Luis García-Rey, periodista deportivo y escritor de éxito: "Guardiola sería un buen personaje de novela, muchas veces le veo muy triste"
El presentador, que ha sido galardonado con el Premio Primavera de Novela 2024, compara su profesión con su nuevo hobby, la literatura, y nos habla de Rafa Benítez, Iago Aspas, Manolo Lama y Juanma Castaño.

Se deshidrató en el maratón de Valencia por haberse comido un arroz el día antes, junto al también periodista Pablo Pinto salvó a un hombre en el Sena durante la Eurocopa de Francia y dejó un trabajo en una empresa de purificadores de aire porque no podía seguir el Mundial de baloncesto de Japón que ganó España. Todas estas historias del periodista deportivo de Telecinco y colaborador de 'El Partidazo' de COPE Luis García-Rey (Vigo, 1981) son absolutamente ciertas. Nos las cuenta él mismo, entre muchas otras anécdotas y vivencias. La ficción la reserva para sus novelas 'Axel' y 'Loor'. Por esta última ha sido galardonado con el Premio Primavera de Novela 2024, motivo por el que cenó hace poco con los Reyes.
Este periodista seguidor del Celta es admirador de Iago Aspas pero no de Rafa Benítez, el extécnico del conjunto vigués. "Yo ya tenía una relación tan tóxica con Benítez que prefería bajar con Giráldez que mantenerme con Benítez", afirma este amigo de Pinto, Manolo Lama y Juanma Castaño, con quien ya planifica una escapada a Gijón para el verano.
¿De dónde se saca el tiempo para escribir, para publicar una novela, compaginándolo con la tele, la radio y con todo el deporte que creo que haces y del que luego hablaremos? Y hacerlo, además, con éxito. Enhorabuena por el libro y por el premio, Luis.
Sí, muchas gracias, muchas gracias. El premio fue una pasada. Realmente yo no lo esperaba y creo que no lo esperaba nadie que me conoce, además. Ha sido una sorpresa tremenda, pero no puedo estar más feliz con el premio. Y el tiempo es lo más difícil para mí a la hora de escribir, es verdad, porque mucha gente dice: 'No, lo más difícil es la página en blanco, lo más difícil es hilar la historia'. Para mí lo más difícil es encontrar el tiempo porque, como dices, al final tengo que compaginarlo. La primera novela yo la escribí en pandemia, entonces tenía todo el día para mí. Eso quieras que no me daba una libertad para escribir maravillosa, y ahora no la he tenido y tenía unos plazos, porque la editorial está esperando y hay que entregar. Ahí sí que he notado mucha más presión y lo que hacía era sacrificar, fundamentalmente, mi vida personal, que es lo que podía sacrificar, y el deporte también.
Creo que tenías una matemática para escribir, ¿no? ¿Mil palabras al día?
Como mínimo. Yo me pongo como pequeños trucos que me ayudan a avanzar, porque si no, ¿cuándo frenas? Y dices: 'Ay, pues hoy no me está saliendo'. No, no, pues no te sale y tienes que seguir más tiempo. No siempre lo podía cumplir. En el primer libro lo cumplía, sin duda, aquí pues había días que a lo mejor no me daba tiempo porque me tenía que ir a 'El Partidazo' de la COPE o lo que sea y hacía 700, pero al día siguiente había que hacer 1.300. O sea, voy buscando la manera de ponerme trampas para poder avanzar. Y lo que sí que noté, que es curioso, es que según avanzo en la escritura me resultaba más fácil cumplir el objetivo.
¿Cómo te sentiste el otro día con la recepción de los Reyes?
Fue un día muy especial y muy extraordinario. La palabra yo creo es extraordinario, porque yo tenía permanentemente la sensación de ¿qué pinto yo aquí?, que es una cosa que a mí me pasa súper a menudo también. Me pasa muchas veces en la tele también, cuando estoy ahí y de repente me encuentro con Franganillo o con tal y digo: '¿Qué pinto yo aquí?' O con Lama o con Carreño o con Juanma (Castaño) cuando presentaba al principio. Pues con los Reyes es un poco lo mismo, es como estar en un parque de atracciones: 'Ostras, mira el Rey, la Reina, les voy a dar la mano, van a decir mi nombre'. Es un poco como todo el rato flipando, un día en el que estás con los ojos muy abiertos, porque es muy divertido, estás en el Palacio Real. Es un sitio alucinante. La gente estaba como nerviosa. A mí eso no me pone nervioso porque es lo que te digo, no tengo protagonismo, es dejarte llevar y fijarte en todo lo que no vas a volver a ver, porque no creo que me vuelva a ver en una de éstas, la verdad.
