ASCENSO A PRIMERA | ESPANYOL - OVIEDO

Los "18 meses sin perder en el Tartiere" y el nombre del árbitro que no se olvida en Oviedo: "Como para no acordarse"

El croata Nikola Jerkan, emblema carbayón en los 90, cree firmemente en el ascenso del equipo asturiano.

Jerkan, segundo por la derecha, y el resto de sus compañeros en el Oviedo. /REAL OVIEDO
Jerkan, segundo por la derecha, y el resto de sus compañeros en el Oviedo. REAL OVIEDO
Marc Mosull

Marc Mosull

Nikola Jerkan (Sinj, 1964) nació en la antigua Yugoslavia y fue internacional más de 30 veces con la selección de Croacia, después de que se disolviera la república socialista en la que nació. Pero a día de hoy es un ovetense y un ovedista más. Se casó y reside desde hace mucho tiempo en la capital del Principado, y siempre que puede se acerca al Carlos Tartiere para ver al Real Oviedo, el club al que llegó en 1990 procedente del Hadjuk Split en una época de máximo prestigio para los futbolistas balcánicos. En su aventura asturiana le acompañaron sus compatriotas Nenad Gračan y Janko Janković.

Jerkan fue protagonista de los mejores años en color de la historia carbayona, con el Real Oviedo siempre en Primera y disputando incluso competición europea por primera y única vez desde la fundación de la entidad, la UEFA 1991-92; en el Principado nadie olvida lo que sucedió en Génova. Considerado uno de los centrales más elegantes que han pasado por el club asturiano, Cruyff y Ramón Mendoza estuvieron cerca de firmarle para el Barça y el Madrid.

Nikola Jerkan atiende con gusto la llamada de Relevo, pero no antes de las cinco, pues a las tres de la tarde del miércoles jugaba la selección de Croacia, en la cual trabajó como scout hasta el Mundial de Catar, y por nada del mundo quería perderse su segundo partido de la fase de grupos ante Albania. El primero frente en España lo vivió en directo en Berlín. Entre la Eurocopa y el playoff del Oviedo son días cargados de emociones para elexjugador yugoslavo, que ve mucho más claro el ascenso carbayón que la clasificación de los croatas para la próxima ronda.

¿Cómo estás?

Bien. Un poco preocupado por el empate ante Albania. Hay que ganar a Italia para pasar, pero no es fácil. El gol ha llegado en la última jugada. Ha sido un primer tiempo un poco extraño, con sorpresas en el once. Casi te diría que hemos tirado la primera parte.

Estuviste el otro día en Berlín.

Sí, fui a ver el España-Croacia.

¿Como espectador?

Exacto. A ver el partido. Ya no trabajo en la federación croata. Estuve en el departamento de scouting de Croacia hasta el Mundial de Catar.

¿Cómo ves a la selección?

Es un país con cuatro millones de habitantes que en seis años ha conseguido tres medallas: segundos en Rusia, terceros en Catar y finalistas de la Nations League ante España. Esto dice mucho de Croacia, del carácter y la fe que tiene. Seguramente no tenga figuras ni el fondo de armario de otras selecciones, pero tiene un sentimiento patriótico casi único.

¿Vives en Oviedo?

Sí. Cuando trabajaba con Croacia viajaba mucho, pero mi residencia siempre ha estado en Oviedo. Me casé aquí.

¿Cómo llegas al Oviedo?

Yo jugaba en el Hadjuk Split cuando todavía existía la liga yugoslava. Era una competición muy potente, estaba bien considerada y los clubes europeos fichaban muchos jugadores de aquella zona en los 90. El Oviedo fue a ver varios partidos del Hadjuk y se fijó en Nenad Gračan y en mí. En 1989, firma a Gračan y, un año más tarde, a mí. El club no me permitió irme antes.

Estuviste seis temporadas en el club.

Viéndolo con perspectiva, aquellos años fueron muy buenos para el club porque llegamos a clasificarnos para la UEFA. Para un equipo como el Oviedo, que aspiraba a otras cosas, fue todo un éxito. Nadie lo podía imaginar. Era un equipo con una base fuerte y continuidad, cambiábamos pocos jugadores año tras año y el entrenador, que era Javier Irureta, llevaba bastante tiempo en el cargo.

Costaba mucho ganaros.

Como equipo funcionábamos muy bien. Hay un dato muy elocuente: estuvimos un año y medio sin perder un partido oficial en casa. 18 meses sin perder en el Tartiere en Primera División, ¿eh? Eso dice mucho del potencial del equipo. Si ahora estás 18 días sin perder un partido ya es un éxito (ríe).

Era el viejo Tartiere, ¿no?

