaste personal. Y tenía la sensación de que ya no era capaz de aportar lo que el Racing necesitaba en ese momento. Y acerté. Fue el momento más adecuado para salir. Ya no me sentía con fuerza. ¿Qué es lo que ocurrió después?

"Lo que hicimos de 2015 a 2018 fue un milagro. El club estaba muerto y enterrado. Fue un gran desgaste personal pero he recuperado fuerzas"

Manolo Higuera Presidente del Racing de Santander

Dime.

MH: Pues que he ido recuperando fuerzas y talante. Y, desde una perspectiva distinta, empezaba a saber que el Racing necesitaba algo más de lo que se le estaba dando. No tenía ese liderazgo suficiente para modernizarse y avanzar. El fútbol es el mejor medio de hacer feliz a la gente. Y me animé a que la gente se sintiera partícipe del club. Porque nosotros no somos los propietarios del club. Somos los accionistas mayoritarios. Pero el racinguismo es de todos. Es un sentimiento que no se puede comprar. Tiene dos presidentes y 13.000 dueños y accionistas que se merecen el máximo respeto y que se les escuche. Tengo 59 años, he trabajado mucho y merecía salir de la rutina del trabajo diario, que es del que vivo. Quiero recuperar la pasión y esos picos emocionales que me genera el Racing, que son los que me dan la vida. La gratificación de ver a la gente no se paga con dinero.

Manolo Higuera sobre los dueños del Racing. RELEVO

Se arrastra mucho dolor. Sebas, no sé cómo de informado has estado del Racing estando en EEUU y Londres, pero ¿a qué te suenan Pernía, Ali y Ángel Lavín, alías Harry, tres personas 'non gratas'?

SC: La primera pregunta es si el Racing cometió un error al convertirse en una sociedad anónima deportiva… Creo que no, pero el Racing tuvo muy mala suerte porque se le acercaron todo tipo de personajes que han hecho cualquier tipo de cosas que son totalmente inaceptables. Es imperdonable. Luego vino un grupo que cambió las cosas y quizás se quedó un poco sin gasolina [por Pitma, la anterior sociedad propietaria]. Pero realizó un cambio importante. Mi idea al principio, cuando llegué, era mantenerme totalmente en la sombra y dejar a Manolo, que es el que tiene la experiencia y sabe, para yo apoyarle económicamente. Tengo otras cosas a las que me dedico con tanta pasión. Pero me di cuenta perfectamente, muy pronto, que las experiencias tan negativas de los racinguistas con la antigua propiedad no me iba a permitir a mí quedarme en la sombra. Si lo hacía iba a haber todo tipo de especulaciones. Obviamente la gente había mirado mi currículum y era importante decir qué tipo de persona era, mis planes y ser totalmente transparente con la afición. Quiero que la gente del Racing, como con las pesadillas en el sueño, se convenza de que lo pasado, pisado. Lo importante es mirar para adelante con esperanza. Tener esa ilusión y ambición. Y esa relación de sinceridad ha sido fantástica.

Te agradezco que vayas de cara, la verdad. La última vez que estuve aquí, en este mismo hotel, fue para intentar entrevistar a Ali Syed y debo decir que me tuvo más de una hora esperando y al final me dejó plantado hasta bastantes días después.

SC: Jajajaja.

Una cortita y al pie, presidente. ¿Estás más satisfecho por el hecho de que, gracias a una lucha que abanderaste, Harry entrara en la cárcel o pesa más el disgusto por que no lo hiciera finalmente Pernía?