Bueno, nunca se sabe. Tampoco pensaste que 'Axel' y 'Loor' te pudieran traer hasta aquí. ¿Cuándo empieza tu gusanillo por la escritura? No sé si has sido, además, muy lector siempre.
Sí. Yo siempre he sido súper lector y lo sigo siendo. Cuando escribo leo más novela negra y cuando no escribo leo otros géneros. Y siempre me ha encantado y siempre pensé que quería ponerme a prueba a ver si yo era capaz de hacer esto que tanto admiraba y que tanto me gustaba en los demás. Y cuando llegó la pandemia es que vi el momento, fue un ahora o nunca, porque estaba solo en casa, yo no tengo hijos. Espero seguir, sí, porque me hace muy feliz, Cristina. Es una experiencia súper relajante para mí. ¿Este rollo de que cuando estás agobiado, estás rayado, los problemas, que si este problema que se te va haciendo grande por sobrepensar y de repente necesitas soltarlo? Pues yo escribiendo lo consigo. Me relajo un montón. Porque, además, en el mundo del deporte, tú lo sabes tan bien como yo, la gente no es tan cariñosa con nosotros.
¿Te insultan mucho? ¿Cómo lo vives?
Yo lo llevo con naturalidad e intento que no me afecte. Tampoco he recibido una campaña de acoso y derribo de éstas que pueden acabar con tu salud mental, que hay compañeros que sí que lo han sufrido y que no me gustaría verme en eso, pero de vez en cuando me insultan. Pero es que cuando me insultan me lo tomo exactamente igual que cuando me halagan, y te explico por qué: porque normalmente entro en el perfil y si me insulta pues suele estar relacionado con que he dicho que no sé qué para mí no era penalti y digo: 'Vale, éste tiene una foto de Mourinho o una foto de Guardiola o tal. Vale, perfecto, ya sé por qué me está insultando'.
Te pido un ejercicio de abstracción. Si tuvieras que escribir sobre un futbolista, un entrenador, ¿a quién visualizas que digas: 'Es que es un personajazo. Es que tiene un perfil muy novelístico'?
Pues a mí me parece un personaje interesantísimo por 40.000 cosas Pep Guardiola. Es que lo citaba antes y me parece un tipo súper interesante porque a mí me parece el mejor entrenador que yo he visto en mi vida, no sólo en el fútbol, sino creo que casi en cualquier deporte. Es un tipo que equipo que coge lo convierte en una máquina de matar y una máquina preciosa, además. Lo que ha hecho con el City, lo que hizo en su momento con el Barça, yo no he visto a equipos jugar así. Y al mismo tiempo me parece un personaje mucho más complejo de lo que parece y yo creo que dentro de él hay mucho que rascar ahí.
"Me gustaría conocer la verdad de quién es Pep Guardiola porque yo creo que nos deja ver una pequeñísima parte. Yo lo veo triste muchas veces"
Es un ganador indomable, increíble, pero yo creo que dentro de él hay muchas cosas que no funcionan tan bien. Yo creo que está permanentemente haciéndose preguntas, pero no sólo en lo futbolístico. Entonces, me gustaría mucho obtener respuestas, me gustaría conocer la verdad de quién es Pep Guardiola porque yo creo que no nos deja ver ni una pequeñísima parte.
¿Qué tipo de preguntas crees que se hace?
Es que yo creo que dentro de él hay bastante... Joder, voy a hablar gratis, porque no le conozco personalmente, pero yo creo que hay cosas dentro de él que le generan mucha tristeza. Yo le veo muy triste muchas veces a Pep Guardiola. Y a pesar de todo lo que gana... Porque permanentemente está agobiado con la perfección, es la sensación que tengo yo, y la perfección no se puede alcanzar, porque hay muchísimos elementos que no te lo van a permitir. No depende sólo de ti. Es que hasta la prensa, los aficionados, los rivales... Nadie te va a permitir ser perfecto, es imposible. Y él yo creo que está en esa búsqueda y no lo va a conseguir, entonces, creo que está chocando contra un muro. Pero ya te digo, es simplemente una sensación que yo tengo, porque no le conozco.
