Remontadas para soñar y derrotas para llorar: pierde el Levante y el Málaga se asoma al abismo

"Se acabó", escuché en la conexión con La Rosaleda mientras seguía la jornada por la radio. El compañero se refería al final del partido, pero yo me pregunté: '¿Se acabó?'. A diez puntos de la salvación, el Málaga atraviesa una situación límite después de perder el crucial duelo contra el Racing. Quedan 36 puntos y, siendo muy generosos por lo mucho que suman los de arriba, el equipo de Pellicer necesita ganar siete encuentros para llegar a los 46 de una hipotética y muy barata salvación. Siete victorias en 12 partidos, cuando se han logrado cinco en 30. La conclusión es obvia: proeza o drama. Siempre es mejor recurrir al fútbol que a la fe, pero a veces no queda otra.

A que no hay nada imposible deben agarrarse en la Costa del Sol. El Huesca creyó en el balón parado para vencer a un Levante que no perdía en liga desde principios de octubre del año pasado: ¡hace 20 partidos! Jorge Molina confió en que si tenía media hora, lograría dar la vuelta al partido frente a un Burgos que firmó una primera parte de lujo. Albés hizo creer a sus jugadores y la plantilla del Alba creyó en su míster, para convertir a un recién ascendido en candidato a todo. También el Andorra tuvo fe para empatar frente al líder, a pesar de quedarse con uno menos a los pocos segundos de comenzar.

¿Qué le pasa a la UD cuando juega contra diez? Es curiosa la situación que sufren los de García Pimienta cuando el rival se queda en inferioridad, una circunstancia a priori favorable que le sucedió contra Racing, Leganés y Andorra. Pues bien: no ha conseguido pasar del empate a cero en ninguno de esos partidos. Ante los cántabros jugó la segunda parte con uno más; en Butarque desde el primer cuarto de hora; y frente a los de Sarabia, desde el minuto dos. En el Estadi Nacional hubo tres palos, pero ningún gol. 211 minutos sin marcar contra diez. Al líder no le va tener ventaja, vive mejor en la exigencia.

No corren buenos tiempos para los equipos asturianos y sus banquillos. Hace unas cuantas jornadas cayeron Abelardo en el Sporting y Bolo en el Oviedo, pero rojiblancos y carbayones, más que reaccionar, parecen griparse. Los del Tartiere marcan el límite con el descenso y nunca ha logrado marcar más de un gol en el presente campeonato. Un punto de los últimos 12 ha encendido las alarmas. No corren mejores tiempos por El Molinón. La tercera derrota seguida como visitante deja solo un punto por encima de su eterno rival a los rojiblancos. Hay preocupación y un nuevo tropiezo puede hacer que, de nuevo, las miradas se dirijan al área técnica.

Está a poco más de un mes de cumplir 41 años, lleva 18 temporadas seguidas haciendo goles en las primeras categorías del fútbol español y tiene cuerda para rato. Jorge Molina es un seguro de vida. La incursión del alcoyano desde el banquillo en Burgos no fue un revulsivo, significó un giro al partido de 180 grados. El Granada logró su tercera victoria a domicilio en un partido que parecía haberse puesto imposible, y gran parte de culpa es del viejo rockero de la delantera nazarí.

"Este partido podría haber sido espectacular, entre dos equipos con una propuesta maravillosa, y nos hemos quedado con una auténtica castaña". Así de contundente se mostró Eder Sarabia tras la cita ante Las Palmas. El motivo, la roja a Hevel nada más empezar. El pie va hacia abajo y sube al tocar el balón hasta convertirse en una entrada imprudente. Amarilla, como mostró el colegiado, seguro; roja, en tiempos de VAR y cámara lenta.

Visitar El Alcoraz es una de las papeletas más complicadas del campeonato. Por eso, cuando hace un par de jornadas el Granada arrancó un punto, había que valorar lo conseguido. Los de Ziganda solo han perdido un partido en casa. Fue en el primer duelo como anfitrión, cuando recibieron al Cartagena. Los del Alto Aragón quieren primero tranquilidad y, después, soñar con engancharse arriba. Por su parte, los de Javi Calleja han tardado casi una vuelta en volver a perder. Ya quisieran muchos, así que a seguir insistiendo.

Al principio hablamos de que la fe mueve montañas. Los manchegos son un buen ejemplo. Ya han conseguido su objetivo, esos 50 puntos que suelen marcar la hipotética permanencia. A partir de ahora, se dice que a soñar. Pero sobre todo, a disfrutar. Se nota que los Dubasin, Fuster, Mesa y compañía se lo pasan de maravilla. Los 'canalletas' de Albés son capaces de convertir un gol en contra en un estímulo. La próxima semana, a seguir buscando su techo en el Ciutat de València.

Este trabajo tiene cosas tan maravillosas como permitirte conocer a gente como Pelayo Novo. Aún recuerdo cuando me presentó a su padre un día en el que coincidimos por las calles de Albacete. Me lo ha dicho mucha gente esta semana y, en ese momento, yo también descubrí que era alguien especial. Después, lo comprobé cuando tuve la oportunidad de ir a hacer un reportaje sobre su recuperación en el balneario de Caldas. Admiré su determinación y el cariño de Iciar, de la que no he parado de acordarme estos días. Amable y colaborador, su voz me transmitía una calma que nunca olvidaré. Me hubiera gustado haberle hecho muchas más llamadas, muchas más entrevistas, porque era como charlar con un amigo. La vida se revuelve y a veces no merece la pena buscar explicaciones, prefiero quedarme con tu sonrisa.