MH: Pesa más la primera. Harry y Pernía [expresidentes del Racing] son los primeros presidentes en la historia del fútbol español que han sido condenados por delitos derivados de su gestión deportiva. Eso es un hito en realidad y era el primer objetivo. Era la demostración y trasladar el mensaje de que, en una cosa tan absolutamente social, que abarca tantas cosas y tantos sentimientos y tanta pasión como el Racing, no se podía gestionar como un delincuente. Cuando empecé toda esta lucha yo no tenía absolutamente nada. El club tenía toda la documentación y estar 12 años luchando para conseguir que unas sentencias les condenaran y les declararan delincuentes oficiales para mí fue algo muy grande. No sólo de un orgullo inmenso, que cuando me muera vendrá conmigo, sino que fue una de las cosas más gratificantes para la gente que lo había sufrido. El club estaba secuestrado y te ninguneaban mientras veías cómo la gente se llevaba el dinero. Nos sentimos orgullosos de que Harry entrara en prisión. Fue un acto de justicia. Puede que esa foto no exista físicamente, pero es la foto de que las cosas no salen gratis. No se puede ser un delincuente y no pasar nada, que era un poco la imagen que se estaba transmitiendo. Que Pernía no entrara en prisión no es algo que me haya quitado ni un minuto de sueño. Mi objetivo era conseguir una sentencia condenatoria y eso se logró. Pernía está fuera totalmente del ámbito social de esta región y es algo que de lo que me siento partícipe.

"Que Harry entrara en la cárcel fue un acto de justicia y un orgullo inmenso. No se puede ser un delincuente y que no pase nada. ¿Pernía? Hubo una condena, que es lo que buscaba, y ahora está fuera"

Manolo Higuera Presidente del Racing

Entiendo que uno de tus primeros objetivos en el club será estabilizarlo y acabar con la deuda histórica que arrastra. ¿Cuál era el agujero cuando llegaste, cómo ha evolucionado y cuándo crees que se habrá tapado por fin?

SC: Desde el punto de vista financiero el club tenía un agujero de más o menos dos millones de euros por año. Eso, con los resultados y con más ingresos y hacer las cosas mejor, se puede cubrir. En este primer año nos va a ser más difícil porque nos queda un poco del concurso de acreedores. Pero cuando salgamos, equilibrar las cuentas va a ser totalmente posible. También teníamos un problema del límite salarial que no nos dejaba tener la plantilla que nosotros queríamos. Entonces hicimos una ampliación de capital que fue la conversión de parte de la deuda en capital. No hay problema en tener deuda, lo importante es que la deuda sea sostenible como será. El club necesita todavía muchísima inversión. Nosotros vamos a priorizar las inversiones. No es que sólo pasaron cosas malas en el club, es que tampoco se invirtió en el club ni en el estadio ni en las instalaciones deportivas ni en muchísimas cosas más.

A Ali Syed le agasajaron al llegar y luego los políticos, cuando dio la espantada y lo buscaba la Interpol, dijeron que no lo conocían de nada. ¿Cómo te han recibido a ti y de qué manera se van a mojar?

SC: Me han recibido realmente muy bien y las promesas han estado desde el primer momento. Lo importante no es prometer; lo importante es hacer. Estamos esperando y vamos a suspender la incredulidad por un tiempito más. A medida que las cosas sucedan llegaremos a un punto donde realmente reparemos esa relación que estaba realmente dañada. Esta última semana anunciamos un convenio con el Gobierno de Cantabria [PP]. Es un hito importante porque la relación con la administración anterior estaba rota [PRC en su día y ahora PP]. Tenemos muchas cosas pendientes también con el Ayuntamiento [PP] porque el estadio necesita muchísima inversión. Uno y otro han comprendido que el Racing es una fuerza de cambio de ilusión y de ambición para toda Cantabria. Quiero que entiendan esa ecuación: que el dinero que se gasta en el Racing no es un gasto, es una inversión que le va a rendir a toda Cantabria. Lo vimos en el partido contra el Oviedo: el centro de Santander nunca tuvo una tarde así, con todos los bares y calles llenas. La gente empieza a entender que parte del movimiento económico de esta región y de esta ciudad depende muchísimo del Racing.

"Los políticos, más allá de la gente, me recibieron bien. Lo importante no es prometer, es hacer. Suspendemos la incredulidad a ver qué pasa pero firmamos un acuerdo con el Gobierno de Cantabria y eso es un hito porque la relación estaba rota"

Sebastián Ceria Máximo accionista del Racing

Manolo, contribuiste en tu primera etapa a mejorar la salud del enfermo, pero deportivamente no se logró el objetivo del ascenso a Segunda que tanto se buscaba y costó. ¿Qué falló y qué errores del pasado no quieres volver a cometer ahora?