Si escribieras de un equipo de fútbol, tengo claro que sería del Celta, ¿no? Cuéntame un poquito de tu afición celeste.
Claro. Es que como soy de Vigo y mi familia es de Vigo pues desde pequeñito mi padre y mis hermanos me llevaban a Balaídos, entonces, efectivamente, no puedo ser de otro equipo que no sea el Celta. Y llevo fuera de Vigo desde los 18 años, llevo 25 años fuera de Vigo, pero es mi equipo. El domingo a las cuatro y cuarto voy a estar sentado en el sofá delante de la tele para ver al Celta contra el Villarreal. Yo no me veo el Betis-Villarreal a no ser que lo necesite por trabajo. Para mí es la cita de la semana. Me encantaría ser madridista (se ríe), pero soy del Celta y todavía lo único que he vivido han sido dos finales de Copa y las dos perdidas. Son momentos muy especiales porque viajas con la familia, ves al celtismo, que es una cosa muy guay, ¿eh?
Y estuviste también en Birmingham y en Anfield, si no me equivoco.
Sí, sí, sí, es verdad. Cuando era más pequeño, que estaba en el instituto y me acuerdo que no iba a clase esos días. Vi ganar al Celta frente al Aston Villa en un partido increíble y luego el gol de Revivo en Anfield. Tío, que ganamos en Anfield al Liverpool (sonríe), que son cosas que son alucinantes, que ahora lo piensas: ¿Qué hacíamos los del Celta de Vigo ganando en Anfield? Pero sí, esas cosas yo creo que te marcan un poco de manera definitiva. Incluso cuando el equipo baja a Segunda ahí sigo, viendo un Celta-Mirandés, que dices tú: 'Ostras, ¿qué demonios hago aquí yo un sábado?' Pero es difícil de explicar, la verdad. Mira que me hago mayor y debería haber madurado ya en este aspecto, pero ahí sigo, ahí sigo.
'Yo ya tenía una relación tan tóxica con Benítez que prefería bajar con Giráldez que mantenerme con Benítez. No soportaba ni su manera de comportarse ni de tratar al club, me parecía un altivo inasumible'
¿Estás sufriendo mucho este año? Aunque ahora algo menos con la salida de Benítez y la apuesta por Giráldez. Habéis respirado un poco.
Sí, es otro mundo, es otro mundo. Es que aparte yo ya tenía una relación tan tóxica con Benítez que yo prefería bajar con Giráldez que mantenerme con Benítez. Es que no soportaba ni su manera de comportarse ni su manera de tratar al club, porque me parecía un altivo inasumible, y luego que el equipo estaba sin entrenar. Yo no he visto un equipo peor entrenado que el Celta de Benítez, era una cosa exagerada. Y Claudio es una pequeña joya que tenemos ahí en Vigo, que la gente no conoce, que consiguió que el Celta juvenil fuese campeón de Liga y casi cayese en semifinal de la Copa de Campeones, que el Celta B jugase el playoff de ascenso a Segunda división. Es una barbaridad lo que estaba haciendo, y jugando muy bien. Y luego tiene una apuesta por la cantera muy definida que hace que te identifiques mucho más con él. El núcleo equipo-afición-ciudad otra vez se vuelve a juntar, que para mí es fundamental.
Creo que eres de los seguidores del Celta que quieren bien al Dépor, ¿cierto?
Sí, es verdad. En esto sí que he madurado. Cuando era más pequeño y vivía en Vigo pues, efectivamente, hay esa rivalidad, te inoculan ese odio al Dépor y lo recibes también de vuelta y sí que estaba un poco más ahí, pero también era un niño pequeño. Pero ahora no, para nada, en absoluto. A mí me apetece que el Dépor suba a Primera porque el derbi me parecía un partido precioso y me encantaría que dejásemos ya la tontería de la rivalidad esta de insultarnos y de pegarnos y tal y cual. Y que Galicia es un sitio maravilloso, A Coruña es una ciudad alucinante, es una ciudad preciosa y el Dépor es un equipo que mola. Entonces yo le deseo lo mejor al Deportivo de Coruña y lo digo de verdad, ¿eh? La gente me dice: "No, lo dices porque…" Que no, coño, que lo digo de verdad. (Se ríe).
