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Mariano habla por primera vez de su etapa en el Real Madrid: "Fue injusto que se dijera que no quería jugar, porque era justo todo lo contrario"

El madridista echa la vista atrás para repasar su etapa en el club blanco y el Sevilla.

Mariano Díaz, en entrenamiento del Real Madrid. /
Mariano Díaz, en entrenamiento del Real Madrid.
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

Tras expresar el momento vital en el que se encuentra en una primera entrega de la charla, en esta segunda Mariano Díaz (Premià de Mar, 1993) se abre por primera vez a hablar de su etapa en el Real Madrid, de donde salió hace casi dos años, y de su temporada en el Sevilla, la pasada. Transcurre el tiempo y los verbos van tomando forma, aunque todavía no ha pasado el suficiente tiempo como para abrir según qué cajones de todo lo que vivió en su etapa madridista. Pervive el agradecimiento y orgullo por haber vestido esa camiseta pero también el sabor agrio de lo poco jugado. Respecto a Nervión, más de lo mismo, aunque en una escala menor dado que apenas fueron nueve meses.

Vayamos atrás, al punto de inflexión en tu carrera, que es cuando vas a fichar por el Sevilla y de repente aparece el Madrid. Recuérdame aquellos días.

El Sevilla hizo una oferta al Lyon por mí. Yo estaba hablando con el Lyon para aceptarla, para convencerles. Ellos me decían que querían que jugara con ellos la Champions, que nos habíamos clasificado ese año. El Sevilla en ese momento no jugaba Champions, pero me hacía mucha ilusión fichar por el Sevilla. Es un club que siempre me ha gustado, desde pequeño. Y en ese momento pues aparece el Madrid. Con el derecho de tanteo y lo ejerce. El Real Madrid, el equipo donde yo me he criado, el mejor equipo del mundo, ¿quién puede decir que no? Te llama el director general (José Ángel), el entrenador (Lopetegui), el presidente (Florentino), y te dicen que te vuelvas a casa, pues yo vuelvo con toda la ilusión y a intentar dar lo máximo para el equipo de mis sueños. Así fue.

¿Tuviste algún tipo de duda?

No tuve duda en ese momento, lo único que me supo súper mal por el Sevilla. Ellos habían sido los que primeramente se habían interesado en mí. Entiendo que también por circunstancias del mercado a lo mejor el Madrid hasta que no hubo esa oferta no pudo intervenir. Pero me supo muy mal porque ellos me convencieron, Caparrós también.

¿Cómo fueron esos primeros días en el Madrid?

Muy felices. Volver al Real Madrid, luego lo del número (7) y todos esos días. Vivir esa presentación con el mejor equipo del mundo, toda tu familia, toda la expectación que conlleva eso. Volver a donde te has criado futbolísticamente y luego encima a los pocos días debut en Champions, tengo la oportunidad de meter un buen gol. Eso fue maravilloso.

¿Y cuándo empieza a torcerse todo?

No a torcerse. Al final los entrenadores tienen sus apuestas. Jugaba Benzema, lo estaba haciendo muy bien y al final eso fue lo que ocurrió.

¿Para ti fue importante que echaran a Lopetegui? Porque había apostado por ti.

No, porque también el club apostó por mí. Al final tanto el club, que ya me conocía, como Julen Lopetegui, que era el nuevo entrenador, me quisieron. A mí Julen me gusta mucho como entrenador. Siempre lo he dicho. Y que en ese momento lo destituyeran, después de aquel duro partido en el Clásico, en el Camp Nou, fue triste.

Hablabas del número. ¿No sientes que pasado el tiempo te pudo penalizar llevar ese número?

No, las cosas a veces se dan como se dan. Al final, llegas a Madrid, te dan el 7, el número más legendario del Real Madrid, las estrellas que lo han llevado, lo dejó Cristiano Ronaldo...

¿Te lo dan o te lo pediste tú?

No, no. Fue decisión mía. Yo me ponía ese reto, intentar jugar con el 7, pero si luego no juegas pues al final es normal que haya mucha gente que critique eso. Pero le ha ocurrido a Hazard, a más jugadores en otros equipos. No creo que fuera una penalización, sino simplemente que es si juegas o no juegas.

¿Ese primer año en Madrid ya te ofrece la posibilidad de irte? Cuando acaba esa primera temporada y había vuelto Zidane.