MH: Aquella situación económica era absolutamente dantesca. En aquel momento, el Racing era el presupuesto número 20 de Segunda B. Hacer un equipo así, con capacidad de ascender, era complicado. Los errores, por tanto, no fueron voluntarios. Conseguir un modelo de profesionalización deseado en el ámbito deportivo era imposible. Fue una época en la que Pedro Munitis, por ejemplo, no cobraba como entrenador ni Gonzalo Colsa como segundo. Y durante cinco meses Munitis, Colsa y yo poníamos todos los meses dinero para poder pagar a los jugadores. Yo mismo tuve que aportar dinero para los viajes. Recuerdo perfectamente uno a Ferrol en el que nos jugábamos quedar primeros de grupo. No había dinero para el autobús. Es que no era tan sencillo. ¿Qué hubiera cambiado? De haber podido, tener una dirección deportiva. Desarrollábamos los proyectos deportivos el entrenador y yo. Había falta de profesionalización. El presidente tiene que ser un apoyo para solucionar los mil problemas que existen en el ámbito deportivo, pero no está para esto. No había otra. Cuando nosotros hemos llegado ahora, el límite salarial era de 4,6 millones y los jugadores contratados suponían 7 millones... El entorno deportivo tiene que dar el apoyo y las soluciones en una cadena de producción. Yo, en aquel momento, no podía y la profesionalización en el ámbito deportivo es clave. Era el hombre orquesta: el abogado, el director deportivo, el presidente, el economista… Y así es imposible hacer las cosas bien. Todos los que estábamos en ese momento hicimos realmente un milagro. Conseguimos que el Racing siguiera vivo.

Sebas, de todo lo que han escrito de ti hasta ahora, ¿qué es lo que más te agrada y qué menos?

SC: Me han tratado muy bien. Les cuesta un poco la idea de que soy hispano-argentino. No me gusta cuando hablan de capital foráneo. No lo es. Y lo que eso hace es, de alguna manera, relacionar a este proyecto con cosas del pasado.

Y, además, están los eurillos en ese capital que ha puesto Manolo, cántabro de pro...

MH:[Manolo interviene, picado en tono jocoso, tras el comentario…] Sebas, que quede claro, es el máximo accionista del Racing. ¡Pero yo soy el segundo, eh! Manolo Higuera a título personal. Me gusta decirlo.

SC: Cuando nosotros entramos se compró el 75% de las acciones y ahora, con la ampliación de capital, no sé cómo hemos quedado, la verdad. Pero a lo que iba: soy un tipo muy transparente, la gente me ha aceptado bien y eso me gusta. En cuanto a las cosas negativas… Nada, se superan, no pasa nada.

¿Te molesta que te valoren más por el dinero que pones que por el proyecto que traes?

SC: Me molesta hablar de dinero. De la misma manera que no hay que hablar de uno porque es rico, tampoco hay que hablar de otro porque es pobre. No lo veo como una dimensión importante. Como decía el hombre araña, con grandes poderes vienen grandes responsabilidades. Y el dinero es poder. Lo veo como que tengo una responsabilidad todavía mayor y tengo que hacer algo con ese dinero, que realmente cuente. El dinero en parte te sirve para vivir bien, pero yo lo quiero usar para cambiar el mundo. Lo trato de cuidar lo más que puedo. Me centro en cosas que realmente pueden tener muchísimo impacto y tengo la fortuna de poder dedicarme a hacer eso con una enorme responsabilidad. No lo tomo con un sentimiento de culpa. Ni tampoco pongas, o que la gente tenga que creer, que soy un gran creyente en la meritocracia. El mayor mérito que he tenido en mi vida es haber elegido muy bien a mis padres, porque ellos me han dado la educación y me han puesto en un lugar donde yo tuve la oportunidad de hacer algo con eso. Después tuve muchísima suerte y puedo aprovechar las oportunidades que me da la vida.

"Me molesta hablar de dinero. No lo tomo como un sentimiento de culpa. Tengo la responsabilidad de hacer algo. Te hace vivir bien, y lo trato de cuidar bien, pero yo lo quiero para cambiar el mundo"

Sebastián Ceria Máximo accionista del Racing de Santander

MH: La gente en torno al Racing ya sabe cómo es Sebas. Lo hizo desde el primer día en su discurso al vestuario. Fue un mensaje a los jugadores muy cortito que se trasladó a las redes sociales. El racinguismo no lo ve como alguien que pone el dinero. Nos ve, y me incluyo, como gente normal como ellos y con sus mismos valores. Nos perciben como uno de los suyos. Eso es lo que ha cambiado. Sebas resolvió todas las dudas desde el primer día.

