ALAVÉS

Asier Villalibre: "Me gustaría que se me reconozca más por ser futbolista que por la trompeta"

Asier Villalibre, cedido en el Alavés por el Athletic, repasa su carrera y reflexiona sobre los miedos y la confianza de un futbolista profesional.

Asier Villalibre posa con la camiseta del Alavés./Alavés
Asier Villalibre posa con la camiseta del Alavés. Alavés
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Asier Villalibre es un icono. Su barba, su trompeta y su forma de ser se han hecho un hueco en un deporte cada vez más mercantilizado y convertido en espectáculo. Y, por supuesto, también su fútbol. Su recibimiento en Vitoria, con Mendizorroza aclamando a su nuevo ídolo, le devolvió la confianza en sus capacidades. Esa que busca para poder regresar a Bilbao a final de temporada, como dice el contrato, y disfrutar del fútbol siendo "feliz" en el club en el que siempre ha soñado con jugar.

Aunque tuvo dudas, por diferentes recuerdos pasados, finalmente dio el paso de salir cedido al Alavés tras renovar con el Athletic hasta junio de 2025. Un gesto de parte del club que agradece y que fue un impulso anímico para decidirse a buscar minutos en el equipo de Luis García Plaza, con el que sueña con ascender. Junto a Villalibre repasamos la carrera de un futbolista que debutó con 19 años en Bilbao y que cuando aún tiene 25 no ha logrado hacerse un hueco como titular.

Un camino de dudas y confianza. De mucho trabajo mental para acabar de creerse que puede ser la referencia ofensiva rojiblanca. Por el momento, se centra en disfrutar y en seguir creciendo. Por ello, se sorprende cuando alguien define su cesión en la capital vasca como un paso atrás. Para él es un paso adelante que necesitaba más que nunca.

Pregunta: Dos meses después de tu llegada a Vitoria. ¿Cómo estás? Parece que la decisión ha sido acertada.

Es algo que he comentado bastante con la gente que conozco, necesitaba un cambio. Un jugador necesita minutos, jugar y sentirse importante en el grupo. Sentía que quería eso, participar más y venir aquí me ha dado ese empujón. Todo ha sido inmejorable.

Debut, dos goles e ídolo de la afición. Poco más podías pedir.

Joder, es que llegar en el mercado de invierno, contra el Eibar, un rival directo y empezar con dos goles y ganar... Mendi estuvo a explotar. Fue un día muy, muy especial.

¿Cómo recibiste el llegar y ver que eres casi un icono?

Me lo tomé de dos maneras. Por un lado, muy sorprendido. No me esperaba que por un jugador que llega cedido haya tanta ilusión y tantas ganas, al final eres un futbolista que saben que está cedido y que el año que viene se va. Me sorprendió mucho y, por otro lado, estoy muy agradecido. Tengo guardado el momento en el que salté al campo. Es algo que voy a agradecer toda la vida.

La sensación es que la gente ve en ti a una persona normal y se ven reflejados.

Soy consciente de ello, por la cercanía que puedo mostrar o la normalidad. Mi manera de ser y mi manera de vivir es seguir siendo igual que siempre y seguir haciendo las mismas cosas que he hecho siempre. Ir a ensayar, quedar con los amigos… no he cambiado. No sé si es lo normal o no, pero me gusta ser como soy yo.

Villabre habla sobre cómo le ve los aficionados al fútbol.Relevo

¿En algún momento te ha llegado a cansar que se hable más de ti por todo lo que rodea al futbolista que por tus aptitudes como delantero?

No me molesta, lo entiendo, pero es verdad que en algún momento sí que he pensado joder, me gustaría que se me reconozca más por ser futbolista, por ser delantero, que por tocar la trompeta o por ser una persona normal. Pero lo he llevado sin presión, ya te digo que no me molesta pero sí que me gustaría ese reconocimiento.

En ese sentido, Vitoria y el Alavés te brindan una zona de confort en cuanto a estilo de vida, cultura, idioma... Sobre todo después de las cesiones a Numancia, Lorca y Valladolid, que no salieron bien.

Culturalmente es bastante parecido, al final estamos en Euskadi. Creo que estoy mucho más cómodo porque han pasado también cinco o seis años desde mi última cesión. Viéndolo ahora, en el momento no te das cuenta, creo que entonces no estaba preparado mentalmente para irme fuera de casa y pasar un año así. Pero ahora mismo es todo lo contrario, es verdad que tenía miedo por la situación que viví porque tenía ese recuerdo pero la verdad es que lo llevo de diferente manera. Estoy al lado de casa y mentalmente lo llevo muy diferente.

El miedo a salir cedido por las experiencias pasadas.Relevo

¿Lo pensaste a la hora de tomar la decisión?

Sí, pero creo que ha sido más de experiencia y de la edad, que he ido madurando y he ido aprendiendo. Y también pensar en que este paso me va a ayudar. Es verdad que hubo ese poquito de miedo por esas experiencias malas pero dar ese empujón me ha ayudado mucho.

Hablas de tener protagonismo y de jugar. ¿No tenías confianza en el Athletic?

