¿Qué fue del madridista y del culé que menos minutos han jugado en un Clásico?
Ramos y Messi suman 45 Clásicos cada uno, pero 125 azulgranas y 96 blancos sólo jugaron uno. Entre ellos, Lucas Silva e Isaac Cuenca...
Desde París, Sergio Ramos y Messi; Messi y Sergio Ramos lideran la clasificación de Clásicos jugados en sus respectivas carreras: 45 cada uno. Cerca está ya Busquets, que con 43 podría igualarlos esta misma temporada. Superados en el tiempo quedan los 42 de Gento, Sanchís y Xavi. En las antípodas de estos registros, un buen puñado de futbolistas, 125 del Barcelona y 96 del Real Madrid, tienen a bien haber disputado al menos un Clásico en sus vidas y entre ellos, minuto arriba o abajo por las prolongaciones, destacan especialmente dos casos. Uno por club. Dos futbolistas que, oficialmente, tan solo disputaron dos minutos cada uno. Ambos entraron al campo como sustitutos en el minuto 88.
Lucas Silva Borges (29 años), brasileño y actualmente jugando en el Gremio de Porto Alegre, vivió su experiencia, vestido de blanco, en el Camp Nou. Juan Isaac Cuenca López (31 años), natural de Reus y recientemente retirado por culpa de una lesión de rodilla, vivió su experiencia, vestido de azulgrana, en el Santiago Bernabéu. ¿Qué fue de ellos desde entonces? ¿Cómo vivieron aquellos minutos de gloria?
En la distancia, Lucas en Porto Alegre e Isaac en Reus guardan puntos en común en sus respectivas carreras. Ambos destacaron muy pronto y dieron el salto al profesionalismo todavía en edad juvenil. El brasileño fichó por el Cruzeiro con 14 años. Con 19 se estrenó con el primer equipo y nada más cumplir los 21, en enero de 2015, fichó por el Real Madrid. El catalán, tras lucir regate del bueno en la cantera azulgrana y una temporada en el Sabadell, debutó con el primer equipo azulgrana en Granada con 20 años. Después recorrió mundo.
"Sentí frío en el estomago al pisar el Santiago Bernabéu. La primera vez que había ido a un estadio con mi padre en Brasil, él llevaba puesta una camiseta del Real Madrid. Siempre pensé que algún día jugaría en ese club. Ya jugaba con este equipo en la 'play'. Estoy cumpliendo un sueño". Con estas palabras respondió Silva a la elogiosa presentación que le hizo Florentino Pérez en el palco del Santiago Bernabéu. Con el 16 a la espalda, besó varias veces el escudo, ajeno a lo enredada que sería su trayectoria en el club blanco, que pagó cerca de los 15 millones de euros por esa perla blanca goiana que tenía detalles propios del mismísimo Xabi Alonso.
Extrema competencia
Ancelotti era el técnico entonces y el jugador de Bom Jesús de Goiás llegaba al vestuario blanco a completar una plantilla que en el centro del campo ya tenía a Modric, Kroos, Khedira e Illarra. Casemiro había sido cedido al Oporto y precisamente sería él quien cerraría a su compatriota la puerta de la continuidad al final de temporada. En ese medio curso, Lucas disputó nueve partidos: ocho de Liga y uno de Champions. En cuatro fue titular, dos completos, y en cinco salió sobre la marcha. Completó 427 minutos, entre ellos sus 120 segundos en el Clásico.
Jornada 28. 22-3-2015. Camp Nou. El brasileño viene de jugar 90 minutos contra el Levante y piensa que puede ser titular ante el Barcelona en el Clásico. Ancelotti apuesta por Isco al lado de Modric y Kroos. Casillas en la puerta; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos y Marcelo, atrás; y arriba, Cristiano, Benzema y Bale. Lucas entra en el minuto 88 por el croata. El Barça ganó 2-1 con un gol de Luis Suárez y ratifica su liderato. De ese encuentro los de Luis Enrique salieron con cuatro puntos de ventaja y terminaron siendo campeones con dos puntos de diferencia. Lucas, por medio de su responsable de prensa, fue preguntado por Relevo por esa experiencia en el Clásico y rehusó hablar por no considerarla una experiencia muy positiva.
Con un Casemiro triunfador de vuelta y Rafa Benítez en el banquillo, el Real Madrid convenció al futbolista de que lo mejor era que se fuera cedido una temporada. El Olympique de Marsella fue el club elegido. Allí entrenaba Míchel, un ex de la casa blanca, que dio el visto bueno a la operación. Buscaba un mediocentro de calidad y él daba el perfil. Lucas fue de más a menos y al finalizar el curso volvió a la disciplina blanca.
Zidane tampoco contó con él y se pactó una nueva cesión. Lisboa, el Sporting de Portugal, era su destino, pero en el rutinario reconocimiento médico le detectaron una arritmia y los médicos aventuraron que no podría volver a jugar a un alto nivel. Tras un par de meses alejado de los terrenos de juego, comenzó a entrenarse con Zidane, pero sin ficha. El 31 de enero fue cedido al Cruzeiro hasta junio de 2018 con una cláusula de repesca inmediata en el verano de 2017 y en enero de 2018. No dio lugar a pesar de que ganó dos títulos con su nuevo club.