¿Qué piensas de la escritura como profesión? Hace unos días Juanma Castaño te lanzaba una pregunta en 'La Linterna' si dejarías el periodismo deportivo.
A mí el periodismo deportivo me gusta, es un poco mi vida. Llevo aquí 15 años y me hace feliz, lo que pasa es que la suerte que tengo ahora es que si el periodismo deportivo algún día me deja a mí, yo tengo una segunda carretera. Ahora mismo me ilusiona más la escritura, con el corazón lo digo; es lo nuevo y lo nuevo siempre te estimula un poco más, y a mí ahora mismo la escritura me hace súper feliz. El periodismo deportivo es algo que es como una relación en la que llevas más tiempo y pues oye, por supuesto que la quiero mucho, pero está más tranquila, no tengo esta montaña rusa (hace el gesto). Pero mientras pueda compaginarlo, y de momento estoy pudiendo, pretendo compaginarlo, pero desde luego no voy a dejar de escribir.
Con Juanma coincidiste en Cuatro, ahora lo hacéis en COPE y también fuera de los medios porque tengo entendido que sois muy amigos, ¿verdad? ¿Alguna anécdota compartida?
Bueno, Juanma es súper amigo mío desde que yo empecé en la tele. Yo empiezo en la tele en el 2007, me parece, y él estaba justo ahí también porque Cuatro nace en 2005, estábamos empezando. Y nos caímos muy bien desde el principio, conectamos súper bien. Nuestra relación, por supuesto, ya trasciende la profesión. Yo, de hecho, hablo con Juanma casi todos los días y no hablamos de periodismo. 'Oye, estoy rayado por no sé qué de la radio, tal', pues lo tratamos, somos amigos, pero nuestra amistad ya trasciende mucho. Trasciende hasta el punto de que yo todos los veranos me voy dos días a Gijón, a su casa.
Yo calculo siempre mis vacaciones para pasarme dos días en Gijón, y siempre lo comentamos que tienen que ser dos días, porque uno es poco y tres es mucho (se ríe), y lo tenemos súper claro. El primer día lo pasamos increíble, el segundo día lo pasamos increíble y yo me tengo que ir. Es como: 'Juanma, me tengo que ir, tengo ya fiebre'. Son tan intensos en todos los sentidos que es como me tengo que ir de aquí, y él también: 'Tío, vete ya porque esto no es bueno para ninguno de los dos'. Aparte que ya es como que hemos pasado demasiado tiempo juntos. Entonces, tenemos claro que nuestra amistad es perfecta dos días de intensidad máxima, y lo hacemos todos los veranos. Vamos, este verano ya le estoy preguntando cuándo vas a Gijón para coger mis vacaciones, para tener allí mis dos días que son innegociables.
Con quien también trasciende a la profesión vuestra relación es con Pablo Pinto, ¿no? Habéis compartido muchos días y minutos de tele y creo que a nivel de deporte y de amistad también.
Sí, y con Pablo Pinto te voy a contar una anécdota que la hemos contado un millón de veces pero siempre la contamos en privado, yo creo que nunca la habíamos contado… Y es que salvamos una vida Pablo Pinto y yo, te lo juro. En la Eurocopa de Francia Pinto y yo estuvimos juntos en París un mes, lo pasamos increíble, un mes inolvidable, porque en las Eurocopas trabajas mucho pero son divertidísimas. Y estábamos un día por la noche, volvíamos ya a casa, imagínate, a las cuatro de la mañana salíamos de un garito, y de repente nos viene una chica llorando en el Sena y nos empieza a pedir ayuda en francés, que ninguno de los dos sabía francés. No entendíamos nada. Y la vemos llorando apurada y tal, y me dice Pinto: 'Bueno, vamos a asomarnos ahí', y había un chico en el Sena, agarrado, que la corriente se lo llevaba. Que se lo llevaba, que se moría. Y entonces nos bajamos Pinto y yo corriendo, y yo recuerdo a Pinto coger al tío y yo coger a Pinto, porque Pinto estaba en volandas, y entre los dos hacer ras (hace el gesto de estirar), y lo sacamos. El tío llorando, un señor de 55 años, pero llorando que se moría. Y Pinto y yo nos sentimos como Batman y Robin, te lo juro, éramos como dos héroes. Estuvimos diciendo: 'Bueno, ¿a quién le salvamos ahora la vida? Vamos a ver ahí en Notre Dame si hay lío y tal'. Era como dos auténticos superhéroes, una historia inolvidable.
