PSG

Al Khelaifi saca pecho como 'salvador' de la Bundesliga y avisa a Francia: "No es justo cómo se trata a los cataríes..."

El presidente del PSG dio una entrevista a WELT en la que descartó de momento la venta del club.

Al Khelaifi, en un partido del PSG./AFP
Al Khelaifi, en un partido del PSG. AFP
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Cada vez que habla Nasser Al Khelaifi sube el pan. Pocas personalidades en el mundo del fútbol tienen aún la capacidad de gritar con sus palabras. El presidente de la ECA y del Paris Saint Germain ha concedido una entrevista en profundidad para WELT, en la que ha hablado de la actualidad del fútbol y del deporte y prácticamente ha venido a proclamarse como el gran salvador de la Ligue 1 y la Bundesliga con la Superliga de trasfondo. Concretamente, ha sido bajo el contexto de las pancartas que la grada de animación del Allianz Arena le dedicó en su enfrentamiento: "¿El fútbol es mío? Que te jodan, plutocrático Al Khelaifi?".

La respuesta, desde luego, no les gustará: "Me opuse junto al Bayern a la Superliga, sin la cual la Bundesliga y la Ligue 1 se habrían hundido". Parte de esos aires de grandeza son precisamente los que tanto desquician a la grada alemana. Continúa Al Khelaifi defendiendo lo que él considera el adalid del respeto: "Me gustaría pensar que en el fútbol no hay cabida para los discursos de odio. En Catar el respeto es primordial. No puedes caminar delante de tu padre o de alguien mayor que tú. Al entrar en una casa, siempre van los mayores primeros. Así es nuestra cultura".

No le falta razón a Al Khelaifi cuando asegura que fue uno de los principales combatientes de la Superliga. Cabe recordar que el Paris Saint Germain no estuvo dentro del proyecto en ningún momento. Un PSG en el que Catar lleva años extendiendo sus tentáculos, y parece que así seguirá, pese a que los rumores hablan de un desgaste de los mandatarios y de la posibilidad de no continuar en un futuro próximo, exhaustos ante la crítica y la actitud de los franceses.

Nasser Al Khelaifi quiso desmentir categóricamente la opción de que el PSG esté en venta o de que Catar vaya a abandonarlo a su suerte: "No hay ninguna reacción a estos rumores porque son completamente absurdos". Indirectamente se contradice en ese matiz de "absurdos" justo a continuación: "Sí nos fijamos en cómo se trata a las empresas y particulares cataríes en Francia. Sí, no es justo. Y si alguien quiere echar un vistazo, desde hace varios años vamos retirando gradualmente nuestra participación y pasamos a invertir en entornos más acogedores y equitativos".

En resumen, que otros negocios sí, pero que en el fútbol van a seguir. Al menos, de momento. En el plano deportivo sí que les va bien. Ya sin estrellas, el PSG funciona como un equipo, con Luis Enrique a los mandos y una plantilla equilibrada y sin exceso de estrellas. El propio presidente reconoce que se equivocó: "Admito abiertamente que el plan quinquenal fue un error, pero nosotros aprendemos de nuestros errores". Ahora saca pecho del estado del equipo, aunque se niega a pronunciar abiertamente que el objetivo es ganar la Champions. "Tenemos la base para construir un gran equipo para el futuro", sentencia en WELT.

Mientras el PSG progresa, la figura de Nasser Al Khelaifi cada vez gana más fuerza dentro del mundo del fútbol. Por ejemplo, ahí está, peleando los ingresos del Mundial de Clubes y, como representante de la ECA, pensando más en el beneficio económico de las entidades que en el parecer de los futbolistas: "No estoy de acuerdo con las críticas a la carga de partidos. El Mundial se celebra una vez cada cuatro años. Este torneo no es la causa de los problemas. Mira la NBA, partidos cada dos días. Los jugadores son exigentes, por lo que tenemos que generar más dinero. No se puede tener las dos cosas".