La confianza hay que trabajarla uno mismo y te la tienes que ganar. No podemos esperar que un entrenador confíe en nosotros sin nosotros demostrarle que puede hacerlo. Es un tema complicado. Lo más importante es trabajar mentalmente para llegar a tener esa confianza sin que nada externo te pueda influir. Es la clave, aunque hay una pequeña parte que necesitas de fuera.

¿Hubo momentos en los que no confiabas en ti mismo?

Sí, sí. Ha habido esos momentos. Cuando salí cedido pasé uno de los peores momentos. Futbolísticamente y personalmente, no conseguía disfrutar y al final llegas a dudar de todo. Pero creo que eso lo he ido superando con los años, hablando con compañeros, con amigos y luego el tema de la psicología deportiva se trabaja mucho en Lezama y aquí también. Nunca había estado con un psicólogo y el trabajo que hemos hecho me ha ayudado muchísimo para poder tener más tranquilidad a la hora de afrontar situaciones deportivas.

¿Has superado esa falta de confianza?

Creo que ahora sí. En algún momento sí me ha faltado confiar en mí mismo y es lo que más he trabajado en el aspecto mental. Es de las cosas más importantes en un futbolista y había momentos en los que dudaba. Pero en los últimos años creo que lo he ido mejorando.

¿Cuándo tomaste la decisión de salir cedido y por qué?

Decidirlo lo decidí sobre noviembre, sobre todo porque a principio de temporada me encontraba bien. En pretemporada hice goles, empecé jugando y en ese momento sí estaba feliz. Pero todo cambia muy rápido. Fui viendo que no tenía minutos, que no contaban conmigo y más o menos en noviembre, hablando con mi entorno, me di cuenta de que tenía que salir porque si no eres partícipe no consigues disfrutar. Sí era feliz en mi vida, pero futbolísticamente no.

El Athletic te renovó hasta 2025 antes de cederte. Imagino que eso ha sido un impulso anímico también.

Pues llegué a dudar también porque terminaba contrato y no sabía qué iba a pasar. Cuando el club me dijo que querían renovarme me sorprendió mucho, incluso dudé porque en ese momento no sabía si iban a querer contar conmigo. Fue un gesto que agradezco mucho y que me dio mucha fuerza para venir aquí a ganar confianza y el poder jugar en el Athletic. Creo que esta decisión ha sido muy importante.

En rueda de prensa se te preguntó si era un paso atrás por bajar de categoría, pero dijiste que no muy convencido.

La pregunta me sorprendió porque en ningún momento llegué a pensar que podía ser un paso atrás, todo lo contrario. En mi cabeza y en mi entorno nadie dijo nada de eso. Todo el mundo me animaba y me decía: 'Asier, lo importante para ti es jugar y vas a dar ese paso hacia adelante'. Quedarme allí sin jugar, es verdad que entrenas pero lo importante es tener ese protagonismo… Por eso tengo claro que no es un paso atrás, es un paso hacia adelante.

Valoración de su cesión al Alavés.Relevo

Debutaste con 19 años y has vivido siempre con la sombra de Aduriz y con continuas comparaciones. ¿Te ha pesado?

El tema de Aduriz siempre lo he dicho, yo creo que no ha sido un peso. No va a haber otro 'Adu', solo hay uno. Igual que solo hay un Julen Guerrero y ninguno tiene que venir a ocupar ese hueco que ellos se han ganado. Elegí la camiseta con el número 20 de la misma forma que mucho niños se compran la camiseta de Aduriz con el 20. Para mí era una ilusión poder vestirla con mi nombre e intentar jugar de delantero en el Athletic.

¿Y ahora, con 25 años y cedido en el Alavés, te ves capacitado para jugar en el Athletic?

Sí, ahora sí me veo volviendo y pudiendo jugar. Creo que estos meses aquí me van a venir muy bien en ese sentido. En ganar confianza, en jugar, en tener continuidad y poder demostrar que puedo jugar.

¿A la hora de salir cedido, se te pasó por la cabeza que el Athletic puede ganar un título de Copa y perdértelo?

Te voy a ser sincero. Hubo un momento en el que pensé: 'Joder, ¿si me voy y ganan la Copa? ¿Y si me lo pierdo?' Pero luego le fui dando vueltas, hablando con mis amigos y con mi familia y también me di cuenta de que si no estás siendo partícipe, si no estás jugando, no sientes ese título como tuyo. O no lo disfrutas igual. Es como si un compañero tuyo hace un artículo y tú solo le has dado un consejo o le has dicho algo, seguro que no sientes el artículo como tuyo. Al final podía seguir en Bilbao esperando que se ganase la Copa pero no iba a ser feliz. Y tenía la opción de venir aquí, jugar, tener protagonismo y poder ayudar a conseguir el ascenso. Como he dicho antes, tenía ese miedo a salir pero necesitaba venir aquí para ser feliz. Ahora prefiero disfrutarlo desde fuera como un aficionado y ojalá que puedan ganar la Copa.

Ascender con el Alavés y el Athletic campeón de Copa. ¿Firmamos?

Joder, eso sería lo mejor. Esa sería la situación ideal. Sería increíble.