Cuando acaba la primera temporada, yo recuerdo que fichan a Jovic. También a Hazard, y cabe la posibilidad de que yo pueda salir en ese mercado, ¿no? Pero tienen que darse varias cosas. Aparte, también llevo solo un año en el Real Madrid y al final uno quiere triunfar en el Madrid. Todo tiene que darse y al final pues no se da, me quedo en el equipo y luchando por un puesto.

Zidane nunca te acabó de dar la oportunidad o una regularidad ¿no?

Bueno, en el Castilla sí. Empecé la temporada con él, que luego le suben a dirigir el primer equipo, ahí consigo hacer una muy buena primera mitad de temporada y renuevo ya con contrato del primer equipo. Y luego cuando voy al primer equipo pues no tuve muchas oportunidades.

Hablas de la primera etapa, ¿no? En la que subes, que es cuando se gana el doblete, que ahí hay mucha competencia, que están Morata, Cristiano, Benzema, Bale… Ahí tienes esa oportunidad, luego sales a Lyon, pero luego cuando él vuelve en 2019, que apuesta más por Karim y no sé si también por Jovic y a ti no te da espacio, no te da confianza...

Karim era su 9 titular, el 9 titular del Madrid. Luego hubo un momento en el que también Jovic era un fichaje en el que se le estaba dando la oportunidad… pero hubo momentos en que también, como el Clásico contra el Barça, en el que salí yo y no él. Él tenía su delantero, que era el que jugaba siempre y luego los demás luchábamos por tener oportunidades.

Pasado el tiempo, ¿qué balance o análisis haces de tus años en el Real Madrid? ¿Cómo lo resumirías?

Estar jugando en el Real Madrid es un privilegio. Algo muy bonito, una experiencia muy buena, pero también triste de no haber podido contar con algunas de las oportunidades en algunos momentos, de poder haber jugado más. Pero así es el fútbol, los entrenadores deciden apostar por ti en un momento, en otro no tanto, y esa es la parte más triste. Cuando no juega, el futbolista siempre está cabreado. El jugador siempre que está en el banquillo pues está cabreado por no jugar. Eso nos pasa a todos.

¿Alguna vez te recriminaron algo en el club o algún entrenador?

No, no. No tengo esa sensación de que me recriminaran nada. Yo siempre intenté ser lo más profesional posible, nunca pedí explicaciones de por qué no jugaba, simplemente intentaba en cada entreno darle el enfoque para que el entrenador dijera 'ostras, igual me estoy equivocando'. Eso es lo que yo intentaba. No hay más.

¿Y tus compañeros qué te decían?

Nada, nada en particular. Hay muchos jugadores que no juegan, también hay otros que juegan más. No, nada en particular.

¿Te costó abrirte a una salida?

A ver, irse del Madrid, para ningún jugador que hables con él va a ser fácil. Es el mejor club y uno quiere triunfar ahí, eso está claro. Pero quizás hubo oportunidades y cosas y a lo mejor no se dio tampoco tan fácil. A lo mejor hubo mercados que había la posibilidad de irse rescindiendo y a lo mejor solo se podía ir cedido. No era tan fácil.

Ahora que has salido del foco de estar en un equipo y echas la vista atrás, de ti se han dicho muchas cosas malas. ¿Hay alguna que ahora se te venga a la cabeza?

Yo no soy rencoroso. Las noticias negativas a veces las pasas un poco por alto. Pero sí que es verdad que a veces dices, 'ostras, qué injusto, ¿no?'. Noticias como que una persona te juzga y dice que no quieres jugar al fútbol o que no eres profesional... Eso es muy feo. Porque es totalmente lo contrario. Con 31 años hay jugadores que ya lo están dejando y yo me siento como en la mitad de mi carrera. Me parece un poco injusto, pero tampoco le doy importancia. Yo lo que quiero es que el club que apueste por mí sepa lo que soy y a partir de ahí yo devolverle esa confianza.

También se asocia a ti que has priorizado mucho el dinero en tu carrera. ¿Eso es un mito o es una realidad?

Eso es un mito. Hay a jugadores que sí que han ido a Arabia por dinero y lo encuentro perfectamente lícito, que cada uno haga lo que quiera, pero yo he rechazado ofertas en Arabia buenas también porque he preferido competir aquí. El dinero también es importante en una carrera, pero yo siempre le he dado mucha más importancia a lo que es competir, jugar, estar en una buena liga. Eso es lo más importante para mí.

