El nuevo año deja al Lugo cerca del abismo tras once temporadas

Tras el descenso del Alcorcón la pasada campaña, el honor de ser el club con más temporadas consecutivas en LaLiga Smartbank cambiaba de dueño y viajaba a tierras gallegas. La historia reciente de la categoría y del CD Lugo se ha ido escribiendo a lo largo de las once temporadas que acumulan los albivermellos, con un presupuesto siempre austero y un objetivo ambicioso fijado: mantener un puesto en el segundo escalón del fútbol español.

Los lucenses solo habían disputado una temporada en Segunda División en toda su historia cuando alcanzaron el ascenso en el Ramón de Carranza, en junio de 2012, tras una agónica tanda de penaltis y desde entonces, nadie ha podido arrebatarles su sitio entre los mejores. Hasta ese momento, el Lugo solo había jugado una temporada en el fútbol profesional, lo que da una magnitud mayor a lo logrado estos años.

La situación en estos momentos ha cambiado para los gallegos, que ocupan la última posición en la tabla clasificatoria y miran ya la salvación a catorce puntos de distancia, haciendo de una posible permanencia una verdadera utopía. Tras cuatro entrenadores y una racha de catorce encuentros sin vencer, el Lugo pasa por el peor momento de su historia reciente, que ha coincidido con la marcha de dos piezas clave en su confección. Carlos Pita en los despachos y Chris Ramos sobre el terreno de juego.

Precisamente Carlos Pita era el único superviviente del ascenso en Cádiz y la pasada temporada dijo adiós al olor a césped, para entrar en los despachos del club como director deportivo. Su salida, tras finalizar el mercado invernal, dejaba un sabor amargo en el entorno lucense, coincidiendo casi al mismo tiempo con la marcha de Chris Ramos, máximo goleador del equipo y seguramente uno de los mejores jugadores de la categoría, precisamente al club gaditano.

"Que no dejaran morir esto y que luchen a muerte porque merece mucho la pena. El conseguir objetivos como grupo y el sentirte partícipe de los objetivos que consigue un grupo en el mundo del fútbol no tiene precio", decía Carlos Pita en una despedida en la que hacía referencia al valor que tenía lo que había hecho el club hasta entonces y que él mismo había vivido y trabajado en primera línea de combate. Quiso dar un paso al lado para que los números del club mejoraran y se lograra la permanencia, pero la realidad fue distinta.

Y es que el Lugo, desde que comenzó el año 2023, no ha ganado ningún partido. En la mencionada racha de catorce encuentros sin vencer, solo ha sido capaz de anotar tres tantos, lo que le ha dado un balance de seis empates y ocho derrotas. Sumar 6 puntos de 42 posibles es una losa que puede acabar descendiendo a un equipo, principalmente si el colchón que arrastra hasta ese momento no es demasiado amplio.

En cualquier caso no es la racha más larga sin vencer. En la temporada 2020-2021, los albivermellos estuvieron hasta dieciséis jornadas sin lograr una victoria. Eso sí, ese curso lograron la salvación de la mano de Rubén Albés, ahora entrenador del Albacete. Con Juanfran, un año antes también se acabó produciendo una permanencia milagrosa, tras dar un giro anímico a la plantilla.

La marcha de Chris Ramos ha podido ser otra de las causas del declive del Lugo. De esta racha de encuentros en caída libre, los últimos diez han sido sin el delantero gaditano, que había anotado siete tantos con los de la ciudad amurallada. En esos diez encuentros, el Lugo solo ha podido marcar dos goles, cifra completamente insuficiente, que además deja a los gallegos como el equipo de la categoría de plata con menos goles a favor (21).

"Un cacho bastante grande de mi corazón se queda en Lugo. Han sido unos años maravillosos para mí. Este vestuario está preparado para salir de este bache y el Lugo va a estar donde se merece un año más", confiaba Chris Ramos en que su marcha no alejara al Lugo de la salvación que había conseguido cada temporada durante once años, pero era consciente de que no iba a ser sencillo: "Me gustaría haber salido en otra situación para el club. Me voy con esa espinita de que la situación no es muy buena y no poder aportar mi granito de arena me jode bastante, pero no podía dejar pasar esta oportunidad".

Con el delantero gaditano se marchaban muchas de las opciones de los lucenses de lograr la permanencia un año más en Segunda División. Aunque matemáticamente la calculadora aporta un hilo de esperanza, la realidad es cruda y ese honor de ser el club con más temporadas seguidas en esta categoría puede estar próximo a acabar, al mismo tiempo que en el Cádiz ya se empiezan a celebrar los primeros goles en Primera División de Chris Ramos.