SC: Es un tema que da para mucho y no vamos a aburrir a la gente filosofando. Vivimos en un momento complicado, donde lo que está triunfando es un poco esta idea del individualismo. En muchos casos, no es el mío, las fortunas de algunos individuos han logrado hacer cosas realmente obscenas y el problema no es tanto eso, sino que esas personas no tengan un proyecto solidario que haga algo por la sociedad. Que ayude a transformarla. Lo importante es para qué tienes el dinero y si lo usas debidamente, si es para exaltar el individualismo y comprar un yate más grande o para decirle al resto del mundo que lo ganó con el esfuerzo y que hay que intentar cambiar y apalancar proyectos interesantes con ese dinero.

Pese a que es tentador porque eres compatriota de Javier Milei y me gusta mucho el tema, no quiero hablar de política, porque al final estamos hablando un poco de eso, pero... ¿uno puede ser rico y de izquierdas?

SC: El tener conciencia social no depende para nada del dinero que tengas. La tiene el más rico y el más pobre. Lo importante es ayudar al prójimo. Y ese mensaje está ausente de la política mundial. Ni te hablo de Argentina, donde el proyecto ahora es 100% individualista. Me molesta mucho que se hayan apropiado de la palabra libertad, que es una palabra preciosa y divina, y que debe ser respetada. La libertad es mucho más sana, es mucho mejor y es mucho más agradable si el bien es colectivo y si estamos todos mejor. El gran millonario que vive escondido en una casa con guardaespaldas y con grandes muros va a estar muchísimo peor. Yo quiero caminar por la calle. Y el día que no pueda hacerlo estaré mal. El fútbol es un gran democratizador. ¿Nos vamos a diferenciar en el palco por tener que llevar americana? Eso no importa nada. A mí me gustaría muchísimo poner el palco en el medio de La Gradona [fondo de animación más importante en El Sardinero] porque lo pasas muchísimo mejor. La idea de vivir en la burbuja no me gusta lo más mínimo.

"¿Nos vamos a diferenciar en el palco por llevar americana? Eso no importa nada. A mí me gustaría muchísimo poner el palco en el medio de La Gradona porque lo pasas muchísimo mejor"

Sebastián Ceria Máximo accionista del Racing de Santander

Manolo, para lo que si habrá hecho falta algo de dinero es para lograr la renovación del entrenador dos años más. ¿Qué os aporta José Alberto que no os vaya a dar otro técnico?

MH: Pensamos que los modelos de éxito en el fútbol históricamente son a largo plazo. Ahí están Simeone, Guardiola, Álvaro Cervera en el Cádiz, Míchel en el Girona, Klopp en el Liverpool, Ferguson en el Manchester United… Todos los modelos de gran éxito continuado se producen el largo plazo. Lo difícil es encontrar la persona en la que apoyarte, que entienda la filosofía de un club y que se involucre en ella. Fichar a un entrenador que sepa que depende solo de los resultados es imposible que tenga un concepto importante del club, porque el club es mucho más grande que el primer equipo. Está la cantera, los niños, el filial, el juvenil… José Alberto tiene todas las condiciones. Es una persona normal, ha mamado la cantera desde que nació, se ganó todo lo que tiene desde el minuto uno hasta hoy. Era un reponedor de Ikea, se levantaba a las cuatro de la mañana para trabajar y después, por la tarde, iba a entrenar. Todo el mundo le quiere y se relaciona con todo tipo de gente. Tiene una capacidad de trabajo enorme, como su cuerpo técnico. Tienen una dedicación inmensa. Le queremos profesional y personalmente. Es muy difícil, pero si hay una persona que pueda ser el Ferguson del Racing ése va a ser José Alberto y tengo claro que no va a depender de los resultados.

