Cuando el Sporting ascendió a Primera con la pareja de delanteros de la Selección: "Es uno de los mejores rematadores que he visto"
Quini y Marañón fueron los dos máximos goleadores de Segunda División en la temporada 1969-70.

"Éramos un equipo muy ofensivo, jugábamos con un cuatro o cinco atacantes. Entre Quini y yo marcamos como 40 goles", recuerda Rafa Marañón (Olite, 1948), artillero histórico del Espanyol que en sus inicios también goleó en el Sporting, junto al Brujo. Apenas vistió una temporada de rojiblanco, cedido por el Real Madrid, pero el delantero navarro dejó huella en Gijón y fue trascendental en el regreso del conjunto gijonés a Primera tras diez años en Segunda División.
El pasado domingo, el exfutbolista navarro volvió al estadio de El Molinón -que ahora lleva el nombre de su excompañero y amigo Enrique Castro Quini- como consejero del club perico con motivo del partido de ida del playoff de ascenso que enfrentó al equipo de su vida con el que lo encumbró como un delantero de primer nivel. Este jueves, Marañón también estará en el palco de Cornellà en la vuelta de la eliminatoria entre Espanyol y Sporting.
"En ataque jugábamos por derecha con Lavandera o Herrero, con Churruca por la izquierda, Valdés distribuía, y Quini y yo estábamos como delanteros. A veces, también jugaba Paquito. El portero era 'Susi' Castro, el hermano de Quini", rememora Marañón sobre aquel Sporting de la 69-70, un equipo vertical y extremadamente afilado que enamoró por su caudal ofensivo. "Marcamos casi 80 goles, ascendimos a Primera -por cuarta vez en su historia- y fuimos campeones de Liga", expresa el atacante de Olite, que llegó a Gijón procedente del Real Madrid y tras una anterior cesión al Ontinyent: "Al principio no jugué, pero empecé a meter goles y ya me pusieron". Aquella temporada, por cierto, también subió el Espanyol de Segunda a Primera, como tercer clasificado.
Se paró Valdés "la maquinona" y hoy, Quini.
— juanjomjambrina (@juanjojambrina) February 27, 2018
Herrero, Quini, Marañón, Valdés y Churruca. @futbolycine pic.twitter.com/HgExhKP0gW
Los máximos goleadores históricos de Espanyol y Sporting, en una misma delantera
Quini, que había debutado con Carriega en diciembre de 1968, fue el Pichichi de Segunda con 21 goles; tres más que el actual consejero blanquiazul en un curso que los consagró a ambos como delanteros de Primera. "Los dos teníamos facilidad para ver puerta, así que si marcaban más a uno, el otro gozaba de más libertad", señala un Marañón que por aquel entonces tenía apenas 21 años y, que con el tiempo se convirtió en el máximo goleador de la historia del Espanyol. Su acompañante, Enrique Castro Quini, que nació un año antes, lo es del Sporting de Gijón. "Además de un tipo extraordinario, era un jugadorazo, uno de los mejores rematadores que he visto nunca. Con la cabeza, el pie, de volea… dentro del área era mortal", analiza el perico.
"Éramos un equipo muy joven, la mayoría no llegábamos a los 24. Muchos nos hicimos un nombre en ese Sporting; el Brujo ya empezó a sonar para el Barça, Churruca para el Athletic por su condición de vasco… y a mí a final de temporada me recuperó el Real Madrid", comenta el exjugador navarro, que desde aquella cesión siempre ha estado muy ligado a la ciudad, pues allí conoció a su mujer e hizo muchos amigos.
Temp. 1969/70: esta es la delantera de los 50 millones. Es propiedad del "SPORTING" y no está en venta.
— Only Sporting (@only_sporting) February 16, 2024
Son nueve hombres, con una edad-promedio de 21 años:
Del Cueto, Herrero II, Quini, Salazar.
Tati Valdés, Lavandera, Marañón, Churruca, Paquito.
¡Maravillosos! 🔴⚪⚽️ pic.twitter.com/sG1hY7BVBG
Una conexión internacional
Su relación con Quini se estrechó en las concentraciones de la selección. "Uno de mis primeros partidos con España fue en un amistoso ante México de preparación para el Mundial del 78. Me acuerdo porque marqué el primer gol, de córner olímpico, y Quini metió el segundo tras una pared conmigo. Nos entendíamos perfectamente", describe un Marañón que guarda con cariño una anécdota con el Brujo durante la posterior Copa del Mundo en Argentina: "Antes solo se vestían de corto 15 jugadores o así, el resto nos íbamos a la grada porque no jugaríamos; y en el último partido de la fase de grupos ante Suecia, dado que yo no había sido convocado en los dos anteriores, se ve que Quini le dijo a Kubala que me pusiera a mí en el banquillo y que él ya se iba a la grada. El seleccionador no le hizo caso, pero es un detalle precioso que solo puede hacer un tío como él. Demuestra que era muy amigo de sus amigos".
Miguel Ángel, De la Cruz, Biosca, San José, Pirri,Migueli. Dani, Quini, Asensi, Leal,Marañón. Abril,1978. Amistoso previo alCM. Marañón logra un gol olímpico que el colegiado francés,señor Delmer, concede erróneamente a Dani. @cihefe @futbolycine@historiasdeppor2 pic.twitter.com/EoS2yAgutr
— Julio Larrey (@larreysierra) June 2, 2019
Marañón no pudo terminar la temporada 1969-70 con el conjunto asturiano porque cuando faltaban unos pocos partidos de competición se tuvo que marchar a hacer la mili a Vitoria, lo cual en cierto modo le vino hasta bien: "Antes el diario Dicen… repartía unos premios a final de cada curso, los Challenge 'Dicen...', en función de ciertas métricas: goles, partidos ganados, etc. Y Quini y yo nos disputábamos el trofeo al mejor jugador de Segunda. Antes de la última jornada estaba por delante de mí, pero el Sporting perdió 4-0 en el campo del Sant Andreu y, dado que las derrotas restaban puntos, terminé ganando yo… Sin bajarme del autobús", añade entre risas el exdelantero perico, a quien se le ilumina la cara hablando sobre el Brujo Quini, con el cual, en sus años mozos, formaron una de las mejores delanteras de la historia del Sporting de Gijón y de Segunda División.