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Martín Palermo fue una estrella a pesar de todo lo sufrido: "Me metí en la cama y Simeone respetó mi silencio"

El ex delantero argentino, ahora entrenador de Olimpia, recuerda en Relevo los sinsabores que vivió. De la felicidad de la final de la Intercontinental ganada al Madrid, a su mala suerte en España y a la noche de los tres penaltis fallados con Argentina.

Martín Palermo sale en camilla después de que se le cayera un pequeño muro en la pierna, en su etapa en el Villarreal. /
Martín Palermo sale en camilla después de que se le cayera un pequeño muro en la pierna, en su etapa en el Villarreal.
Lorena González

Lorena González

El 'Optimista del gol', como le apodó Carlos Bianchi, por esa creencia y fe en sus tantos, aunque no fueran los más estéticos, los más simples o menos trabados. Martín Palermo (07/11/1973, La Plata, Argentina) supo siempre caer y levantarse, logró tocar la gloria con su Boca Juniors con sus dos goles al Real Madrid en aquella mítica final de la Intercontinental del año 2000. Pero también bajó a los infiernos rompiéndose los cruzados de sus rodillas o la tibia y el peroné cuando, mientras celebraba un gol con el Villarreal, una vaya se le cayó encima de su pierna. O cuando un año antes, en el Argentina - Colombia de la Copa América, falló tres penaltis en el mismo partido. Aquella noche fatídica la rememora en esta entrevista que concede a RELEVO desde Paraguay, donde acaba de ganar el Clausura dirigiendo a Olimpia.

Tu primer título como entrenador, después de dirigir en Argentina, México, Chile...

Estoy muy contento después de tantos años dirigiendo, desde 2013, todo ese periodo fue de aprendizaje y madurez, y hoy me encuentra en el mejor momento. Es el título al trabajo que venimos haciendo. Olimpia tiene mucha historia, este año hay más desafíos con la Copa Libertadores y muchas expectativas.

¿Cómo es el Palermo entrenador?

Creo que está reflejado lo que era como jugador, cómo fueron los entrenadores conmigo desde la cercanía y la sinceridad, en ver que la persona que tengo enfrente, lo que me está diciendo sea creíble. Que además de entrenador sepa lo que le pasa a jugador fuera del fútbol, ayudar a los jóvenes, etc.

Si recibieras a un Martín Palermo en el equipo, ¿en qué tratarías de ayudarlo más?

Tengo mucha intuición con jugadores que hay que estar cerca, acompañarlos en ciertos momentos, pero sé que son jugadores que se exigen a uno mismo, en mi caso hacía 10 goles y quería hacer quince. Cuando identifico a un futbolista así, hay que acompañarles, sabiendo lo que me pueden dar porque ya se exigen ellos ser los mejores.

Palermo y su adaptación a LaLiga.

¿Qué le dirías al Palermo que llegó a Villarreal?

Era otra época, me costó la adaptación en los primeros meses, por la manera cómo se entrenaba y competía en Europa, en Argentina las canchas eran distintas, los lugares de entrenamiento, las prácticas, tuve que readaptarme a una metodología que no me fue fácil, también físicamente. En Argentina era todo con pelota y aquí había mucha intensidad. Cuando pude entrar en esa dinámica fue esa fatal lesión de la fractura, así que a ese Palermo le diría lo que se va a encontrar. Ahora se asemeja mucho más en Sudamérica, por eso tantos argentinos que están en Europa se han adaptado muy rápido a todas las ligas.

Palermo, presentado como jugador del Villarreal.
Palermo, presentado como jugador del Villarreal.

¿Consideras que tuviste mala suerte en España?

Más allá del episodio, el presente del club era otro, estaba en una etapa de crecimiento. Uno de los mejores presidentes que he tenido fue Fernando Roig, tenía la visión de llevar el club a algo grande. No se dio de la manera que yo hubiese querido, pero no me reprocho nada. Fue lo que me tocó y no reniego de nada, fueron casi cuatro años y lo tomo como una linda experiencia.

Martín Palermo, en un partido con el Villarreal.
Martín Palermo, en un partido con el Villarreal.

¿Pudiste ser feliz en algún momento en España?

En el inicio sí, hasta la lesión, luego la pasé muy mal. Disfruté los últimos meses en el Alavés, si se hubiera dado el ascenso no sé qué hubiera pasado, si me hubiera quedado, pero me sentí muy a gusto. En lo personal también me tocó vivir algo con mi ex señora. Mi destino era Boca. Donde iba a disfrutar realmente de mi profesión.

