REAL OVIEDO

Sid Lowe, el periodista inglés que adora a Iñaki Williams y auxilió al Oviedo: "'Hola, si Woody Allen pudiera hacer alguna cosa para ayudarnos...'"

El periodista londinense Sid Lowe llegó a Oviedo de Erasmus en 1996. Desde entonces, es un fan declarado del equipo asturiano, cuya lucha por el ascenso tiene al inglés "contento y acojonado".

Sid Lowe, periodista de The Guardian, un aficionado muy especial del Real Oviedo./
Sid Lowe, periodista de The Guardian, un aficionado muy especial del Real Oviedo.
Cristina Bea

Cristina Bea

La relación de Sid Lowe (Londres, 1976) con el fútbol y, en concreto, con los equipos de su vida son historias dignas de ser contadas. "Es una vergüenza absoluta que yo sea del Liverpool porque soy londinense. Tendría que ser del Tottenham o del Arsenal. Me hice del Liverpool porque mi hermano mayor es del QPR (Queens Park Rangers) y no quería que su hermano pequeño fuera del mismo equipo", dice el periodista de profesión, en concreto de 'The Guardian', e historiador de formación, que eligió el Liverpool del amplio abanico de equipos ingleses por una razón, que también nos contará, más trivial que la que le vinculó al Oviedo, aunque por poco. 

La "casualidad" quiso que en 1996 Sid llegara a la capital del Principado para cursar su Erasmus junto a un amigo igual de futbolero. De ahí, a hacer su segunda casa el Carlos Tartiere y al Oviedo un asunto personal, como demostró en 2012 cuando se volcó en la campaña de venta de acciones del club para evitar su desaparición. Llegó a llamar a la oficina de Woody Allen en Nueva York.

"Cuando voy a Oviedo la gente me trata demasiado bien. La gente me tiene un afecto que no merezco. Como decía Di Stefano, 'que no me lo merezco, pero me lo trinco'", nos confiesa en esta primera parte de la charla. También, su adoración por Iñaki Williams.

¿Qué tal, Sid? ¿Cómo sienta ver a tu Oviedo en lo alto de la clasificación, luchando por volver a Primera? Imagino que contento, ¿no?

Sí, contento, pero también acojonado, porque yo no me atrevo a creérmelo. La verdad es que es una gozada. El fin de semana cuando nos pusimos primeros el sábado, sí que es verdad que luego el domingo el Elche se pone al lado, pero el sábado yo estaba mirando cada vez más, iba mirando y mirando y mirando un poco la clasificación y pensaba: 'No puede ser'. Le mandé un mensaje a mi padre, que mi padre está un poco tocado (levanta el dedo pulgar e índice hacia la cabeza) y colecciona tazas cerámicas de los equipos de fútbol, no sé si tiene 400, una cosa así, pero siempre los lunes las coloca según la clasificación de la Liga. Entonces, le mandé un correo para decirle: 'Oye, el lunes que no se te olvide que hay que cambiar la Segunda división española'. (Se ríe). Me dijo: 'No, no, es que estoy de viaje, hasta que venga…' Digo: 'Ostras, pero bueno…' (Ladea la cabeza y sonríe).

Sid Lowe y la anécdota de las tazas de su padre con la clasificación de Segunda. Relevo

Entiendo que estés asustado porque haya pomada en Segunda este año, apenas cuatro puntos entre el primero y el séptimo, con 42 aún por jugarse. ¿Cómo se ven las opciones reales de subir?

Sí, exacto, queda mucho y en Segunda división muy pocas veces hay más de un equipo que destaca realmente. Siempre hay una serie de equipos que son muy iguales entre sí. Yo tengo la sensación de que, por plantilla y por nombre, posiblemente el Almería es el que más opciones debería tener de subir. Por, digamos, engranaje, mecanismo, estructura, quizás el Elche, que para mí es un equipo que juega muy bien al fútbol. Nosotros tenemos una plantilla muy fuerte y creo que tenemos una dinámica buena pero, claro, hace mes y medio hubiese dicho que el Racing sube seguro. En algún momento se levanta y se va a meter ahí. Y el Mirandés, lo que está haciendo Alessio ahí es una cosa maravillosa. Sí que es verdad que muy defensiva, pero lo que hacen lo hacen muy, muy bien. Por lo tanto, ya te digo, no me atrevo nunca a creérmelo.