Sí, y se notaba. Era un fortín, un campo más pequeño que el actual, pero muy acogedor, con las gradas muy cerca del terreno de juego, y que estaba en el centro de la ciudad. La gente estaba mucho más encima y ese aliento de la afición fue fundamental.

Y os clasificáis para la UEFA 1991-92.

Siendo sextos. Tuvimos que esperar a que se disputara la final de Copa, que se jugó más tarde que el último partido de Liga. El Atlético ganó la Copa y dado que ya tenía plaza europea asegurada, nos clasificamos nosotros para la UEFA. Fue una de las mejores temporadas de la historia del Oviedo. Había mucha ilusión.

"Estuvimos 18 meses sin perder un partido oficial en el Tartiere en Primera División. Si ahora un equipo está 18 días sin perder ya es un éxito"

Os tocó el Genoa en primera ronda.

No tuvimos demasiada suerte en el sorteo porque el Genoa era de los rivales más duros que nos podía tocar. El partido de ida en casa fue muy especial porque, además, eran las fiestas de San Mateo, patrón de Oviedo. Fue una locura… y encima vinieron 6.000 italianos. El ambiente nos impresionó mucho.

¿Cómo fue?

En la ida ganamos 1-0 con gol de Ricardo Bango. En Génova perdimos 3-1. Nos mató un gol de Skuhravý en el 89', pero poco antes hay un penalti a favor nuestro que no nos pitan y la expulsión de Lacatus, que fue provocada por un rival. Creo que el árbitro influyó bastante en varias decisiones. Se habló de regalos por parte del Genoa al árbitro… se habló mucho de ese arbitraje.

¿Cómo se llamaba el árbitro?

Schmiduber.

No hay oviedista que se olvide de ese nombre.

(Ríe) Como para no acordarse. Han pasado muchos años, pero la gente no se olvida, no.

Tuviste ofertas importantes para marcharte antes del Oviedo.

Estuve seis años en Oviedo, mi etapa más larga en un club. Me acogieron muy bien en la ciudad, estaba muy a gusto y me sentía querido, es por eso que rechacé algunas ofertas.

Te quiso el Barça.

Cuando se lesiona Koeman, Cruyff se interesó en mí. Pero antes, también estuve en la órbita del Real Madrid. Fue después de mi primer año en el club, cuando nos clasificamos para la UEFA. Ramón Mendoza y el secretario técnico del Madrid hablaron con el presidente Eugenio Prieto; estaba prácticamente cerrado el fichaje. Yo estaba de vacaciones y me llamaron para que viniera antes porque el Madrid iba a pagar la cláusula, pero a última hora Radomir Antic, el entrenador del Madrid, se decidió por otro perfil de jugador. Terminaron fichando a Ricardo Rocha.

¿Sigues al Oviedo?

Sí, sí. Viajo bastante, pero cuando estoy por aquí intento ir al campo. Y lo sigo desde la distancia si hace falta. Ahora todavía más, después de la llegada de Carrión porque jugamos muy bien y hay muchísima ilusión con el equipo por la posibilidad de regresar al sitio donde estuvo mucho tiempo. Estamos muy esperanzados.

23 años son muchos.

Son muchos estando en Segunda, Segunda B, incluso Tercera División. Fueron años muy duros, pero, sin embargo, la afición nunca ha dejado de lado al equipo. Es impresionante lo de la afición del Oviedo. Ni estando en Tercera perdieron la fe.

¿Y qué me dices de Cazorla?

Llega al Oviedo porque nunca jugó en el primer equipo y su ilusión máxima era terminar su carrera aquí. La calidad no la ha perdido, su visión de juego, el pase… Me encanta verle jugar.

Es un poco el Modric del Oviedo.

Tiene similitudes por la posición, la forma de jugar, la tranquilidad… y su importancia en el equipo. La pena es que se lesionó el otro día y no está en plenas condiciones. Pero yo creo que es un jugador que con solo estar en el campo ya da confianza a los compañeros y a la afición. Cuando está Cazorla se nota.

¿Eres optimista con el ascenso?

Mucho. Y lo soy desde hace muchos meses. El inicio fue malo, pero hace medio año el equipo empezó a funcionar y, desde entonces, lo veo con muchas posibilidades. Se atreven, juegan bien, son valientes, el entrenador apuesta por ir a por los partidos. Y cuando se metieron en playoff, yo ya pensaba que eran los favoritos para subir porque es el que más fútbol ofrece de los cuatro. Creo que subirá ante el Espanyol.

Menos mal que el Oviedo juega el domingo y la selección de Croacia, el lunes.

(Ríe) Menos mal, sí. Se me complicaría la cosa; por suerte, me da tiempo a todo. Primero vamos a por el ascenso del Oviedo y después, a por la clasificación para octavos de Croacia.