REAL ZARAGOZA

Sanllehí, la primera víctima del fracaso deportivo: "No creo ser el problema pero no quiero serlo"

Hombre de confianza del grupo de propietarios en el club, el director general del Zaragoza abandona su cargo "exhausto y desgastado" tras dos temporadas y con contrato aún en vigor.

Raúl Sanllehí, ya exdirector general del Zaragoza./Real Zaragoza
Raúl Sanllehí, ya exdirector general del Zaragoza. Real Zaragoza
Mario Ornat

Mario Ornat

La primera salida del nuevo Real Zaragoza no es un jugador, ni el técnico, ni siquiera el director deportivo: se trata de Raúl Sanllehí, el director general designado por el grupo de propietarios en su llegada hace dos veranos al mando de la sociedad anónima. Sanllehí, el principal cargo ejecutivo de la entidad en estas dos últimas temporadas, anunció esta mañana su renuncia "de manera consensuada y en los mejores términos", y se despidió con una carta abierta al zaragocismo en la que se trasluce la presión a la que se ha visto sometido tras sendos fracasos en el plano deportivo: "Reconozco estar exhausto y desgastado y, aunque no creo ser el problema, sí sé que no quiero serlo. Si dando un paso al lado puedo acercar en algún modo la consecución del gran objetivo final de este club, lo hago sin dudar", escribió Sanllehí.

El ejecutivo catalán se convierte así en la primera víctima de dos campañas marcadas por un fuerte contraste entre la recuperación económica sustentada por la propiedad -con la rebaja de la deuda a 48,9 millones de euros y una inversión acumulada de hasta 50 millones- y la persistencia del naufragio deportivo: el Zaragoza apenas se ha sostenido por encima de la línea de descenso. Los méritos organizativos y hasta los financieros tienen un peso menor si los objetivos deportivos no llegan, tal y como el propio Sanllehí reconoce en su escrito: "Esto es fútbol, y va de ganar partidos. Esto es el Real Zaragoza, y va de ascender a Primera. Lo tenemos claro, y debo admitir que no hemos conseguido aún dar la felicidad que nuestra afición tanto merece".

El relevo de Sanllehí llegará en los próximos días cuando, como ha hecho explícito el club, se anuncie la nueva estructura organizativa del Real Zaragoza. En ella se da por seguro la presencia del director deportivo Juan Carlos Cordero -con otro año aún de contrato y ratificado estos últimos días por los propietarios, según publicó As- y la de Víctor Fernández: el entrenador aún está pendiente de conocer de primera mano las bases del proyecto deportivo de la próxima temporada, pero todas sus declaraciones de los últimos días han apuntado a la continuidad.

¿Afecta en algún sentido la marcha de Raúl Sanllehí a la permanencia de Víctor? En principio no debería ser así. Es cierto que el técnico ha mantenido una buena sintonía con el hasta este lunes director general y que el cambio en la cabeza ejecutiva del club podía ser intuido, pero en verdad nadie lo anticipó. Lo lógico es pensar que no se trata de una decisión repentina y que el grupo de propietarios ya había resuelto en las últimas semanas este movimiento, así como el nombre de quien relevará a Sanllehí. En esa planificación estaba contemplada también la figura de Víctor Fernández como entrenador la próxima temporada.

El propio ejecutivo catalán dejó entrever en su comunicado el manejo de los tiempos más adecuados para lanzar el anuncio: "Esta es una carta de despedida que redacto con dolor, pero también con el convencimiento de que es por el bien de todos, del Real Zaragoza y de Raúl Sanllehí. Y lo hago hoy, pues no he considerado adecuado hacerlo hasta no haberse jugado nuestro último partido".

A lo largo de los cuatro folios de su escrito, Sanllehí reivindica el trabajo de reestructuración del club y al equipo profesional conformado desde su llegada a la entidad, en el verano de 2022. Y agradece también a "un grupo inversor que no sólo confió en mi desde el inicio, sino que me ha apoyado siempre, nunca cuestionándome, y dándome una autonomía absoluta para implementar el modelo de club que diseñamos conjuntamente. Desde la primera reunión marcamos una hoja de ruta estratégica de la que no nos hemos desviado".

El desgaste de su figura

Sin embargo, Sanllehí reconoce en varios momentos la crudeza de su "enriquecedora" etapa en el Zaragoza ("esta dura y cruel temporada que acabamos de cerrar ha sido extenuante"). Un periodo marcado por las decepciones deportivas, decisiones equivocadas y un acelerado desgaste provocado por su exposición en decisiones muy visibles para el día a día deportivo del Real Zaragoza. Fue Sanllehí quien estuvo detrás de la llegada de Juan Carlos Carcedo como primer entrenador tras el cambio en la estructura accionarial de la sociedad anónima. Y también quien resolvió la continuidad de Miguel Torrecilla, cuyo crédito como director deportivo se había agotado. Así como la de Fran Escribá, resuelta antes de la incorporación de Cordero como director deportivo.

Los sinsabores del Zaragoza en el terreno de juego fueron llevándose por delante a cada uno de ellos. "Puedo decir con orgullo que todas las decisiones que se han tomado han sido reflexionadas, coherentes y consistentes con la estrategia marcada", defiende aun así Sanllehí en su comunicado de despedida. Incluso al punto de afirmar: "De volver atrás en el tiempo, con la información que disponíamos en cada momento, las decisiones hubieran sido muy similares, sino las mismas".

Si otros directores generales asumen un papel más institucional, las decisiones deportivas del Zaragoza en estas dos temporadas han llevado impreso el sello de Raúl Sanllehí, visible de forma muy nítida con su protagonismo en las presentaciones de jugadores. Esa exposición, los fiascos de varias incorporaciones este año con el cuarto límite salarial de Segunda División y las penurias clasificatorias han deteriorado su figura entre el zaragocismo, que lo identifica como responsable necesario de los continuados reveses deportivos.

El Real Zaragoza abre así una nueva etapa, con el relevo en su cabeza más visible. Raúl Sanllehí (nacido en Barcelona en 1966) ocupó diferentes cargos en el FC Barcelona, adonde llegó de la mano de Sandro Rosell y Joan Laporta, entre 2003 y 2018. Después ejerció tres años en la estructura deportiva del Arsenal. Desde la incorporación de Real Zaragoza LLC como propietaria del club aragonés, ha sido el ejecutivo de referencia y enlace con los inversores. La cabeza visible de una sociedad con escasa presencia en el día a día del club: el presidente Jorge Mas está radicado en Miami; y la complejidad del reparto accionarial tiene como primer accionista a Pablo Jiménez de Parga, secretario del consejo de administración del Atlético de Madrid, y a un enredado complejo de sociedades con nombres propios relacionados, de manera más directa que indirecta, con Miguel Ángel Gil Marín y el propio club rojiblanco.