¿Qué destacas del equipo de Javi Calleja?

Yo tenía la sensación al principio de la temporada de que todavía no terminábamos de ser un equipo del todo. En el último mes y medio estoy empezando a ver que el equipo tiene las ideas más claras, los automatismos mucho más claros, creo que tenemos una plantilla como para estar arriba sí o sí. Lo que está haciendo este año, por ejemplo, Alemão, que es un futbolista que al principio siempre tenía sus cosas: su capacidad física, su voluntad, es un futbolista que lo da siempre todo, pero sí que creo que le ha costado un poco encontrar ese puntito de finura, y ahora mismo está seguramente entre los tres o cuatro mejores futbolistas de la división.

¿Vas al Carlos Tartiere durante la temporada, Sid? ¿Te dejan tus viajes, esta vida tan ajetreada que tienes los fines de semana? Me ha hecho gracia, de hecho, leerte «generalmente en un partido de fútbol» en tu descripción de X.

(Sonríe). Sí, suele ser el caso. A ver, el año pasado al Oviedo le caían muchos partidos lunes y viernes y es bastante coñazo para la afición. Para mí el año pasado, sinceramente, siendo egoísta, me vino fenomenal, porque trabajando el sábado y el domingo pues, oye, los días que el Oviedo jugaba el viernes y el lunes a mí me facilitaba ir. Yo iba el año pasado a muchos partidos en el campo, estuve en Andorra, por ejemplo, y en Cartagena, un lunes por la noche, partidos raros. Este año me han tocado menos, y da la sensación de que cada vez que creo que puedo ir, pues van y lo cambian. Fíjate que los viernes solían irme muy bien, pues el Elche-Oviedo se juega un viernes -que me parece un sinsentido siendo los dos primeros equipos de la clasificación-, pero se juega justo un viernes que yo viajo a Inglaterra, y el domingo estoy en el Atlético de Madrid-Barcelona. De haber sido el sábado o incluso el lunes podía haber ido, pero no ha sido el caso.

Sid Lowe se sigue sorprendiendo de los horarios de los partidos en España. Relevo

Cuentas esto de los horarios, de cuándo caen los partidos, y es que tú andas bastante a vueltas con el tema de los horarios…

(Sonríe, asiente y se toca la cara).Sí, sí, sí, porque a mí me sorprende. Muchas veces la gente me dice: 'Oye, pareces nuevo'. Digo: 'No, joder, nuevo no, lo que pasa es que me sorprende que nadie diga nada'. A mí me sorprende, sinceramente, que en los medios cuando se quejan de los horarios se quejan porque un equipo tiene más descanso que el otro o porque cómo puede ser que este equipo juegue en ese horario. No, para mí la clave no es que me toque un lunes, un viernes, un sábado, un domingo, la clave es que no me lo han dicho hasta faltando diez días. Y sí que es verdad que, obviamente, quizás, yo lo noto más porque me paso toda la vida corriendo de un partido a otro y estoy constantemente buscando el encaje del partido, de horarios y demás, pero hablando claro, a mí me parece una falta de respeto a la afición absolutamente brutal, y creo que la liga española hace muchas cosas muy bien, pero eso, que para mí es lo más básico, lo hace rematadamente mal.

"El tema de los horarios me parece una falta de respeto a la afición absolutamente brutal. Que no me lo digan hasta diez días antes. La liga española hace muchas cosas bien, pero eso lo hace rematadamente mal"

Sid Lowe Periodista de The Guardian

Y tú eres, como decía, de los que se queja de ello en X, aprovechas tu red social para reivindicar en lo que crees, como en 2012 contribuiste a la salvación del Oviedo. ¿Cómo se te ocurrió lanzar aquella campaña SOSRealOviedo? Muchísima gente de todo el mundo se lanzó a comprar acciones. Fuiste vital para que finalmente el Oviedo no desapareciera…