Y Pinto y yo, efectivamente, Pinto tiene otra vida, tiene sus tres hijos pequeños, nuestras vidas no se parecen, pero sí que buscamos también muchísimos momentos para salir juntos, para quedar, comí con él antes de ayer, y luego somos socios en la universidad, tenemos un máster de periodismo deportivo y somos socios con otro chico, con Tinto, entonces estamos en permanente contacto y es otra persona a la que quiero un montón.
Tengo que confesar que le he preguntado a Pablo alguna anécdota vuestra para lanzártela y me ha adelantado que salvasteis a ese hombre en el Sena y, en televisión, me ha dicho que te pregunte por un día en el que teníais que grabar una publicidad y tú le mirabas como diciendo: '¿Qué haces?' ¿Qué pasó?
Sí, sí, me quedé alucinado porque en la tele las publicidades hay que leerlas. Nosotros no tenemos cue, pero la publicidad es sagrada, hay que leerla, y la persona que tiene que pasar el cue no estaba en su sitio y de repente empieza la publicidad, estábamos los dos mirando a cámara y vemos a un tío corriendo que tenía que subir porque se había 'empanao' y tenía que subir a mover el cue y no daba tiempo. Y de repente veo que Pablo empieza a inventárselo todo y yo digo: '¿Qué está haciendo este tío? Pero, ¿qué demonios está diciendo este tío?' Y claro, yo no, fui incapaz de aportar absolutamente nada. Yo decía, primero, 'pero cómo tiene tanta cara', y segundo, 'que la publi no te la puedes inventar, que esto está pagado'. Y luego me confesó que lo había visto el día anterior con Manu y con Juanma o algo así y entonces se le quedó medio grabado un poco y con eso fue tirando, pero claro, yo en ese momento no lo sabía, Cristina. Entonces yo decía: '¿Pero qué? Nos va a caer un puro por culpa de este tío, ¿sabes?' Sí, sí, un jeta.
También viviste la época de 'Los Manolos', que fue una época muy importante.
Sí, joder, la época de los Manolos fue alucinante, porque en ese momento éramos referencia en España absoluta, y ahí sí que currábamos muchísimo, ahí currábamos como bestias, era una auténtica barbaridad, y nos lo tomábamos muy en serio. Fue una época preciosa y yo recuerdo trabajar con Lama, con Carreño, con Juanma, con Nico Abad. Es que ahora lo ves con perspectiva… Estábamos todos en la misma redacción, con el mismo equipo, con Elena Sánchez, que ya falleció, que era un poco la capitana de todos nosotros, era la capitana de la cadena, y fue una época completamente extraordinaria, de verdad, extraordinaria.
"Le digo a la gente que una de las grandes suertes que he tenido -suena un poco heavy pero es verdad-, es haber podido pasar tiempo con Manolo Lama'
A nivel anécdotas, es que trabajar con Manolo Lama es una anécdota 24 horas. Es un tipo al que quiero muchísimo, somos muy amigos, nos queremos un montón, pero es que estás todo el rato aprendiendo con Manolo, pero no sólo de periodismo, de la vida, estás aprendiendo de todo. Es una lección permanente. Es un tipo que ha vivido tanto… También es bastante mayor que yo, y es tan sabio todo el rato. Y lo digo de verdad, ¿eh? Incluso cuando se equivoca, cuando no estoy de acuerdo con él saco un aprendizaje con Manolo. Me pareció una pasada. Yo, de hecho, le digo a la gente que una de las grandes suertes que he tenido -suena un poco heavy, pero es verdad-, es haber podido pasar tiempo con él. Para mí pasar tiempo con Lama era como 'ostras, qué guay, voy a estar un rato con Lama', que no es tan fácil, que está siempre haciendo cosas, y es que sacas cosas todo el rato. Yo que soy observador y tal, siempre estaba aprendiendo con él.