Es más, llegó a un acuerdo con el Real Madrid para rescindir definitivamente su contrato en septiembre de 2019. Como agente libre también le costó encontrar un club y hasta enero de 2020, cuatro meses después, no fichó por el Gremio. Una nueva etapa se abrió en su vida. Jugó con regularidad, pero la temporada pasada su equipo descendió, por lo que este curso Lucas juega en la Serie B brasileña.
Maldita rodilla derecha
Contrariamente a Lucas Silva, Isaac Cuenca disfruta recordando los dos minutos que jugó en su único Clásico y pormenoriza sobre su fulgurante comienzo de carrera que vio un final infeliz por culpa de una maldita lesión en su rodilla derecha. A los 31 años, intenta seguir ligado al fútbol estudiando para ser entrenador e invierte en una clínica que ayude al futbolista a recuperarse de lesiones tan importantes como la suya.
Desde Reus, Isaac tira de carrete. Se nota que le apasiona el fútbol. "Sí, claro que echo de menos el balón, el césped… pero no podía amargarme más la vida. Era una cuestión ya de salud, la rodilla no me permitía seguir jugando. No podía seguir arriesgándome por uno o dos años más en activo. Es más importante la vida que todo lo demás".
Viaje al pasado. 18 de enero de 2012. Cuartos de final de Copa. Ida. Santiago Bernabéu. Tiempos complicados para un Clásico. Mourinho en el Real Madrid. Guardiola en el Barça. "Aunque jugara dos minutos tengo ese partido en la cabeza. Para los chavales de la cantera, por lo menos para mí, un Clásico era el no va más. Es el partido que siempre sueñas jugar. Dos minutos o diez partidos o más que han podido jugar otros. El Clásico siempre fue mi partido. Hasta recuerdo uno que jugué con 12 años en Galicia. Ganamos 2-0. No recuerdo otro hasta ese del que hablamos. También ganamos. Se adelantó Cristiano. Empató Puyol y marcó Abidal. Entré al final por Cesc Fábregas".
La crónica de Mundo Deportivo del día siguiente definió su actuación con un 'Atrevido'. Isaac se ríe. "Ja, ja, ja… Toqué un par de balones, pero sí es verdad que lo intenté. Tiré un par de regates. Yo era así. Me gustaba encarar. Creo que tengo el récord de regates consumados en un partido de Liga. Fue jugando con el Deportivo precisamente contra el Real Madrid al año siguiente de ese Clásico. Nos ganaron 2-8 en Riazor… pero hablábamos de mi Clásico, ja, ja, ja".
"Aunque jugara dos minutos, tengo ese partido en la cabeza; tiré un par de regates, yo era así..."
Isaac CuencaComo para no recordarlos. Era los tiempos de la máxima rivalidad entre Mourinho y Guardiola. "Yo solo jugué ese, pero viví otros en el banquillo y el ambiente estaba crispado. Se notaba la tensión, incluso entre compañeros de Selección. Cuando se fue Mourinho se calmaron las cosas, aunque yo también salí del Barça".
Ajax, Depor, Granada, Japón...
Y salió por su primera lesión grave. Tras cinco meses alejado de los terrenos de juego, tenía que jugar. "Del primer percance no me recuperé bien. Me fui cedido al Ajax. Me volví a lesionar. Después me fui al Deportivo y más tarde al Granada, no sin antes pasar por Turquía. Te cambia la vida. De jugar por ganar todos los títulos con el Barcelona pasas a luchar por no descender. Me fui a Israel, me fue bien, ganamos la Liga, la Copa, jugamos la Europa League. Tenía ganas de volver a casa y fiché por el Reus, pero LaLiga no dejó que me inscribieran por un problema con el contrato. Decían que ganaba muy poco y que no les cuadraba. Fue un caso único. Lo pasé mal. Quería volver a casa. Me fui a Japón y allí me fue muy bien hasta que volví a lesionarme. Fui compañero de Fernando Torres… con Lluis Carreras de entrenador. Se dijo que me quería el Kobe de Iniesta, Samper y Villa… pero la rodilla no daba para más". Aquello fue el principio del fin de su carrera.
Sin poder abstraerse de su prisma azulgrana, Isaac intenta mirar el Clásico que se acerca desde un punto de vista puramente futbolístico. "Sé que después de lo del Inter se puede pensar que el Madrid está mejor, pero yo no veo tan mal al Barça. Está jugando bien en la Liga, está líder. Ha mejorado mucho en comparación con el año pasado. Al Madrid, por supuesto, lo veo fuerte, siempre está fuerte. Veo un partido igualado. Espero un Barça a tope con ganas de revancha. Yo crecí allí y conozco bien esa situación, en mis tiempos se daba bastante a menudo y siempre se reacciona. Es un Clásico".