Bueno, me sobrepasa un poco esto. Cuando voy a Oviedo, por ejemplo, la gente me trata demasiado bien, pero demasiado bien. La gente me tiene un afecto que no merezco. Como decía Di Stefano, 'que no me lo merezco, pero me lo trinco'. (Sonríe). Y a veces tengo la sensación de que se habla demasiado de mí en todo ese proceso, porque realmente lo que hice fue bastante poco. Venía de una conversación con los consejeros en aquel momento, que eran aficionados, que realmente lo que hacían era todo lo que podían para intentar salvar al club. No es gente que se había metido por negocio ni nada, no, eran aficionados y, además, con una capacidad brutal y una pasión tremenda, que para mí son héroes y lo serán siempre, y hablando con ellos me comentaron un poco el tema de que si la ampliación de capital no saliese adelante y yo les dije: 'Bueno, pues cualquier cosa que pueda hacer, aunque mis posibilidades son limitadas…' 'Pues lo mejor que se puede hacer es darle bola'. 'Bueno, pues vamos a darle bola'.

Y lo que pasa con algo que empieza siendo una idea 'a ver si, a ver si suena la flauta', pues es que sonó la flauta, y la gente empezó a reaccionar, a meterse, y ahí sí que empiezas a subir las marchas, a presionar, a ir intentando decírselo a todo el mundo… Yo me volví muy pesado y había gente que me decía: 'Joder, para ya, tío', pero no, no, para no, porque esto es importante. Obviamente, es un alivio que saliera todo muy bien y, además, es algo que a mí me impone un respeto, me impone una gratitud de la leche hacia la gente, gente que no tenía nada que ver en muchos casos. También es verdad que yo creo que todo eso salió bien por una serie de factores que no son del todo casualidad, pero también hay mucha casualidad.

¿Qué factores?

Primero, era tangible: que la cantidad que necesitaba el Oviedo para sobrevivir no era una cantidad tan exagerada. No estamos hablando de 20, 40 o 100 millones. Estamos hablando en aquel momento, si no me equivoco, de 1,9 millones para sobrevivir a corto plazo, de 4 millones para sobrevivir más o menos bien, y luego a mirar el futuro, pero digamos que era un objetivo realizable.

Y, luego, la manera en la que hicieron la ampliación de capital, que me pareció muy sensata, que era enviar ese mensaje y vender acciones a un precio razonable, que una persona normal sí que se podía permitir, por ejemplo, comprar una acción, aunque sólo sea una, porque estaba en 10,85 euros, creo recordar, y 10 euros hay mucha gente que se puede permitir esto. Yo, por ejemplo, tengo un amigo que es muy del Portsmouth y el Portsmouth pasó por un proceso más o menos parecido y había gente que intentaba salvar al club, pero una acción valía 150 libras, más o menos, y yo hablaba con él de juntar dos o tres y a ver si comprábamos algunas. El club lo que hizo muy bien fue montar la cuenta de PayPal para que fuera más ágil, para que fuera más fácil, porque al principio era una transferencia internacional y había gente en todo el mundo que decía: 'Oye, no voy a comprar una acción en 10,85 y pagar el doble en gastos'. Con el PayPal era todo mucho más fácil.

Y, luego, hay otro factor que para mí es absolutamente capital, que era que en aquel momento teníamos a Michu, a Mata y a Santi Cazorla jugando en la Premier y, a ver, se me ven los colores, pero voy a decirlo y voy a intentar ser neutral, no voy a ser oviedista, pero te digo sinceramente que en aquel momento Michu, Mata y Cazorla eran tres de los mejores diez futbolistas de la Premier, sin duda. No había ningún club en la Premier que tuviese tres futbolistas mejores que el Oviedo, por canteranos, quiero decir. Ninguna cantera de la Premier League tenía tres futbolistas mejores que estos tres, que eran del Oviedo, joder. Entonces, eso obviamente ayuda mucho en el alcance del mensaje y, sobre todo, con todo mi respeto, en el caso de Santi y de Mata, porque jugaban el Chelsea y el Arsenal, que son más grandes obviamente que el Swansea en cuanto a la masa social y demás, y tú puedes apelar directamente al sentimiento de un aficionado del Arsenal. Le dices a un aficionado del Arsenal: 'Oye, tú no querrás que el equipo que te dio a Santi Cazorla desaparezca, ¿verdad? Pues, coño, joder, compra acciones'. (Se ríe). Entonces, ahí tuvimos mucho ganado.