¿Sigues viendo los partidos del Athletic?

Sí, como un aficionado. Fui a San Mamés a ver el partido contra el Barça, pero el resto de partidos no he podido ir porque coinciden con los nuestros. Pero me gusta seguirles y disfrutarlo como un aficionado más.

Si has ido a San Mamés sabrás que sigue sonando tu voz antes de los partidos (Villalibre tiene un grupo de música llamado Orsai con otros compañeros del Athletic y sus dos canciones suenan durante la previa de los partidos).

Me da un poco de vergüenza. Me lo ponen mucho los amigos y ahí no me da tanta vergüenza pero escucharte en San Mamés es otra cosa. Es increíble lo que hemos conseguido. Al final somos un grupo de amigos que hemos aprendido a tocar desde cero y hemos conseguido que suenen en San Mamés dos canciones.

¿Cómo surgió la idea de que formases parte del grupo como cantante?

Cuando empezaron a tocar yo estaba en duda de si iba a salir cedido o si iba a seguir. Y sabía que estaban haciendo un grupo. Cuando ya estaba claro que iba a seguir les dije que yo tocaba la trompeta, pero me dijeron que necesitaban un cantante. Y yo no sé cantar, o no sé cantar muy bien, sé que no tengo muy buena voz, pero me atreví y me animé a hacerlo. Y ahora lo disfrutamos mucho.

Siendo joven y después de varias cesiones, me imagino que formar parte de Orsai [así se llama el grupo] también te ha ayudado a integrarte en el vestuario.

No lo había pensado nunca así. Pero es verdad que el haber estado con ellos, compartir tantas horas juntos ha hecho que tengamos muy buena relación. Y poder mantenerlo ahora es algo que le doy mucho valor porque me permite seguir conectado con ellos de alguna manera, poder seguir viéndoles, estar con ellos, preguntarles cosas, seguimos hablando de fútbol y disfrutando juntos una vez por semana.

¿Te has sentido alguna vez un bicho raro en un vestuario? No de manera despectiva, pero es verdad que tienes gustos diferentes a otros futbolistas. No sé si has notado esa distancia.

Un bicho raro no me he sentido, pero es verdad que en algunas cosas puedo ser diferente a gente de mi edad o a otros futbolistas. Pero en el vestuario siempre acabas encontrando tu núcleo o grupos con los que compartes intereses. Tengo el grupo de música con Dani [García], Vesga, Lekue, Balenziaga y Demar [De Marcos] y disfrutamos muchísimo, pero también tengo otro con Zarraga, Paredes y Ander Iru para hacer escapes rooms, por ejemplo. Al final es encontrar hobbies o cosas que te gustan con cada uno.

¿Cuánto de difícil es manejar las emociones en el entorno del fútbol y que no se te vaya la cabeza?

A ver, es algo que siempre se dice. Pero cada uno lo maneja a su manera. Yo he tenido mucha suerte de tener un entorno que me ha protegido mucho en ese sentido. Me ha hecho saber en todo momento que lo que estaba haciendo era extraordinario pero seguía siendo el mismo, haciendo la misma vida con mi cuadrilla y con mi familia y eso te hace mantener los pies en el suelo.

Pero hay momentos de máxima repercusión, como la final de la Supercopa. Expulsión de Messi, la trompeta, un título... Me imagino que es difícil manejarlo mientras en redes sociales se viralizan los vídeos, se habla solo de ti...

No tengo redes sociales y no me entero de esas cosas. El día de la Supercopa se convirtió en el tema del momento, pero lo que conseguimos fue tan importante y estaba tan feliz que no pensé en ningún momento en eso. Futbolísticamente es el día más feliz que he tenido sin duda y no había espacio para más cosas que eso.

Los futbolistas viven en una burbuja. ¿Qué te dice esa frase?

Yo entiendo que desde fuera muchas veces se vea a los futbolistas en su burbuja y cada uno lo maneja como quiere o como puede. Yo, por ejemplo, intento ser lo más normal posible. Soy una persona normal y corriente, como cualquier persona de la calle. ¿Qué es ser normal? Al final, yo intento ser lo más parecido posible a como he sido siempre. Te pongo dos ejemplos. Hace unas semanas estuve con mi sobrino y fuimos a jugar a un parque los dos. Y se acercaron 40 niños a sacarse fotos y a que les firmara. Y yo entiendo que es normal, pero creo que hay momentos y momentos. Al final me pasé todo el rato firmando y mi sobrino no disfrutó nada ese momento. Por eso puede entender que igual otro futbolista en esa situación se va a un campo privado y juega con su sobrino en esa burbuja. Es una reacción para poder tener ese tiempo. O, por ejemplo, yo toco con la electrocharanga de mi pueblo.

Y lo hago porque me gusta, porque es una de las cosas que más disfruto, pero yo sé que cuando estoy en unas fiestas de un pueblo me están sacando fotos o vídeos y no me gusta no tener esa privacidad. Igual a Dani [García] o a De Marcos también les gustaría poder tocar y hacer ese tipo de cosas, pero igual prefieren no hacerlo por el tema de los vídeos. Yo al final lo pongo en una balanza y lo hago porque me renta.