¿Qué hace un diamante en bruto en un 'cementerio de elefantes'?
Nicolò Zaniolo, una de las joyas del fútbol italiano, se ha marchado de los focos del fútbol europeo convirtiéndose en el fichaje más caro de una liga acostumbrada a no pagar grandes cantidades.

Dicen las malas lenguas que la Liga turca es un cementerio de elefantes. Razones no les faltan. Turquía es destino, cada verano, de jugadores con larga y exitosa carrera en Europa. La oportunidad de firmar un último gran contrato evitando tener que viajar hasta la otra parte del planeta con destino a tierras asiáticas o cruzar el charco rumbo a la MLS.
La fórmula de la liga otomana es fichar a estrellas en el ocaso de sus carreras a muy bajo coste y ofrecerles un buen salario. Un sueldo que se espera subsanar con los beneficios del marketing por el impacto que supone el aterrizaje de tales estrellas a la liga. Véase la llegada de Falcao al aeropuerto de Estambul en 2019.
Sin embargo, el último gran fichaje de la Liga turca rompe con estos perfiles. Es el traspaso más caro de la historia de la competición y tiene toda su carrera por delante. Nicolò Zaniolo, de 23 años, ha firmado por el Galatasaray a cambio de 16,5 millones de euros y otros 13 en variables. Pero, ¿qué hay detrás de este fichaje?
El Galatasaray es uno de los grandes clubes de Turquía, pero la temporada pasada registró su peor clasificación en los últimos 35 años: 13º puesto. Quedó lejos de competiciones europeas y a 29 puntos del líder. El club pasaba, además, por una inestabilidad financiera. Cifras y resultados inadmisibles para el equipo. En junio del pasado año se celebró una asamblea extraordinaria para intentar revertir la situación. Las conclusiones: cambió de presidente y de entrenador.
Dursun Özbek, gran empresario en el sector turístico del país, fue elegido presidente. Tenía la misión de volver a hacer al Galatasaray un equipo competitivo. Y no le ha temblado el pulso en invertir para lograrlo: 46,95 millones gastados entre el mercado de verano y de invierno. La inversión más alta de la historia de la entidad. Para firmar jugadores como Sergio Oliveira, Icardi, Torreira o Demir. Zaniolo es la joya de la corona.
Hasta la fecha, la jugada parece salirle bien a Özbek. Van primeros en liga a nueve puntos del segundo, el Fenerbahce, y están en cuartos de Copa. En los últimos días, sin embargo, el presidente de la federación turca comunicó que las competiciones se detendrán hasta el mes de marzo a raíz de los terremotos que han sacudido el país. El Hatayspor ha decidido retirarse de la liga y podría no ser el último club en hacerlo.
Un acuerdo en el que todos ganan
¿Por qué una de las jóvenes promesas del fútbol italiano decide marcharse a una liga de un nivel inferior? La principal razón es porque las relaciones entre el jugador y la Roma estaban rotas. Zaniolo no quería continuar en el conjunto giallorossi y les había comunicado su deseo de abandonar el club en este mercado. Apareció el Milan, quien con más interés que dinero trató de alcanzar un acuerdo con el club y con el jugador. Un acuerdo que nunca se dio.
El mercado invernal europeo se cerró y no hubo pretendientes que convencieran ni a la Roma ni a Zaniolo. En ese momento es cuando entró en escena el Galatasaray. Recuerden que el mercado en Turquía no cerraba hasta el 8 de febrero. La Roma tensó la cuerda hasta al final para intentar vender a su jugador al mejor postor. Sabían que Zaniolo era uno de sus grandes activos, pero también eran conscientes que su contrato expiraba en un año y medio.
Con el jugador en rebeldía y presionando para salir, los capitalinos sabían que no iban a recibir la oferta que ellos desearían. Los turcos presentaron una oferta suculenta para ambas partes y Zaniolo voló hacía Turquía, aunque el fichaje no se cerró hasta el mismo día 8.
El italiano ha firmado por cuatro temporadas, sin embargo eso no significa que sus intenciones sean las de hacer carrera en Turquía, o sí, quién sabe las vueltas que da el fútbol. Zaniolo presionó para que su contrato tuviera una cláusula de 35 millones de euros a partir de junio, con la intención de que algún club europeo pueda contratar sus servicios en verano.
En ese caso el Galatasaray recuperaría la inversión, incluso le sacaría rédito, y podrá beneficiarse de contar con la magia de la joya italiana hasta final de curso y lograr la consecución de los títulos que hagan volver al club a la senda del triunfo. Un fichaje win-win, ambas partes ganan. Todos contentos.