Sid Lowe relata cómo intentó que Woody Allen ayudara al Real Oviedo. Relevo

Conseguiste que gente de Inglaterra comprara acciones, pero también de Estados Unidos, asiáticos, una campaña a la que acabó sumándose Melendi, Fernando Alonso, Alejandro Sanz, que tenía ninguna o menos relación con el Oviedo… ¿Aquello te dejó alguna gran anécdota, algún gran momento?

Muchísimas, porque ten en cuenta que ahora todo parece maravilloso, y lo es, pero en aquel momento estábamos desesperados, ¿eh? Y lo que tú dices, pues Fernando Alonso que es asturiano y Melendi que se involucró muchísimo porque realmente siente mucho al Oviedo, pero estábamos tirando de lo que podíamos. Y yo me acuerdo, por ejemplo, un día llamar a la oficina de Woody Allen en Nueva York, y decirles: 'Oye, esto puede parecer raro, pero ya verás: soy un inglés pero mi equipo es el Oviedo y sé que Woody Allen ha dicho muchas veces que tiene simpatía hacia el Oviedo, y cualquier cosa que pudiese hacer para ayudarnos y tal…'

Hablé con una secretaria, seguramente no es ni su ayudante personal, pero bueno, lo intenté con todo, y me dijeron: 'Bueno, pues hablaré con el señor Allen y ya les llamaremos'. Obviamente, no nos llamaron, está claro. Y también es verdad que, sin querer nombrarlos porque creo que no sería justo, a mí me llamaron directamente dos campeones del mundo, uno era español y el otro no, para preguntarme cómo comprar acciones. Gente que yo no sabía ni que tuviese mi teléfono. Dos que se implicaron en el sentido de 'oye, pues vamos a enterarnos, vamos a ver si podemos hacer algo'. Esa gente que compraba acciones de forma anónima, y hay miles de historias de gente que rompía sus huchas para comprar acciones en Oviedo. Tú ves las imágenes de Oviedo, de la cola al lado del estadio, de la gente que llegaba, de lo que hacían los futbolistas, y es una cosa preciosa, la verdad que es preciosa.

Bueno, (se ríe) hubo uno en Inglaterra que se equivocó comprando acciones. El tema es que quiso poner 10 y por accidente puso 100 acciones. O no sé si eran 10 y puso hasta 1.000, el tema es que compró una barbaridad de acciones y después el tío dijo: 'Bueno, venga, pues la causa es buena, joder'. (Sonríe).

Sabemos del amor de Woody Allen por Oviedo, cuéntanos del tuyo. Creo que nace, tanto por la ciudad como por el equipo, con el Erasmus, ¿no?

Sí, realmente no tiene secreto. Muchas veces pienso que el tópico habla de que las cosas pasan por un motivo. No, eso es una burrada, las cosas pasan por casualidad muchas veces, y la casualidad quiso que yo estuviese un año en Oviedo de estudiante. Bueno, de estudiante es un decir, porque cuando uno está de Erasmus estudiar se estudia bastante poco, pero realmente se aprende muchísimo. Y fíjate que yo llegué el día que el Oviedo jugaba con el Real Madrid, en la jornada 5, creo que es, domingo. No vemos el partido, lo escuchamos en la radio en el autobús, porque cogemos un vuelo a Bilbao y de Bilbao a Oviedo, escuchando que el Oviedo juega con el Madrid, y yo tenía un amigo que como yo es muy de Liverpool y estábamos los dos ahí, muy futboleros los dos, y digo: 'Buah, qué pena, macho, llegamos aquí y no hemos visto al Real Madrid'.

Y luego el lunes cogimos el Marca, porque ten en cuenta que estamos hablando de otra época, que no es móvil y tal, es coger el periódico el día después. Miramos un poco la tabla y la parrilla esa de todos los resultados y: 'Joder, macho'. '¿Qué pasó? 'Mira. Oviedo ha jugado tres partidos en casa este año, tres partidos que nos hemos perdido: Barcelona, Madrid, Athletic Club'. (Enumera con los dedos). Digo: 'Hijos de puta, ¿cómo pueden hacernos esto?' (Se ríe). Entonces, nosotros en plan: 'Bueno, pues no iremos a todos los partidos', pero sí, fuimos a todos los partidos. No sacamos abonos, pero íbamos a todos los partidos comprando entradas, entradas de cadete muchas veces, hacíamos la pequeña trampa, y terminamos yendo a todos los partidos. De hecho, el primer partido al que fuimos fue un partido del Oviedo B, el filial jugando contra el Deportivo, creo recordar.

