Lingard toca fondo: ya nadie apuesta por el que fue una de las mayores promesas del fútbol inglés

La carrera de Jesse Lingard (32 años) atraviesa un momento difícil. El canterano del Manchester United estaba llamado a ser la nueva guardia de los Red Devils junto con Marcus Rashford y Mason Greenwood, pero la suerte no ha estado de su lado. "Lingard no era el chico con mayor proyección de la cantera, pero sí que se le veía jugador de Premier League durante 20 años", aseguran los que vieron el desarrollo del jugador a Relevo. Ahora vive una época convulsa en Seúl, Corea del Sur, donde milita en las filas del equipo homónimo de la ciudad. Pese a jugar en una liga menor, su impacto no ha sido el esperado y hasta su entrenador lo ha reprochado en rueda de prensa. La gran duda es: ¿cómo ha llegado a este punto?

La respuesta a esa incógnita no la tiene ni el propio jugador ni los suyos. A lo largo de su carrera, la continuidad ha sido un problema para Lingard. El futbolista ha crecido bajo el seno del United toda su carrera, aunque en gran parte del tiempo ha visto como salía cedido a diferentes equipos del país. En menos de nueve años, Jesse Lingard ha vestido hasta media docena de camisetas durante su temporada cesiones. Leicester, Birmingham, Brighton, Derby County y West Ham han disfrutado de sus servicios a modo de préstamo con el Manchester United.

El extremo siempre supo que llegar al primer equipo sería difícil. El primero que se lo dijo fue Sir Alex Ferguson, su padrino dentro del club. "Sinceramente, no creo que estaría aquí si no fuera por Sir Alex", reconoció el inglés en 2021. "Nos sentó en su oficina y nos dijo: 'Te tomará un tiempo, Jesse. Creemos en ti, pero tendrás que ser paciente. No estarás listo para el primer equipo hasta los 22 o 23 años'. Ni siquiera puedo expresar lo importante que fue eso para mí y mi familia. Pensó que estaría decepcionado, pero cuando una leyenda como Sir Alex dice que cree en ti, eso lo significa todo", confesó en The Players Tribune.

Como era de esperar, Sir Alex Ferguson no se equivocó y en 2015, con 23 años, se asentó como habitual del primer equipo del Manchester United. "Trabajó mucho durante sus cesiones en Leicester, Birmingham y Brighton. Sobre todo en Birmingham se volvió a ganar el derecho de vestir esta camiseta", aseguran desde la entidad mancuniana.

Con ganas de asentarse en el once titular del United y con varios años de mili futbolística a sus espaldas, así se presentó Jesse Lingard en el despacho de Louis van Gaal. El técnico neerlandés al fin vio preparado al muchacho y así se lo hizo saber en una reunión. "Fue tras un entrenamiento, charla corta, pero directa. Lingard sabía que podía ser importante porque el entrenador confiaba en él", dicen. Desde ese instante fue fraguando una gran amistad entre entrenador y jugador que algunos describen como si de un padre e hijo se tratase. "Era el ojito derecho de Van Gaal", dicen.

En esta época llegaron sus años más fructíferos como red devil. Desde mayo de 2015 hasta enero de 2021, Lingard ganaría muchísimo protagonismo en las alineaciones del United. Tras despedirse de Van Gaal en 2016, pensó que volvería a perder la titularidad, pero durante los años de Mourinho en el banquillo no fue así. Es más, con el luso forjó su mejor temporada en la 2016/2017, en la que ganó la Europa League, la FA Cup, la Carabao Cup y la Community Shield. 

Esas alegrías se quedaron atrás con la llegada de Solskjaer. El noruego, que primero tomó las riendas del equipo de forma interina en 2019 y luego de forma oficial otros dos años extra, no tuvo en tan alta estima al extremo inglés. Bajo su tutela, las apariciones de Lingard se dieron a cuenta gotas y, de nuevo, volvió la fórmula de la cesión.

Como ya ocurrió otras veces, cambiar de aires le salió bien a Lingard. El futbolista se mudó hasta Londres para defender los colores del West Ham por media temporada. En tan solo cuatro meses, duplicó su valor de mercado gracias a una estadía impecable en el equipo hammer. Los números le avalaban y el entorno del United esperaba que al volver alargase su contrato, algo que nunca ocurrió. "Parece que dio el capítulo por cerrado", aseguran.

Como agente libre encontró un hueco en el Nottingham Forest, donde esta vez no terminó de asentarse. Lingard, un futbolista que por norma general había crecido en sus cesiones, no lo hizo en el Nottingham, pero esta vez no había vuelta atrás. Su vínculo con el United estaba roto. La temporada 22/23 fue tormentosa para una de las joyas de la cantera de los diablos rojos.

No solo en lo deportivo, también en lo emocional. En 2023, Lingard tuvo problemas con la justicia. El inglés fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol, duplicando la tasa permitida en sangre. "Fue un golpe durísimo para él", explican los que han convivido con Lingard.

El Nottingham no renovó el contrato de Lingaard, de hecho no fichó por ningún equipo hasta casi un año después de haber roto su vínculo con el conjunto inglés. El futbolista no recibió ninguna oferta interesante y junto a los suyos optó por esperar para no errar el tiro. Durante la larga espera se le vio entrenar con el West Ham, donde dejó un gran sabor de boca: "Vino a mejor nivel que cuando estuvo cedido", aseguran. Pese a ello, nunca le ofrecieron incorporarse al equipo.

Su tiempo de inactividad no paró de aumentar, hasta que decidió comenzar una búsqueda activa de empleo. La MLS se interesó, Arabia hizo lo propio, pero el jugador quería una intentona en Europa. Como explicaron medios británicos, Lingard se llegó a ofrecer al Barça. Una incorporación a coste cero que podría ser interesante, pero su salario trastocaba los planes establecidos en la entidad. Todo lo contrario pasó en Arabia.

"Aquí el dinero no era un problema, estuvo entrenando varias semanas, pero no dimos el paso", explican fuentes del Al-Ettifaq, equipo en el que Lingard estuvo probando un tiempo a petición de Steven Gerrard, técnico del club. El problema no fue su nivel, como pudo saber Relevo, todos quedaron prendados del jugador, pero para incorporarlo en la plantilla el club debería despedir a dos jugadores con el objetivo de conseguir una ficha para extranjeros.

Tras 14 meses y una semana, Jesse Lingard encontró un nuevo hogar. El fichaje más inesperado de este invierno lo protagonizó el inglés con su movimiento hacia el FC Seúl. La liga de Corea del Sur, de un nivel muy asequible para Lingard, parecía ser un habitat de paso antes de recalar en ligas como la saudí o la MLS. Con su club tan solo ha jugado 105 minutos y el feedback no es prometedor.

"El valor de tu nombre no tiene significado. Eso es lo que le diré exactamente ", sentenció Kim Gi-dong, entrenador del FC Seúl, sobre Jesse Lingard. "Aunque entró como suplente, no trabajó duro y evitó los duelos", insistió tras el último partido disputado. Increíble como una de las mayores promesas del fútbol inglés, esté puesta en entredicho por su compromiso en una liga como la de Corea del Sur. Su caso no es el típico 'lo que pudo ser y no fue', Lingard es y ha sido, pero ahora solo quedan los escombros de lo que una vez construyó.