Lío monumental: dos rojas en un minuto, gol del Racing con el portero lesionado en el suelo y el Huesca acaba con ocho
Sin mala fe, Mario García puso las tablas mientras Dani Jiménez se dolía de una grave lesión en el codo.

El partido entre Huesca y Racing de Santander estaba resultando relativamente tranquilo hasta que saltó por los aires allá por el minuto 56. Entonces, Loureiro realiza una durísima entrada por detrás a Pablo Rodríguez, a quien le clava los tacos. En primera instancia, el colegiado González Díaz no vio la magnitud de la patada, pero rápidamente se dio cuenta, tras revisión en el monitor, que era merecedora de cartulina roja. Para entonces, el conjunto oscense, que ganaba 0-1 gracias al tanto de Kortajarena, veía cómo su victoria corría peligro por la inferioridad numérica.
Sin embargo, el juego no se reanudaba y nadie en El Alcoraz entendía por qué. Jorge Pulido se enzarzó con un adversario, pero habían sido dos empujones tontos, sin importancia alguna, sin mediar caída, sin que nadie reclamara nada... Ni siquiera merecían ser castigados con amarilla. Pero los jugadores del Racing de Santander, con los ojos inyectados en sangre, se lanzaron hacia la posición de González Díaz y le hicieron saber que algo grave había ocurrido. Este se echó la mano al oído de nuevo, como si estuviera esperando indicaciones del VAR y, tras varios minutos de parón, le sacó otra roja al central del Huesca.
Este no se lo podía creer. Tampoco el público. Nadie sabía qué es lo que estaba pasando. Pero González Díaz, sin necesidad de ver nada en la pantalla, enseña la cartulina y acaba explicando a todos que lo que ha sucedido es que Jorge Pulido había hecho el gesto de las esposas, como indicando que se estaba produciendo un atraco, que el árbitro estaba persiguiendo al Huesca. Por el devenir de los acontecimientos, todo apunta a que fueron los propios futbolistas del Racing los que delataron a su adversario, que caminó rumbo a vestuarios con gesto de incredulidad. No obstante, da igual el testimonio rival, fue el VAR el que aseguró que, efectivamente, ese gesto se había producido.
Aún quedaba la traca final. Karrikaburu remata de cabeza y Dani Jiménez realiza una parada monumental para evitar el tanto. El portero tiene la mala fortuna de caer sobre su propio codo, se lo había. Se echó al suelo de inmediato, pidió parar el partido y se encontraba roto de dolor. En ese preciso momento, Mario García caza el rechace tras un pequeño descontrol y el balón acaba dentro de la portería. El gol del Racing llegó con el guardameta rival dolorido en el suelo, lo que llevó a los oscenses a una nueva protesta multitudinaria al colegiado.
En defensa del jugador del Racing, cabe resaltar que es una acción rápida, inmediata, que no le da tiempo efectivo a reaccionar y que el devenir de los acontecimientos le exculpa de una mala intención. Los futbolistas del Huesca, fruto de la tensión del momento y de lo que acababa de ocurrir, se revolvieron enérgicamente. Después, con Dani Jiménez siendo atendido sobre el césped, mostraron su preocupación por su estado de salud.
Tras más de cinco minutos de atención, Dani Jiménez seguía sin poder moverse. Con ayuda de los médicos, pudo levantarse, aunque se tuvo que marchar en camilla y conmocionado. Todo apunta a una lesión grave en su extremidad y podría no volver a jugar en lo que resta de temporada. El colegiado concedió el gol, ya que no se había producido infracción alguna. Entre la primera expulsión y el cambio del portero pasaron un total de doce minutos en los que apenas hubo un par de jugadas. El Racing acabó aprovechando la superioridad numérica para darle la vuelta al marcador y el lío fue a más.
Hugo Vallejo derribó a Andrés Martín en una internada por la derecha y se llevó la amarilla... que era la segunda. El Huesca, ver para creer, acabó con ocho. Arana, en un contragolpe, puso el tercero y después acabó perdiendo los papeles y hasta el propio árbitro le tuvo que calmar. Un partido que no se olvidará...
Comunicado del Huesca
Horas después del partido, la SD Huesca emitió un comunicado en señal de protesta por una actuación arbitral que considera que "ha condicionado el resultado del encuentro". Además, ponía el foco en la procedencia del colegiado, natural de Oviedo, equipo situado en quinta posición y con un punto más que los altoaragoneses.
COMUNICADO OFICIAL | La SD Huesca considera que el arbitraje recibido ante el Racing de Santander ha condicionado el resultado del partido.
SD Huesca (@SDHuesca) April 19, 2025
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La SD Huesca lamenta el arbitraje sufrido ante el Racing de Santander y considera que éste ha condicionado el resultado del encuentro. Un partido que ha vuelto a poner de manifiesto la situación de absoluta desnaturalización en la que se encuentra el fútbol tras la implantación del VAR.
La supuesta finalidad del videoarbitraje es tratar de sancionar las jugadas claras y manifiestas, algo que, una vez más, no sucedió en la acción que encadenó la primera expulsión del partido y que terminó condicionando el resto del encuentro. La jugada que supuso la expulsión de Miguel Loureiro influyó directamente en el resto del transcurso del partido.
Nuestro club considera que un arbitraje no debería en ningún caso tener la capacidad de condicionar un partido e incluso una temporada. Son ya varias veces durante este curso en los que la SD Huesca se ha visto perjudicada por decisiones arbitrales. Desde nuestra entidad, pedimos respeto y solicitamos el mismo trato arbitral que al resto de clubes. Además, cabe recordar que los actores principales del fútbol son los futbolistas y no los colegiados.
Desde la SD Huesca solicitamos además al Comité Técnico de Árbitros, un mayor cuidado a la hora de designar a los colegiados y evitar que éstos procedan de ciudades implicadas en los mismos objetivos deportivos que nuestro club. También instamos una vez más al arbitraje español a reflexionar sobre la naturaleza del VAR y toda la normativa que vertebra el fútbol, con el objetivo de que nuestro deporte sea más justo.