Te iba a preguntar cuál era tu equipo de cuna, antes de que te hicieras del Oviedo. Ya que lo has dicho, cuéntanos alguna anécdota con el Liverpool. ¿Lo seguías mucho? ¿Quién era tu ídolo?

Mira, realmente no tengo excusa, es una vergüenza que yo sea del Liverpool, una vergüenza absoluta porque soy londinense, y realmente mi equipo tendría que ser sí o sí el Tottenham, y si no fuera el Tottenham, tendría que ser el Arsenal, que son los dos equipos más cercanos a mi casa. Todos mis amigos son del Tottenham, todos. Bueno, hay alguno del Arsenal. Yo me hice del Liverpool porque mi hermano mayor es del QPR (Queens Park Rangers), que también es londinense -no es de la zona del norte de Londres de donde somos nosotros, pero bueno, del oeste de Londres-, y él no quería que su hermano pequeño fuera del mismo equipo. Entonces, un día me dice que 'no, no, no, no, no puedes ser del mismo equipo', yo no sé si tenía 5 años o 4 años en aquel momento, y según cuenta él la historia y según yo tengo (hace el gesto de en la cabeza)… A veces tienes el recuerdo pero no es un recuerdo, es simplemente que el cuento se ha contado tantas veces que como que se te queda ahí, y según tengo entendido, yo le digo: 'Pues, joder, ¿quién juega de rojo?' 'Pues equis, equis, equis, éste, el otro, no sé qué, tal'. '¿Quién es el mejor?' 'Pues el mejor es el Liverpool'. 'Venga, pues soy del Liverpool'.

"Es una vergüenza absoluta que yo sea del Liverpool porque soy londinense. Tendría que ser del Tottenham o del Arsenal. Me hice del Liverpool porque mi hermano mayor es del QPR y no quería que su hermano pequeño fuera del mismo equipo"

Sid Lowe Periodista de The Guardian

Sí que es verdad que tuve la suerte de que, viviendo en Londres, había muchos equipos, había muchos campos . Yo le vi al Liverpool jugar en Arsenal, en Tottenham, en Wimbledon, en Crystal Palace, en Charlton, en Chelsea, West Ham, todos estos campos. El primer partido al que voy a Anfield sería en el año 88. El Liverpool marca cuatro goles al QPR, fíjate, al QPR (levanta las cejas y el dedo índice, con orgullo de niño), con dos goles de John Barnes, que es un partido que para mí siempre será casi el mejor. Pero tuve mucha suerte. En el 86, por ejemplo, el Liverpool gana el doblete, que en aquel momento ganar el doblete era una cosa de locos, no pasaba, y gana la Liga 1-0 en el campo de Chelsea y estuve, y la semana después gana la final de Copa 3-1 al Everton en Wembley y estuve. Con 9 años le vi al Liverpool ganar el doblete.

Casi nada.

Hostia, es que es tremendo. Vamos, tuve una suerte absolutamente alucinante. Es curioso porque la final de Copa, tú dices, bueno, ¿cómo puede ser que un niño de Londres consiga entradas? Pues la final de Copa en Inglaterra siempre se defendía la idea de que fuera una fiesta del fútbol inglés, pero el fútbol inglés a todos los niveles y, por lo tanto, había como sorteos y enviaban entradas a equipos locales. Yo jugaba en un equipo local, en el sub-10 años, enviaron a nuestro club dos entradas. El sorteo quiso que nos tocara a nuestro club y luego quiso que el soteo dentro del club me tocara a mí, y yo me fui a la final de Copa. Y lo pienso y me parece absolutamente impensable, pero joder, qué suerte tuve.

Y tanto. Por cierto, ahora que hablamos de años, ¿de qué año estamos hablando con tu llegada a Oviedo?

