Víctor Camarasa: "Cada vez que volvía de entrenar llegaba como si estuviera muerto"
El centrocampista del Oviedo repasó en el Día Después sus momentos más duros, cuando tuvo que alejarse del fútbol.

"Nuestro jugador Víctor Camarasa estará desde este momento, y por periodo de tiempo indeterminado, al margen del día a día del primer equipo, con el único objetivo de cuidar de su salud mental". Así comunicó el Oviedo el pasado 12 de septiembre que el centrocampista valenciano paraba, dando paradójicamente un paso atrevido, necesario y que volvió a demostrar la importancia de poner en valor el bienestar emocional, tanto en el deporte como en cualquier otro contexto social.
Victor regresó a una convocatoria el pasado 6 de octubre y desde entonces ha ido participando con el Oviedo, anotando uno de los goles del último triunfo, conseguido este pasado fin de semana ante Alcorcón. Para llegar hasta ese punto, tuvo que superar el obstáculo más grande de su carrera. Este lunes, en una entrevista en el Día Después, también ha sido protagonista por ponerle palabras a lo que le llevó a alejarse por unas semanas del fútbol. "He pasado por un momento complicado, uno de los que piensas que no te va a tocar. Cada vez que llegaba de entrenar llegaba como si estuviera muerto", reconoce.
"Todo empezó en pretemporada. Veía todo en contra. Pero en realidad no pasó nada, por eso no concebía que fuera para tanto, pero...", inicia. "Por mucho que hiciese 100 cosas bien, por una que hiciese mal no la podía sacar de mi cabeza. Pensaba que podía, pero al final no pude. Me derrumbé y me dio un ataque de ansiedad. Aunque por mi cabeza no pasaba que tenía que dejar de entrenar".
"Solo pensaba en dormir y en que pasara otro día. Llegué a decir que me dolía la rodilla, me daba apuro decir que no podía de mente"
Jugador del OviedoCon crudeza y sinceridad, emocionado en muchos momentos de la charla, define sus pensamientos de aquellos días como "de desilusión, de no tener ganas", y solo pensaba en "dormir y que pasara otro día". Al mal momento mental le sumó el miedo a reconocerlo incluso en privado, llegando a fingir lesiones para evitar afrontar el verdadero problema. Hasta que fue imposible esconderlo.
Coincidiendo con la visita de un buen amigo, se agravó la situación. "Me derrumbé, me metí a la habitación y hasta el día siguiente a las 20.00 de la tarde no salí. Ahí fue el momento que no podía más". Unos días después, 7 de septiembre, acudió al psiquiatra. "Me dijo que tenía un problema, que podía tener un principio de depresión. Me aconsejó parar sí o sí. Hoy sigo tomando la medicación para estar más tranquilo y no darle tantas vueltas a las cosas".
La decisión estaba tomada, aunque Víctor no conseguía entender cómo no podía ser feliz si estaba viviendo un momento bonito en lo deportivo y también con su pareja. "¿Cómo puede ser que no sea feliz? Si un día no te hace feliz jugar al fútbol tienes que parar y lo tendría que haber hecho antes".
El regreso
Víctor se alejó del fútbol y de Oviedo. Se fue dos semanas, descansó la mente y recuperó parte de la tranquilidad que necesitaba. Incluso quiso volver a los terrenos de juego antes de lo que lo hizo, pero los médicos le frenaron por temor a perder el trabajo realizado. A principios de octubre, entonces sí, volvió a vestirse de corto y jugó con su club en uno de sus partidos más especiales. "Vuelvo a disfrutar de lo que más me gusta. Tuve que parar para volver aconectar todos los cables de la mente. Esto es un proceso, no creo que esté curado del todo y siempre puede haber una recaída. Voy a seguir cuidando algo tan importante como la salid mental".
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— Real Oviedo (@RealOviedo) October 29, 2023
Calvario de lesiones
Camarasa pasó también unos años muy complicados como jugador del Betis, con innumerables lesiones que le apartaron de los terrenos de juego. En verano del 2022 fue el primer protagonistas de la sección Relevo Talks, en la que reconoció que le daba "vergüenza expresar lo que sentía". "Llegaba a casa, entraba en el garaje y me quedaba media hora llorando", contó. El pasado mes de abril, cuando jugó un partido completo casi tres años después, también atendió a este medio y reconoció que se quitó un gran peso de encima. Ahora le espera el césped y los sueños como oviedista.