Herrera y Oltra, últimos héroes, analizan el derbi canario: "Es una fiesta"

"He tenido la suerte de no perder ningún derbi y eso allí es algo muy importante", proclama orgulloso José Luis Oltra (Valencia, 1969) desde Chipre. El ahora entrenador del AEK Larnaca sigue atentamente la evolución del club donde hizo historia. Ha dirigido en más partidos que nadie al Tenerife y fue el último técnico que consiguió dar con los blanquiazules el salto a Primera. Una larga trayectoria que comenzó con una advertencia sobre la importancia del derbi. Le sucedió nada más pisar el aeropuerto de Los Rodeos en su primera etapa: "Cuando llegué a Tenerife, el primer aficionado que se dirigió a mí me dijo dos cosas que me marcaron; una, que jugara bien al fútbol, como habían hecho en la época de Valdano o Heynckes haciendo disfrutar a la gente; y dos, me miró y me dijo: 'yo no le voy a pedir que suba, le pido que gane el derbi'. Son dos cosas que el primer día te marcan".

"Es distinto a otros que me ha tocado disputar como el Celta-Dépor o el Sporting-Oviedo. Por lo que he visto desde la distancia, en los derbis canarios que yo he vivido el colorido y calor de la afición podría asemejarse a un Boca-River, es especial", asiente Paco Herrera (Barcelona, 1953). Afincado en Badajoz, el último equipo del entrenador con más partidos dirigidos en la categoría de plata fue la UD. Era su segundo paso por un conjunto al que logró ascender en 2015, última vez que los amarillos dieron el salto a la élite.

Ambos entrenadores recalcan que si el derbi se vive con pasión durante la semana previa, la salida hacia el estadio se convierte en un momento único. "Nosotros no solíamos concentrarnos, a excepción de este partido. Cuando salíamos del hotel y nos estaba esperando la gente en todo el recorrido, pedía a los jugadores que entornasen un poco las cortinillas del bus para encarar el partido con algo de frialdad", afirma Herrera, quien continúa relatando el emotivo trayecto por la calle Fondos de Segura. Las camisetas amarillas cubren por completo el camino hacia cada derbi en el Gran Canaria: "A mí me gustaba que los jugadores se desvinculasen un poco de esa ansiedad, pero es difícil porque esos quince o veinte minutos de autobús ya te dicen lo que hay, es una auténtica preciosidad, una barbaridad".

Curtidos en mil batallas, tanto el técnico valenciano como el barcelonés insisten en el aspecto mental. Es clave saber manejarlo durante la semana previa y justo antes del duelo. También dan algún truco. "En la primera etapa, había un periodista de Las Palmas, que con el afán de lo que suponía el partido fue bastante incisivo, de bufanda, con alusiones a que eran mejores en todo, tenían una isla más bonita, mejor afición… Durante la semana pedí no entrar al trapo en nada, pero justo en la previa, en el vestuario, puse el artículo en grande a los jugadores y les dije: 'leedlo y si no tenéis ganas de ganar, es que os falta ese orgullo para defender a la gente de aquí, seáis o no de aquí'". Cuenta la anécdota Oltra y comparte el argumento Herrera: "Las declaraciones o salidas de tono se aprovechaban. Cuando aparecía algo distinto que venía del otro lado, lo utilizabas para picar a los jugadores".

Conforme se aproxima el inicio del partido, la responsabilidad pesa. El recuerdo del que fuera preparador de la UD es el "Silencio", en mayúsculas. Así relata los instantes previos a saltar al terreno de juego: "Existía mucho silencio, silencio de responsabilidad. Eso es lo que más recuerdo. Justo hasta el momento de salir. Entonces, se rompía con una emotiva arenga del capitán, distinta a la de cualquier otro partido: hay que ganar por la gente que está ahí fuera".