Llegué a Oviedo en el 96. 96-97, que es el año del brasileño Ronaldo en el Barcelona, que aquel año me dejó boquiabierto. Nunca vi una cosa igual, nunca…

Cuéntame, cuéntame de él, ¿qué es lo que más te fascinó?

Ten en cuenta que yo no lo conocía, no lo conocía para nada, y de repente… Porque si no me equivoco, en aquel año él tenía 19 años, tendría la misma edad que tenía yo cuando llegué, y era una cosa que era una mezcla perfecta entre la potencia y la agilidad y la elegancia corriendo, era un futbolista que parecía imparable, que parecía que no era humano, y yo sinceramente creo que aquel año… A ver, esto suena muy fuerte que lo diga porque he visto jugar a Messi, a Cristiano Ronaldo y demás, pero creo que nunca vi un año igual de un solo futbolista, por el impacto que tuvo. Para mí, claro, porque obviamente no sabía nada y de repente veo a este tío y digo: '¿Pe-ro-jo-der-quién-es-es-te-tío?'. Era demasiado bueno, no podían con él.

¿Hay algún futbolista actualmente que te embobe como él? ¿O parecido o de lejos, pero ese jugador que realmente te entusiasme hoy en día?

(Levanta la vista pensativo). Bueno, Santi Cazorla, (dice y nos reímos). Y fíjate que este es el Santi poslesión, que no debería ni caminar, pero está jugando así. A ver, seguramente habrá alguno, pero hay que tirar de lo que uno tiene grabado, y yo sigo pensando que la mejor asistencia que vi en mi vida es la que le da él a Gerard Moreno, con aquel toque del balonazo largo que hace 'pup' y dices: 'Es que es imposible lo que acaba de hacer, es imposible'. Bueno, a ver, futbolistas en este momento…

Sí, sal de la devoción por Santi, por favor, algún jugador de la Liga…

Sí, voy a salir. (Sonreímos). Futbolistas que me llamen la atención como aquel Ronaldo, ninguno, ninguno, porque por el impacto no hay nadie como él. Obviamente, siendo o intentando ser objetivo, el mejor futbolista que he visto y creo que veré en mi vida es Messi, para mí no hay nadie que... Ni Ronaldo, que Ronaldo es un futbolista de la leche, pero como él… Y así en plan que me deje estupefacto, fíjate que yo soy de futbolistas raros a veces. Yo, por ejemplo, por cariño, creo que para mí el futbolista más admirable de Primera división ahora mismo es Iñaki Williams, por todo lo que representa. Hay otros que me encantan: Iago Astas, por ejemplo, que es un tocahuevos tremendo, pero es un futbolista maravilloso que a mí me encanta. Pero bueno, sí, futbolista, digamos, por admiración, probablemente Iñaki Williams.

"Para mí el futbolista más admirable de Primera división ahora mismo es Iñaki Williams, por todo lo que representa. Iago Aspas, que es un tocahuevos tremendo, a mí me encanta"

Sid Lowe Periodista de The Guardian

¿Qué representa Iñaki Williams?

Todo, todo. La bondad, la voluntad, el trabajo, el sacrificio, la seriedad, pero una seriedad que no le vuelve seco. Una capacidad de entender su importancia, su papel y de llevarlo de una manera maravillosa. De hablar cuando tiene que hablar y hablar de una forma absolutamente elocuente. Creo que ha madurado muchísimo, creo que es más futbolista que antes. Creo que ha trabajado mucho la técnica, por ejemplo. Tú lo ves y dices: 'Mira, este futbolista es mejor porque él ha hecho todo lo posible para ser mejor'. A mí me parece un tipo fenomenal. Hombre, hay muchos futbolistas que me encantan, Luka Modric, por ejemplo, pero joder, para mí Iñaki es un tipo especial.

Yo lo dije una vez y fíjate que empecé a tener debates con la gente del Athletic. Yo dije que yo creo que muy posiblemente en los últimos 40 años es el futbolista más importante del Athletic Club. Importante, ¿eh?, no digo el futbolista de más goles o el futbolista de más talento puro o lo que sea, futbolista más importante por todo lo que simboliza, por todo lo que representa, por todo lo que ha hecho, por todo lo que ha ganado, que ten en cuenta que el Athletic estuvo 40 años sin ganar. A mí me parece, vamos, admirable.