Un partido en el patio del colegio convirtió a Jonmi Magunagoitia, héroe del Eibar, en portero: "A pesar de no gustarle, terminó bajo los palos"
El guardameta del Eibar fue el autor del empate en el último minuto del partido contra el Oviedo. De niño comenzó formándose como delantero.
Dicen que en el fútbol formativo se deben probar todas las posiciones del campo. En las etapas iniciales el resultado es lo de menos, por eso hay más facilidad en formar a los futbolistas en las diferentes demarcaciones. Los motivos son diversos: generar futbolistas más completos, facilitar que todos los jugadores del equipo puedan disfrutar de tiempo en el césped o disminuir la monotonía.
Jonmi Magunagoitia ha demostrado hoy que es claro ejemplo de que esta estrategia funciona. El portero del Eibar ha obrado el milagro en Ipurúa con un gol de cabeza en el minuto 95 para certificar el empate ante el Oviedo. En el último minuto de un partido completamente sentenciado, Nacho Vidal fue el autor de una falta tonta al borde del área. Era la última jugada del encuentro y el Eibar tenía un balón parado al costado del área para rascar un punto. Iván Gil la colgó al inicio del área del Oviedo y Magunagoitia peinó el balón con la única esperanza de verlo dentro de la portería.
Así fue. El remate, de una dificultad altísima, pasó por delante de una maraña de piernas y acabó en el fondo de la red de Aarón Escandell. Ni el propio Magunagoitia se lo creía. Acababa de marcar su primer gol como futbolista profesional. Jon Mikel Magunagoitia, o Jonmi, como le llaman cariñosamente en los vestuarios por los que ha pasado, sabe lo que es celebrar un tanto, porque en sus primeros pasos dentro del fútbol marcó unos cuantos.
Natural de Amorebieta, el portero de 24 años ha crecido dentro del fútbol a caballo entre Eibar y su Amorebieta natal. Desde que llegó a la cantera armera, allá por la edad de juvenil, ha intercalado alguna cesión con el Amorebieta, pero siempre con la idea de llegar a ser el portero del primer equipo del Eibar. En sus años de formación, Magunagoitia jugaba en las antípodas a su posición actual. Cuando ni pensaba en llegar al fútbol de élite, Jonmi era delantero. Así lo reconoció el mismo en una entrevista publicada por la revista local Hilero Zornotzan.
"De niño comenzó como delantero, pero un día le tocó jugar como portero en la Ikastola y a pesar de no gustarle, terminó bajo los palos. Ahora no se ve de otra cosa, no se arrepiente", asegura el citado medio. Como bien recogen las líneas anteriores, un patio en la Ikastola (colegio público en euskera) plantó una semilla en él. No le gustó, pero sus entrenadores vieron que podía dar más en esa posición, y desde aquel entonces no volvió a adelantar su posición en el campo. Ni su altura (1,83 metros), baja para el estándar habitual en los porteros de élite, hicieron que dejase los guantes. "Hoy en día se buscan porteros altos, pero no creo que influya. Alguien más bajo tiene más ventaja en otras cosas, y además todo se trabaja. Iker Casillas y Víctor Valdés eran los mejores y no eran precisamente muy altos", apostilló sobre su físico hace unos años.
😱 PORTERO GOLEADOR.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) April 5, 2025
🔨 Jonmi Magunagoitia, de cabeza y en la última jugada del partido, para salvar al @SDEibar. #LaCasaDelFútbol #LALIGAHYPERMOTION pic.twitter.com/NOJRkmXhII
Como se dice habitualmente en el mundo del fútbol, Jonmi se ha ganado con sangre el llegar a la élite. En 2019 subió al filial del Eibar y no tardó demasiado en convertirse en el guardameta titular. Dos años alternando titularidades con presencias en las convocatorias del primer equipo no fueron suficientes para que la dirección deportiva renovase a Magunagoitia. Le tocó buscarse un nuevo equipo. Una temporada en el Zamora en Primera Federación le sirvió para coger inercia y firmar por su equipo natal.
Con el Amorebieta logró el histórico ascenso a Segunda División, siendo el guardameta titular de esa temporada. A pesar de forjar un gran año, no pudo disfrutar del premio en su totalidad. Magunagoitia solo sumó 16 titularidades en Segunda con el Amore antes de verse forzado a buscar un nuevo equipo. El destino todavía tenía una guardada a Jonmi. En el pasado mercado veraniego, el Eibar tocó a la puerta de su canterano. Los armeros, nombre fijo en Segunda, le ofrecían la titularidad que durante tanto tiempo buscó desde el filial. Quizás no por la vía más habitual, pero el premio terminó llegando a las manos de Magunagoitia. En su primera temporada como titular, ha vuelto al patio de colegio para sacar el delantero que siempre llevará dentro.