José Luis Oltra tiene claro que en los derbis no importa la clasificación ni el momento de forma: "En el primero mío, que lo jugamos en casa, Las Palmas llegó colista al Heliodoro. Todo el mundo decía que les íbamos a golear y nos pegaron un gran meneo. Empatamos, pero merecieron ganar y bien". Sí considera que pueden ser fundamentales determinados jugadores. Por un lado, importa la experiencia. "Son básicos en este tipo de partidos. Carlos Ruiz, por ejemplo, en el Tenerife, puede ser importante. También otros como Enric Gallego".

Mientras, para Paco Herrera en ese aspecto "Viera debe ser decisivo". Y añade: "Siempre he dicho que es un jugador distinto. Tuve la suerte de tenerlo y en este tipo de partidos especialmente es un jugador que se sabe manejar, tiene experiencia, calidad e inteligencia. Debe ser un jugador clave". Por otra parte, es la oportunidad para que las grandes promesas se reivindiquen. Alberto Moleiro, asegura el ex preparador amarillo, es uno de ellos: "Este tipo de encuentros genera una presión y responsabilidad especial y es interesante ver cómo la maneja, ver si está preparado para más cosas. Aparecen responsabilidades como asumir lo que se espera de ti y ponerlo en el campo de juego". En el bando tinerfeño, la eclosión de Teto es un impulso para el que fuera técnico chicharrero: "Tener gente con ilusión y ese plus de ser de la tierra ayuda bastante. Yo recuerdo que utilicé mucho a Suso en este tipo de partidos porque él más que nadie lo vivía en primera persona. Recuerdo el caso de Iriome y su doblete goleador. Lo que marca la diferencia es el talento y eso no entiende de edad".

¿Puede marcar tendencias este partido?

"El que gana sale con mucha confianza y un entorno muy favorable, pero depende mucho del momento de la temporada", asegura Oltra, quien confía en que continúe la recuperación mostrada por el conjunto de Ramis en las últimas jornadas. "Acabaron tarde y desilusionados, sin premio en el playoff, tras una temporada sobresaliente. Esa decepción te deja el listón muy alto y con mucha presión. Ha cambiado la plantilla y ha tenido muchas ausencias por lesión, lo que ha hecho que falte continuidad. Pero está a tiempo de todo y con el transcurso de las jornadas seguirá mejorando".

A Herrera le convence el conjunto de García Pimienta porque, más allá de la clasificación, ve un bloque sólido: "Es un equipo que está demostrando su candidatura. Yo me fijo mucho en los números y no hablo de los 28 puntos, sino del equilibrio imprescindible entre goles a favor y en contra, dice mucho en favor de la UD. Es muy difícil hacerle gol y muestra el gran trabajo defensivo, segundo menos goleado. Eso es tan importante como cuando se brilla en ataque".

El derbi ha dejado momentos para el recuerdo y a Oltra no se le olvida cuando ganó el primero como visitante gracias a un gol de Alejandro Alfaro, ni cuando "Juanma Rodríguez celebró un gol delante de nuestro banquillo y, a pesar de lo tranquilo que soy, estuve a punto de… Nos conocemos bien y ya se lo he dicho varias veces -comenta entre sonrisas-".

Un pique sano cuya edición más reciente fue en los pasados playoff de ascenso a Primera, con pase a la final de la promoción para los de Heliodoro. Fue más allá, en diciembre de 2018, cuando Herrera y Oltra tuvieron la oportunidad de vivirlo cara a cara por última vez. Se disputó en ese caso en el Estadio de Gran Canaria y concluyó con empate a uno. Viejos conocidos y buenos amigos, animan a los suyos con una apelación al respeto mutuo. "El recuerdo que tengo yo de los derbis y de cualquier situación para conseguir los objetivos finales es que la afición era el plus del equipo", confiesa Herrera. Finaliza Oltra con un mensaje compartido: "Que nadie ni nada pague frustraciones. Disfruten de la fiesta del fútbol canario y tengan respeto".