Los objetivos del Racing de Santander. RELEVO

Todo esto, que está muy bien, lo firmaría debajo cualquier persona sensata, pero a estas alturas de la entrevista el lector, sobre todo el racinguista, ya estará empezando a ponerse nervioso y se preguntará: 'Los objetivos a largo plazo molan, ¿pero cuándo subimos a Primera?'.

SC: Es muy complejo subir. Y no lo puedo decir exactamente. Debería ser una aspiración y una ambición y lo lograremos. Depende de una mezcla de factores. Vamos a subir a Primera y lo que garantizo es que, cuando subamos, nos vas a ver a nosotros dos ahí. Creemos en eso y lo importante no es sólo subir sino generar un proyecto sostenible en Primera. No queremos subir para después volver a bajar.

En cuanto a la plantilla, ¿el Racing está obligado a ser un club vendedor como siempre o estáis dispuestos a hacer un gran esfuerzo por retener el talento y así crecer más rápido.

SC: Sólo venderemos cuando el director deportivo o el entrenador digan sí. Queremos construir sobre bases sólidas y la idea es tratar de mantener un núcleo constante. No vamos a cambiar fichas a lo loco.

Estoy pensando ahora sobre la marcha que igual el gran acierto de Manolo ha sido que, para lograr persuadir a un futbolista de que no se vaya y que se quede y que no solo sea por una cuestión económica, es también con un buen discurso. Y para eso trae a un argentino.

MH: [Risas] Sebas y yo somos muy complementarios. En este momento nadie se quiere marchar ni del primer equipo ni del filial ni del juvenil. Eso es algo esencial y me pone los pelos de punta. Es una confluencia entre lo que se está viviendo en Santander y el mensaje que estamos mandando. El modelo para crecer tiene que ser mantener la estructura e ir subiendo escaloncitos de calidad. No 14 escalones de golpe, porque luego eso implica una inversión gigante y a lo mejor te pegan un sartenazo. Poco a poco e ir mejorando cada año. Hoy no hay opciones de que quieran comprarnos a un futbolista si no vienen y abonan la cláusula de rescisión. No hay ningún jugador hoy que sea transferible.

¿Ha podido conocer ya a Javier Tebas?

SC: Sí. Cuando jugamos en Madrid contra el Leganés estuvimos con él en LaLiga. Me recibió muy bien. Hablamos de las cosas que tenemos en común. Yo no soy un hombre del fútbol, con lo cual no me voy a poner a hablar con Tebas de fútbol. Para eso está Manolo. Hablamos de datos, del Mediacoach, donde participa precisamente una empresa argentina. Nosotros tenemos un proyecto para la utilización de datos y analíticas en el Racing. Tener una buena relación en esto es importante porque necesitamos nutrirnos de los datos y muchos vienen de LaLiga.

¿Es compatible que un club como el Racing se lleve bien a la vez con LaLiga y con la Federación? Hasta hace bien poco estaba muy mal visto.

MH: Esa época de confrontación se ha terminado. Era absolutamente perjudicial para el fútbol español. La persona que salga elegida como presidente de la Federación tiene que ser una persona de consenso que consiga acercar a las dos grandes instituciones. Nosotros no vamos a generar conflictos con nadie. Sí nos gustaría que el Racing sea más influyente. No oculto nada si digo que vemos cosas que no nos gustan en un lado y en otro. Son cosas mejorables y el Racing puede participar en la aportación de mejoras.

¿Qué os haría más ilusión: el ascenso a Primera, ganar un título o que el Racing no vuelva a caer nunca más al fútbol no profesional?

SC: ¿Por qué hay que elegir? Yo me quedo con todas.

MH: Yo no quiero que nunca más el Racing vuelva a Primera Federación. Y quiero que suba a Primera, pero mi sueño desde niño es vivir con el Racing una final de Copa.

SC: ¡Ah! Y es fundamental conseguir un partido entre el Racing de Avellaneda y el Racing de Santander. Eso lo vamos a hacer pronto. Los racinguistas tienen que ir de la mano. Y mi sueño, más allá de lo deportivo, es que el fútbol se convierta en un actor de cambio social. Hay que dar alegría a la gente y esperanzas, darle una idea de un futuro mejor. Es lo que a mí me mueve y se puede con muy poco. Aquí, en Santander, lo estamos logrando en poco tiempo y el Racing es un modelo a imitar para el resto.