Ramis dispara contra sus jugadores: "No están dispuestos a abrirse una ceja, no van al límite"
El Espanyol perdió ante el Eldense (3-2) sin lanzar casi a portería y el técnico, que no ha mejorado a Luis García, habla de "falta de ilusión".
Si el FC Barcelona vive en medio de un terremoto constante desde que empezara el curso, el del Espanyol no se queda corto por la necesidad imperiosa de ascender de categoría y por los malos resultados, el último, el cosechado ante el Eldense (3-2)esta tarde que aleja a los blanquiazules del ascenso directo. El equipo blanquiazul apenas lanzó a portería y el resultado pudo ser más amplio. En los diez encuentros que lleva Ramis tras el despido de Luis García el equipo perico ha perdido (16) más puntos de los que sumado (14).
A la mala imagen sobre el césped, recurrente en otros encuentros fuera de casa como ante el Andorra o el Sporting, Luis Miguel Ramis fue crítico en la sala de prensa con sus jugadores. No se cortó en un ataque de sinceridad: "Era un partido de segundas jugadas, de ganar duelos, de intensidad... Y nada. Los jugadores no van al límite, no están dispuestos a abrirse una ceja". Al técnico se le escapó un "es lo que hay", habló de sentirse "avergonzado" y de que se va con "mucha rabia".
El entrenador puso el dedo en el ojo de la plantilla, muchos de ellos jugadores que vienen de Primera, viciados por fracasos anteriores, y donde el barro de Segunda requiere otro tipo de partidos y de esfuerzos. "No es un tema de estructura, da igual si se defiende más abajo o arriba, es un tema de ir", comentó, mientras que reconoció que le pidió fichajes a Fran Garagarza para "generar competencia. Cuando jugadores se sienten a mi lado, todo iría mejor". El técnico, incluso, comentó que el rival demostró "la ilusión por salvarse", mientras que el Espanyol "no da ilusión".
Sentim no haver-vos donat el resultat que mereixíeu. Gràcies pel vostre suport. Bon viatge de tornada. #RCDE pic.twitter.com/F8DkrwRH3n
— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) January 28, 2024
Garagarza se debilita y Chen sigue sin aparecer por Barcelona
Desde el verano de 2019, el Espanyol entró en barrena con una serie de decisiones totalmente equívocas que desembocaron en dos descensos y en nueve entrenadores, incluso en situaciones que reflejaron la falta de criterio como la de unir a Fran Garagarza y Luis García en un mismo proyecto. Ya a la semanas, aparecieron las primeras desavenencias y finalmente, en la primera minicrisis del curso, el director deportivo decidió prescindir del entrenador y traer a Ramis.
Lo que parecía un giro de timón y una muestra de carácter de Garagarza se ha convertido en un boomerang peligroso que está de vuelta, pues el equipo blanquiazul no ha mejorado ni en juego ni en resultados, y todos los rivales ya se le suben a las barbas. El mercado, asimismo, podría ser una medicina, un impulso para reconducir la situación, pero a falta de cuatro días para el cierre no ha habido ningún movimiento y parece que el presidente, Chen Yansheng, quien lleva tres años poniendo dinero para cuadrar el balance por las pérdidas, no está por la labor.
El ascenso del Espanyol, que esta temporada ha vivido un repunte de abonados pero que vuelve a aparecer la desafección y el enfado por la marcha del equipo, es capital para mantener con vida la entidad. Con un presidente a 10.000 kilómetros, un sistema de gestión fallido y una dirección deportiva que va camino del mayor desastre de la historia perica (nunca han estado dos años seguidos en Segunda), el partido del domingo próximo ante el Levante se antoja determinante por muchos motivos. Para un Ramis que lanzó un dardo a sus jugadores y para un club que necesita subir. Y cada vez tiene menos margen.