TENERIFE 1 - EIBAR 1

El Tenerife deja vacío el palco tras un nuevo lío arbitral y Cervera dice basta: "Yo también tengo hijos y cuando me echan de un equipo por perder también lloran"

El equipo canario se queda al borde del descenso matemático tras un polémico gol anulado a Mesa: "No se merecen ni mis dudas".

Cervera./EFE
Cervera. EFE
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El Club Deportivo Tenerife venía lanzado a por la permanencia tras resurgir de sus cenizas en las últimas jornadas, pero, bajo su criterio, una serie de decisiones arbitrales encadenadas en los partidos recientes les han condenado prácticamente al abismo. Los canarios están, con solo quince puntos por jugar, a ocho puntos de la salvación, lo que deja inviable la hazaña. En esta ocasión, el Heliodoro Rodríguez López enloqueció con una pañolada blanca masiva y con cerca de 14.000 personas en pie clamando. No contra el equipo, sino contra el equipo arbitral capitaneado por Sánchez Villalobos.

Cervera contra los árbitros.

Más allá de un posible penalti a Bodiger por una plancha que acabó en el gol del Eibar, jugada a la que Cervera hasta quita importancia, el gran reclamo del Tenerife fue un gol anulado a Maikel Mesa por un braceo minúsculo con Sergio Álvarez, que tiró de pillería y se echó al suelo por si colaba. Ver la acción sin saber su desenlace deja dudas sobre si el balón ha podido salir, pero ni mucho menos se identifica una infracción del goleador final. Sin embargo, el colegiado imaginó una falta que no existió y el VAR tampoco le corrigió al interpretar que se trataría de una jugada gris.

Ante una acción de semejante calibre, con 0-1 en el marcador en el minuto 66, la directiva del Tenerife decidió vaciar el palco en señal de protesta ante lo que consideran una persecución. Álvaro Cervera entró a sala de prensa con una sensación de frustración, pero sin querer levantar la voz más de la cuenta. Así comenzó un discurso que acabó resultando demoledor: "Venía con la intención de no decir nada de esto porque no sé lo que decir. Si nos han anulado este gol se supone por empujón... no sé lo que fue el otro día en Coruña. No lo sé, no quiero hablar más de esto. Prefiero hablar del partido, que no ha sido nuestro partido más brillante. (...) De lo otro, pues... Voy a decir una cosa y me meto en un follón o decir la mitad y que no sea verdad. Así que prefiero no decir nada".

Sin embargo, los medios de comunicación insistieron una y otra vez en preguntas sobre lo ocurrido. Por ejemplo, de la reacción del público, unido apoyando al equipo y solo indignado por la actuación arbitral: "Creo que la reacción del público no es por el gol, sino por todo lo que viene. Son situaciones en las que no hay división de opiniones. No es que los amigos te den la razón y los otros no. Todos opinan en la misma dirección que tú. Lo de hoy es por lo que viene después. De verdad, puedes anular el gol e ir al VAR a verlo. ¿O es que para nosotros no está permitido? Es que ni eso. Me dan ganas de decir muchas cosas. Pero no voy a ir a ningún sitio, así que me callo. Todos los partidos pasa algo que tal... No merecen ni nuestra duda. Está ahí y se acabó. Que lo expliquen ellos si quieren explicarlo y si no me da igual".

También quiso hablar del estado de sus jugadores, perplejos tras la conclusión: "Hoy están indignados. He pasado por el vestuario y no estaban hablando por el partido. Estaban indignados. Esa es la palabra. Seguramente el equipo ha hecho una temporada para estar donde estamos, pero son muchas cosas y muy seguidas. Yo sé lo difícil que es, pero no puede haber dos criterios diferentes en dos jugadas diferentes en dos partidos diferentes. Ahí es donde te queda la duda. No merecen ni mis dudas, yo me porto bien con ellos, pero no se está haciendo bien el trabajo. Hay cosas que quedan en el aire y nosotros estamos saliendo perjudicados".

Tanto es así que hasta la jugada de la plancha a Bodiger le resulta prácticamente irrelevante: "Esa hasta se la regalo a ellos, es la típica que paran en el momento y a mí no me gusta eso. Igual si no acaba en gol y ni nos acordaríamos. Pero esto es extrañísimo".

Para terminar, por fin Álvaro Cervera decide desoír la voz interna que le pedía tranquilidad y pronuncia un discurso demoledor contra los árbitros, haciendo alusión a las palabras de De Burgos Bengoetxea en la previa de la final de Copa del Rey entre Real Madrid y Barcelona: "Hay que sentarse y que esto vaya mejor de lo que va. Yo también tengo hijos y cuando me echan de un equipo por perder también lloran cuando me ven llegar a casa. Mis jugadores también tienen hijos y también lloran. A ver si es que lloran solo los de unos y los de otros no. Yo elegí esta profesión y sé que cuando pierdo me voy a casa y lo paso mal. Si no, elijo otra profesión. Conlleva riesgos y ya está. Lo que veo últimamente me parece una cosa absolutamente... No me gusta hablar de este tema. Nosotros hemos estado equivocados, pero creo que ahora hay una equivocación de base ahí y eso hay que arreglarlo. Porque un VAR sí y otro no. Ha habido solo dos casos en toda la liga de que el árbitro vaya al VAR y se mantenga en su decisión y ha sido con nosotros".