TURQUÍA

De locos: el Fenerbahçe se planta e irá a la Supercopa con el Sub-19... que jugará el mismo día

El Clásico ante el Galatasaray, que se debió haber disputado en diciembre en Arabia Saudí, está fijado para este domingo. El 'Fener' presentará a su equipo Sub-19.

Kerem Aktürkoğlu e İrfan Can Kahveci./REUTERS/Umit Bektas
Kerem Aktürkoğlu e İrfan Can Kahveci. REUTERS/Umit Bektas
Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

"Empezamos a preparar el partido contra el Olympiacos". Este texto forma parte de una publicación del Fenerbahçe en sus redes sociales el jueves 4 de abril. Un post que podría ser uno más si no es por tratarse de una manera de ocultar un Clásico del fútbol turco que pone en juego uno de los títulos de la temporada: la Supercopa. Su disputa estaba prevista para diciembre de 2023, tuvo que ser pospuesta, fue fijada el primer domingo de abril en una sede por causas benéficas... y, ahora, el Fener ha decidido boicotear la final y presentarse con su equipo Sub-19.

Este guion rocambolesco sería especialmente llamativo en todos los países del mundo, con la salvedad de uno, en Turquía. Porque si algo ha caracterizado al país otomano en este curso futbolístico es la sucesión de acontecimientos escandalosos. El más reciente ya lo protagonizó el Fenerbahçe en su visita a Trebisonda, donde aficionados del Trabzonspor invadieron el césped para agredir a jugadores rivales, que replicaron con golpes contra los propios hinchas. Algo que, por cierto, ha desembocado en sanciones pírricas pese a las imágenes dantescas.

Desde entonces, el Fener se ha mostrado en rebeldía contra todo y contra todos. Esta semana se congregaron miles de aficionados en el Şükrü Saraçoğlu en una Asamblea General Extraordinaria donde, en principio, se iba a votar si el club abandonaba la liga turca con la posibilidad de mudarse a otro país. Finalmente, la decisión quedó aplazada hasta dentro de tres meses.

Eso sí, en ella acordaron no presentarse a la Supercopa, que le enfrenta este domingo 7 de abril contra el Galatasaray. O, al menos, no hacerlo con la primera plantilla. Solo hubiera acudido con su equipo principal si la final se aplaza al mes de mayo y si el árbitro designado es extranjero. La respuesta de la Federación Turca de Fútbol (TFF), totalmente contraria a su planteamiento: su petición de aplazamiento fue desestimada y el colegiado nombrado es Volkan Bayarslan.

Así lo ha confirmado este jueves la TFF en un comunicado en su página web, donde recoge, de manera literal, la contestación del Fenerbahçe: "Si el partido de la Supercopa de Turkcell 2023 no se juega el 23 de mayo de 2024, bajo la dirección de árbitros extranjeros, no jugaremos el partido con nuestro Equipo A". La federación justifica su negativa a la solicitud con la preparación para la Eurocopa de Alemania, en la que Turquía comienza su participación el 18 de junio.

La petición del Fener guarda relación con la disputa de los cuartos de final de la UEFA Europa Conference League ante el Olympiacos de José Luis Mendilibar. Los turcos juegan el jueves 11 de abril el encuentro de ida en El Pireo, mientras que, siete días después, reciben al conjunto griego en Estambul. Entre medias, juega contra el Fatih Karagümrük un partido de liga que la federación planteó aplazar para darle descanso... ¡encontrándose con el 'no' del Fenerbahçe! Solo se puede entender esta postura como una rebeldía llevada hasta el límite.

El equipo Sub-19 será finalmente el que asumirá el reto, pero con matices: solo viajarán los mayores de edad, competirán ese mismo día a las doce de la mañana y no podrán contar con sus entrenadores habituales, ya que no tienen licencia. Asistentes del primer equipo serán los encargados de dirigir a los chicos. Para colmo, el club ha programado para los mayores un entrenamiento en la misma tarde del partido. Surrealista.

Una Supercopa por una buena causa

Poco parece importarle a Fenerbahçe el hecho de que la Supercopa se dispute en una ciudad que sufrió una tragedia hace algo más de un año. Después de no poder celebrarse en Arabia Saudí por motivos exclusivamente políticos, la TFF alteró la sede a Sanliurfa, ciudad situada a más de 1.000 kilómetros de Estambul sacudida a comienzos de 2023 por un terremoto en el que perdieron la vida 340 personas y resultaron heridas casi 9.000.

De hecho, la federación anunció en marzo, con el consentimiento de ambos clubes, que los ingresos obtenidos en relación al ticketing serían destinados a los aficionados afectados por el terremoto. Una Supercopa inicialmente diseñada para el negocio, reconducida hacia lo humanitario... y que puede acabar teniendo el boicot del Fenerbahçe, salvo que recule en su intención de aquí al domingo. Tratándose del fútbol turco no se puede dar nada por sentado.