Ramis, el 'bioquímico' que cautivó a Del Bosque y que ahora sueña con dar el salto a Primera
El nuevo técnico del Espanyol, licenciado en Bioquímica y campeón de Liga con el Deportivo, debuta este domingo en Huesca.
![Luis Miguel Ramis, en su primera sesión de entrenamiento con el Espanyol. /AFP](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202311/10/media/cortadas/ramis-entreno-Rz2U6GBZ752gXzLfCdAN8aO-1200x648@Relevo.jpg)
En un momento de tensión, con el despido de Luis García a flor de piel y Fran Garagarza achicando agua con los remos en una agitada conferencia de prensa en el RCDE Stadium, Luis Miguel Ramis se presentó como nuevo entrenador del Espanyol con un mensaje claro, conciso y positivo. Consciente además de que era "el mayor reto" de su carrera. Apenas dos días después, su discurso cuajó en la plantilla, como expresó uno de los capitanes, Sergi Gómez:
"Los conceptos que trabajamos ahora son diferentes y más simples para centrarnos en hacer mejor lo que sabemos hacer", avanzó el central, quien específico las hondas diferencias con el técnico saliente: "La primera es que estemos más juntos después de la presión tras pérdida. Hemos trabajado para construir un bloque medio bajo cuando no tengamos la pelota, ya que la mayoría de goles que recibíamos era porque estábamos muy expuestos y había muchos espacios atrás".
La entrada de Ramis ha sido positiva, sin disonancias en el Espanyol, que ha optado por pasar página y aunarse para ascender, la única vía deportiva y económica para sobrevivir en su particular Galia. "Hemos percibido que tiene las ideas claras y que está tranquilo. Quiere culminar lo que nunca pudo, un ascenso, sabe que es su oportunidad", explican fuentes de la entidad blanquiazul, quienes señalan otras diferencias: "Se rodea de gente que pinta canas, su fútbol será más maduro", rematan.
Hijo de músico militar y un estirón que le cambió la carrera
Para entender a este hombre tranquilo hay que rebuscar en sus orígenes, que se sitúan 100 kilómetros al sur de Cornellà. En el centro de Tarragona creció este hijo de músico militar que perdió a su padre por una desgracia, pero que encontró en el deporte su refugio, porque Luis (para los amigos) practicó ciclocross o baloncesto antes de pasarse al fútbol base y luego al fútbol, donde encontró la horma de su zapato. La suya y la de sus dos hermanos mayores. "He jugado con él desde pequeño, somos del mismo año. Crecimos en el Nàstic, éramos 'Rami' y Ramis", explica Kiko Ramírez, que ahora es el director deportivo del Wisla Crackovia.
De niño, Ramis estaba lejos de ser el central que dominaba el juego aéreo y que marcaba la línea como destacó en su etapa profesional, en clubes como Real Madrid, Tenerife o Deportivo, con el que conquistó la histórica Liga del 2000. "Era el clásico seis. Un mediocentro bajito muy técnico que dominaba los desplazamientos en largo. Pero luego, un verano, dio un estirón y después ya jugó de central", cuenta Ramírez. Justo ahí, dio el salto.
Las primeras palabras de Ramis como entrenador del Espanyol:
— Relevo (@relevo) November 6, 2023
🗨 "Cuando surge esta posibilidad nos llena de ilusión y de responsabilidad".
🗨 "Sabemos del reto que hemos aceptado y nos sentimos preparados". pic.twitter.com/V5mq3B0Nfz
"Del Bosque vino a vernos jugar porque le estaba haciendo un seguimiento y se lo llevó para el Real Madrid", explica Ramírez, que destaca los valores de su compañero. "Era un chico que le encantaba el fútbol, muy de Tarragona, buena persona... Creo que no ha cambiado nada, sigue siendo el mismo de antes y hablamos a menudo".
Criado en una Tarragona rodeada por la industria química, Ramis empezó sus estudios de Bioquímica en la universidad de su ciudad y los acabó en la Complutense de Madrid, un 'rara avis' en unos años 90 donde había pocos futbolistas con estudios universitarios. "Ya estoy en un laboratorio de personas. También tenemos que hacer experimentos todos los días para ver si cuando mezclas dos cosas, obtienes lo que quieres. Tiene que ver un poco con eso también", comentó el técnico en una entrevista a Relevo en marzo.
«Siempre pensé que tenía cualidades para entrar en Primera»
Después de retirarse y de formarse, entró en el fútbol base del Real Madrid hasta que en la campaña 2016 dio el salto al filial cuando Zinedine Zidane ascendió al primer equipo: "Era metódico, trabajador, exigente, tranquilo, pero muy cercano. Siempre pensé que tenía cualidades, experiencia y preparación para llegar a Primera", comentó uno de los responsables de la cantera en aquel periodo.
Desde entonces, ha ido alternando en Segunda y realizando buenas temporadas sin el premio del ascenso, como en Tenerife y Albacete. "Hoy en día, independientemente de cómo juegues, lo importante es ser un buen gestor. Y él lo es. De hecho, pensé en él para el Wisla", apunta Ramírez, quien destaca que "creo que el Espanyol es un escaparate ideal para que dé un salto a su carrera y llegue a Primera".
Después del huracán Luis García, que revolucionó a la entidad con su pasión y su manera de jugar tan propia, el Espanyol recurre a un hombre tranquilo, un bioquímico que espera hallar la fórmula del éxito y, al mismo tiempo, llegar de nuevo a Primera como hizo cuando Del Bosque se lo llevó al Madrid.