¿Cuál fue tu mayor aprendizaje con Lama?
En el día a día yo flipaba. Decías: 'Es que esta persona, que es bastante mayor que yo, acaba de levantarse a las 4 de la mañana en Múnich y se viene a la tele sin dormir, hace el programa, luego come, se va a la radio... Y tú decías: 'Pero tío, ¿cómo lo hace? ¿De dónde saca la energía?' Porque, sobre todo, si algo tiene es energía. Y luego donde realmente él brillaba más y donde flipabas era en los grandes eventos, cuando te ibas un mes a la Eurocopa. Él estaba con la tele y con la radio y lo tenía absolutamente todo bajo control. Él sabía quién iba a cada sitio, qué reportero iba a cada partido, qué narrador iba a cada estadio... Se encargaba él de todo. Sacaba las entradas, sacaba los hoteles...
Es una cosa completamente de locos esa cabeza, para dos medios distintos. 'No, este hotel lo vamos a pillar aquí porque nos queda más cerca del estadio, tal, no sé qué, no sé cuántos. Tú, oye, cógete esta entrada del partido de Suecia y cámbiatela con un sueco para que te dé la entrada del de Rumanía'. Y yo decía: '¿En serio? ¿De dónde saca toda esta capacidad?' Es que lo que tiene este tío es una energía increíble. Y todo eso lo hace siendo además un tipo divertidísimo con todo el mundo. Casi todo el mundo, pues a lo mejor los Ultras Sur no, pero casi todo el mundo que le ha tratado personalmente y que ha currado con él adora a Lama, porque no se puede no adorar a Lama si le conoces.
¿Y cómo es ahora la nueva etapa de El Desmarque? Con cambios para ti, empezaste entre semana, ahora fin de semana en Telecinco y sigue el programa nocturno, se supone que con el objetivo de competir con 'El Chiringuito', ¿no? Tremendo negocio.
Sí, lo que pasa es que eso era con el programa de la madrugada, que yo ya lo he dejado con todos los cambios y tal. Ahora lo está haciendo Ricardo Reyes, pero yo creo que no estamos compitiendo con el Chiringuito de momento, porque El Chiringuito va todos los días y tienen un programa absolutamente estructurado, unas horas determinadas y nosotros yo creo que todavía no estamos ahí con esa duración de programa y empezando a la misma hora, no es una competición exacta, digamos.
Yo ahora me he pasado al fin de semana de Telecinco. Dentro de la nueva reestructuración estuve con Lucía Taboada en El Desmarque en Cuatro -todavía me sale decir Deportes Cuatro-, a mediodía y fue una etapa guay. Lucía es una chica con la que me llevo de maravilla, es paisana de Vigo también y nos caemos fenomenal, y ahora estoy solo otra vez en Telecinco el fin de semana y estoy feliz.
Aunque disfrutes más de la escritura, pero en el periodismo deportivo ¿hay algo que todavía tengas como sueño, alguna cobertura, algo que te gustaría vivir?
Bueno, hay algo que no he hecho, lo que pasa es que ya he perdido un poco esa pasión, ¿eh? Quiero decir, es como que si lo hago bien y si no, no me va a quedar la espinita, que hay gente que dice: 'Tengo esta espinita', yo no la voy a tener. Pero nunca he ido a unos Juegos Olímpicos porque como siempre son de Televisión Española (se ríe), y yo no he currado en Televisión Española, entonces nunca he ido.
¿Siempre quisiste ser periodista deportivo?
Sí, la verdad es que sí, porque me di cuenta de que a mí el deporte me flipa y yo, aparte de que lo practico, lo consumo. Entonces, ¿cuál era la manera de poder consumirlo y no perderme los partidos y tal? Pues trabajando en esto, y encima me pagan, ¿no? Es una frase que repetimos mucho los periodistas deportivos: 'Es que encima me pagan por ver el fútbol'. Es mucho más que esto, evidentemente, pero un poco esto también es. Quiero decir, si yo trabajase en otra cosa… A mí me pasó. Yo he trabajado en varias cosas cuando era más joven mientras estudiaba. Yo recuerdo el Mundial de España de baloncesto en Japón, que ganamos con Gasol, Navarro y tal, yo estaba currando de otra movida y me perdía los partidos porque en horario japonés… Y dejé el trabajo. (Se ríe). Lo dejé, lo dejé. Dije: 'Tío, van a ganar y yo por esta cosa que no… Quiero decir, que es un trabajo temporal me voy a perder…' Lo dejé y dije: 'Yo tengo que ser periodista deportivo, no puedo ser otra cosa.
