Dos meses de menisco roto y el doloroso sacrificio del héroe del ascenso del Leganés: "Me quito el sombrero"

El fútbol cuenta con una narrativa imparable. No hay ascenso sin sufrimiento, sin dolor, sin lágrimas. Por el camino se quedan cientos de héroes, vencidos, incapaces de superar la adversidad. Solo hay gloria para unos pocos. No siempre el esfuerzo tiene su recompensa, pero cuando se da esta máxima se disfruta el doble. Y Miguel de la Fuente es el mejor ejemplo. El Leganés ha ascendido siendo un equipo coral, el equipo por encima de todo. Pero si buscamos un héroe, ese lleva el dorsal '9'.

El partido por el ascenso le tenía un espacio reservado. Recibió el balón en el centro del campo, lo condujo sin prisa pero sin pausa y acabó soltando un zapatazo a la escuadra desde la frontal del área. Imparable. Un golazo. Lo celebró con rabia en primera instancia. Después, se señaló y pidió calma. Entre un aire de Cristiano Ronaldo y el saber que quedaba mucho. La pasada jornada ya aprendieron lo que era Segunda División. En el 85', ascendían en tres campos. En el descuento, se quedaban a las puertas.

Su gol significa mucho más que el primer paso de la tarde. Miguel de la Fuente ha sido el máximo goleador del equipo con 13 tantos y uno de los líderes morales para lograr el ansiado ascenso de categoría. En un equipo más fiable atrás que efectivo de cara a puerta, contar con un delantero centro de este calibre es un plus para estar en lo más alto. Su carisma, además, viene acompañada de un suceso por el que Borja Jiménez se quitó el sombrero...

Tras el empate ante el Eldense en diciembre, Borja salió a rueda de prensa y le pidieron explicaciones sobre la suplencia de Miguel, una referencia para el equipo. Entonces, desveló una situación insólita, que no se había filtrado en un solo medio de comunicación y que habla mucho de la entrega y sacrificio del goleador.

"Me quito el sombrero con él por todo lo que lleva haciendo estos dos meses por el Leganés, que es jugar con un menisco roto habiendo entrenado 3 ó 4 veces con nosotros en mes y medio. Solo lo teníamos para jugar y nos ha dado muchísimo. Por eso, muchas veces nos pedía el cambio, en cuanto veíamos que podía estar solucionado el partido, lo sacábamos", reveló entonces el entrenador del conjunto pepinero.

Un acto de lealtad innegable. Dos meses de entrega absoluta, priorizando servir a su equipo por encima de su bienestar. Hasta que no pudo más. Borja Jiménez volvió a insistir en el elogio: "Estaba todo previsto desde hace tiempo; la valoración y la lesión. Hay que valorar a nivel personal todo lo que ha hecho, podía haberse operado en octubre y que no contásemos con él hasta enero pero ha querido seguir dando el callo. Hay pocos jugadores que hagan esto y más sin ser propiedad del club. Lo de Miguel va para tiempo".

Efectivamente, su lesión le apartó un tiempo de los terrenos de juego. No pudo jugar ni ante Sporting, ni ante Tenerife ni ante Andorra. Permaneció de baja del 10 de diciembre al 22 de enero, incluso acortando plazos sobre el tiempo habitual de recuperación en una lesión de este calibre. Volvió con solo 14 minutos ante el Burgos y ya fue titular en la derrota frente al Real Oviedo.

Desde entonces, titular más que habitual, aunque sus cifras no resultaran como al principio de campaña. Antes del anuncio oficial de su lesión, llevaba ocho tantos en su casillero y había sido proclamado como mejor jugador de LaLiga Hypermotion en el mes de noviembre. Una epopeya, ya que lo logró con el menisco roto, una circunstancia que a la gran mayoría de futbolistas les impide incluso moverse. De hecho, él no estaba ni siquiera entrenando.

¿Y por qué esperó dos meses? Miguel de la Fuente ya no aguantaba el dolor, pero seguía demorando su intervención médica para que cuadrase de la mejor forma con el parón invernal. Efectivamente, del 20 de diciembre al 14 de enero el Leganés no jugó un solo partido de campeonato liguero. Mientras, el jugador se recuperaba, preparado para dar el gran salto por el ascenso.

Sus compañeros también elogiaban su entrega. Por ejemplo, Jorge Miramón: "Ya lo sabíamos. Éramos conscientes. Lo teníamos entre algodones porque es una situación delicada. Teníamos que tener cuidado con él. Hasta ahora, que ya no daba para más. Nos lo decía. Por eso se lo agradecemos, el compromiso con el vestuario y el club. Deseamos que vaya bien la operación. Súper contentos por su comportamiento. Cuando vuelva, lo hará mejor".

A Miguel le costó volver. De la Jornada 23 a la 40 apenas marcó dos goles, coincidiendo con el bache del Leganés, los cuatro empates a cero consecutivos... Cuando pintaban bastos, el delantero resurgió de sus cenizas. Marcó ante el Sporting, en la victoria por la mínima. Marcó ante el Racing de Ferrol, para conseguir el empate. Marcó ante el Elche, para iniciar el camino a la victoria. Y al ascenso.

Paradojas del destino, Miguel de la Fuente estaba cedido por el Alavés y realizó todo ese sacrificio sin saber qué le depararía el futuro. "Ahora puedo decir que me quedo aquí en el Leganés, lo que más quiero en el mundo", anunció tras el ascenso. Y es que al subir de categoría, el club hará efectiva su opción de compra. No merece menos un jugador que lo dejó todo para llevar a los suyos a lo más alto. Meses después de su sacrificio, ha logrado el ansiado premio y siendo el héroe del partido decisivo por el ascenso. Fútbol.