Sufriste muchas críticas, feroces en algunos casos. ¿Crees que el club te dejó solo ahí, que no te protegió?

No te sé decir si el club tiene capacidad puede intervenir en eso. Ante esas críticas negativas, lo único que podía hacer era luchar, entrenar el día a día. Y a partir de ahí, intentar cambiar esas críticas. El fútbol cambia de la noche a la mañana. A lo mejor de repente haces un buen partido y toda esa gente que estaba hablando mal o que estaba publicando cosas malas, esa misma gente luego publica algo muy bueno sobre ti. No le doy mente a eso.

¿No fue especialmente duro cuando diste positivo por Covid?

Claro, no puede jugar ese partido de vuelta en Mánchester contra el City. Sali en todos los diarios y, al final, covid tuvieron muchos jugadores. Pasado el tiempo dices, bueno, al final tienes esa enfermedad como una lesión, y no le das tanta importancia.

También tuviste muchas lesiones. ¿Crees que si no hubieras tenido esos problemas hubieras tenido más oportunidades?

Las lesiones son algo que están en el fútbol, que las tienes que afrontar, sabes que están ahí. No se lo deseo a nadie, ni a mi competencia, ni al rival. Tienes que convivir con ello. Cuando tienes alguna lesión, pues a recuperarte y volver a tope. No creo que haya sido el motivo por el cual no haya tenido más oportunidades. Y en el Madrid también es difícil.

¿Te dolió cuando el Madrid te quitó el 7 para dárselo a Hazard?

Como tal no me dolió. En ese verano podía yo salir. Entiendo que Hazard viene y es un tema también que puede favorecer al club. Que lleve el 7 Hazard, que venía como fichaje estrella. No le doy importancia.

¿Te sentías querido en el vestuario?

Por los compañeros, mucho. Muchos sí me arroparon. Con Sergio Ramos estuve muy bien, siempre me ayudó mucho y así como muchos otros, como Lucas.

¿Cómo fue tu salida del Madrid después de que acabaras contrato?

Triste porque te vas del mejor club, pero también era ilusionante. Vamos a otra aventura y a ver qué tal, para ver si puedo jugar, disfrutar de eso que en el Madrid no había podido ser en muchas ocasiones.

¿Y la despedida después de tantos años allí?

Se hace duro despedirte de todo el staff, todos los trabajadores de la ciudad deportiva, ya sea desde el de más arriba hasta el de más abajo. Eso se hace duro, 'ostras, no voy a volver a Valdebebas', que he estado tantos años aquí viniendo día a día. Separarte de muchos compañeros, volver al Bernabéu, que ya lo vas a ver de otra manera, se hace duro.

Llegas al Sevilla después de un verano entero esperando un destino. ¿Cómo fue ese verano antes de que llegara el Sevilla? ¿Qué había en tu cabeza?

En ese momento sí que tenía claro que quería jugar a nivel de la Liga Española, sobre todo, y si podía ser un equipo de Champions, pues esa era la idea, esa era la prioridad. Se acercaron varios equipos de varias ligas, de Arabia, de Brasil... Y al final yo tomé la decisión que yo creía que era la mejor deportivamente, que era la del Sevilla. Obvio, económicamente no era la mejor.

¿Perdiste mucho dinero por jugar en el Sevilla?

Bueno, no lo miro así, pero claro que la diferencia de sueldo era muy grande. No es lo mismo jugar en Arabia saliendo del Real Madrid que ir al Sevilla en un momento en el que necesitaba fichajes de último momento de mercado.

¿Y qué resumen haces de tu temporada allí? Muy mala por la lesión, ¿no?

Claro, es una temporada que llego muy contento, muy feliz. Parecía que iban a apostar mucho por mí y luego tengo una lesión y eso es lo que me ha jodido. Me ha jodido no poder darle a esa afición ni al club lo que es Mariano. Pero estas cosas pasan.

El director deportivo, Víctor Orta, dijo que te habías emocionado en una reunión y que pediste perdón por no haber podido rendir como esperaban.

Yo me despedí tanto del presidente como del director deportivo y les dije que estaba agradecido por que habían apostado por mí cuando me ficharon y no es que tampoco que me pusiera a llorar. Les dije que me sabía muy mal no haber podido dar lo mejor de mí, no haber podido estar disponible para poder ayudar al club justamente ese año que fue un año duro.