¿Se puede saber qué trabajo era?
Sí, estaba como de comercial en unos purificadores de aire. En verano era. Tenía que hacer luego el máster y estaba buscándome un poco la vida. He trabajado de muchas cosas: he trabajado de cartero, he trabajado de recogevasos en una sala de conciertos, he trabajado sujetando un palo en la calle en Edimburgo para Pizza Hut porque no hablaba inglés. En la calle sujetando un palo no tenía que hablar, pero pasaba un frío y la lluvia… Sí, yo he hecho muchas cosas.
¿Qué deportista y qué escritor son tus ídolos, tus referentes?
A ver, nunca he sido muy de ídolos, por lo menos en el mundo del deporte, esto de decir: 'Dios mío, esta persona y tal y cual', pero en el mundo del deporte cuando era pequeñito ahí sí que era un poco más mitómano y flipaba con Magic Johnson, fíjate ya lo antiguo que suena esto, pero a mí me gusta el deporte desde muy pequeño y yo con Magic Johnson recuerdo que flipaba. Era una cosa… Porque era tan carismático, siempre sonriendo y estos pases que hacía sin mirar, flipaba.
"El deportista al que yo más quiero es Iago Aspas. Lleva 15 años sosteniendo al club de mi ciudad. Sin Iago Aspas el Celta yo no sé dónde estaría. Tenemos una especie de Messi"
Y ahora, pues por barrer para casa, realmente el deportista al que yo más quiero es a Iago Aspas, lógicamente, porque lleva 15 años él solo sosteniendo al club de mi ciudad. Sin Iago Aspas el Celta yo no sé dónde estaría, y lo digo completamente en serio. Tenemos una especie de Messi en el equipo que no somos conscientes, que ahora ya es muy mayor, pero que ha hecho milagros. Él solo ha hecho milagros, entonces, le tengo como un cariño muy especial.
Y como escritor ahí sí que siento mucha admiración por mucha gente, porque digo: 'Cómo lo hace este tío, qué barbaridad'. Y siempre lo digo, yo creo que un poco el gran maestro para mí era Domingo Villar, que también era de Vigo, que falleció hace unos meses y que yo lo conocía porque era del Celta también y coincidíamos en alguna tertulia, y sus libros son absolutamente extraordinarios, no sé si lo has leído.
No, la verdad es que no. Y a ti tampoco, os tengo pendientes. Preparando la entrevista lo pensaba, que os leeré a ti y a Gonzalo Villar.
Y además en ese orden, ése el bueno (bromea).
¿Y estás pensando ya en tu tercera novela? ¿Estás pensando ideas y planificando?
Lo que pasa es que cada vez que me viene una idea la derribo, porque estoy en un momento de vamos a, por favor, también disfrutar de la vida, lo que te decía antes. Y estoy disfrutando de la promoción de la novela, que la promoción es un momento muy cansado, porque tienes que viajar por toda España, tienes que hacer muchas entrevistas… Es muy bonito, pero también es agotador porque hay que encajarlo entre los demás trabajos. Entonces estoy disfrutando de 'Loor', que acaba de salir, luego ya he explicado a todo el mundo que viene la Eurocopa, los Juegos Olímpicos, el verano. A mí me gusta mucho el verano, estar en Vigo, mi familia, la playa me fascina y no quiero tener en la cabeza la presión de: 'Ostras, me tengo que ir ahora mismo de la playa porque tengo que escribir'. No, no, no. Voy a estar en la playa hasta que yo quiera, y una vez que pase el verano ya sí que me pondré con la tercera historia y lo que ya no sé es cuándo la terminaré, pero si sigo en el fin de semana que tendré un poco más de tiempo, espero tenerla para 2025.
Pues que así sea. Estaré pendiente.
En cuanto leas 'Axel' me vas a escribir y vas a decir: 'Luis, ponte ya con la tercera historia'.