¿Cuál fue momento de mayor plenitud de tu carrera, cuando más disfrutabas?

Desde la etapa del 96 en Estudiantes, que empecé a ser importante y reconocido, y luego en Boca, en el periodo, hasta la final contra el Real Madrid.

Palermo y su enfrentamiento con el Real Madrid.

¿Esa final fue el broche de oro a aquel Boca Juniors?

Sí, fue cerrar esa etapa con el partido en Japón, lo que suponía enfrentar al Madrid, y destacarse en lo personal con los dos goles y salir campeón, hubo un reconocimiento mundial, después de eso, ¿qué más? Ya era pasar a la Selección, y se me dio también la posibilidad de jugar un Mundial en 2010. Pero mi mejor etapa fue del 96 al 2000.

¿Cómo fue la preparación de la final de la Intercontinental contra el Real Madrid? ¿Cuál era vuestra conjura?

Fuimos unos días a prepararnos y a adaptarnos al cambio de hora, en Argentina empezaba el calor y en Japón hacía frío. Había un ambiente ganador. No nos sentíamos con temor a saber que teníamos al Real Madrid enfrente, y eso a veces, puedes sentir cierto miedo o 'apichonarte' un poquito porque dices cómo hacer para ganar a estos jugadores… Pero nosotros éramos tan fuertes como equipo, veníamos cosechando en Argentina campeonatos, la Libertadores, así que cuando entrábamos a la cancha nos creíamos once contra once y en igualdad de confianza, eso nos trasmitió también Bianchi en la charla previa. Nos recordó todo lo que nos había costado hasta llegar ahí y aquello era cerrar una etapa muy exitosa a nivel mundial.

¿Quién fue el defensa de España que mejor te marcó?

Fernando Hierro, por su experiencia y presencia dentro de la cancha, destacaba, era un referente en el equipo y fue el más fuerte e importante que me tocó. Nos hemos cruzado en otras ocasiones. El madridista tiene presente aquel partido.

Palermo, tras ganarle al Real Madrid la Intercontinental con Boca Juniors.
Palermo, tras ganarle al Real Madrid la Intercontinental con Boca Juniors.

¿Echas de menos la presencia de más delanteros puros en el fútbol actual?

Creo que hay menos que antes, pero está Haaland, Lautaro Martínez… Hoy los '9' participan más en el juego, se asocian más, tiene más características, técnicamente son más completos. Ese nueve de referencia fija, donde concluye el juego, ya no es el estilo que veo en Europa.

Seguimos viendo partidos en los que no terminan de funcionar al 100% Mbappé y Vinicius. ¿Qué tal les ves jugando juntos?

Nadie puede decir que los delanteros del Madrid sean malos como para que no funcionen. Si tuviera a Haaland y la cosa va bien, ahí tendría la dificultad de dónde ubico a Mbappé, pero ahí está el armado del entrenador. Mbappé no es ese '9' de área que te va a aguantar pelota, ni el que te va a bajar pelotas de cabeza para los volantes, ni el equipo va a estar jugando al pelotazo o a la segunda pelota buscándolo a él, pero es goleador, dentro del área si lo dejas frente al arco es un gran definidor. Es veloz, potente, con espacio te liquida.

¿A ti te afectaban las críticas? Porque te dieron duro...

Sí, molestan según la intención, a mí me hacían intentar mejorar. La malintencionada o que no hablaba de mí como profesional, molestaban más. En Europa me costaba la velocidad, sostener la alta intensidad del juego… Y sentí críticas al comienzo, lo mismo que en Argentina: que si era medio tosco con la pelota, que si mis movimientos eran torpes… Todo eso lo fui corrigiendo.

¿Cuál fue el momento más duro, de decir «Tierra, trágame»?

Cuando erré los tres penales en la Copa América, fue muy duro estar dentro de la cancha, el partido seguía y la estaba pasando mal de verdad. Quería irme rápido al vestuario, que pasara el día. Ese momento fue bravo, igual que las lesiones. La caída de la pared fue más dura que las otras dos roturas de los cruzados.

Palermo y los penaltis fallados.

¿Qué hiciste después de aquel partido contra Colombia? ¿Llegaste a ir a terapia?

Era julio o agosto del 99, no había tenido contacto con ningún psicólogo, pero a final del año fue mi lesión de los cruzados y ahí empecé con terapia. Pero en aquel momento fue la contención de la familia, mensajes desde Maradona hasta Bianchi, compañeros… Y los que estaban ahí justo estaba concentrado con el Cholo Simeone y Gustavo López. No se emitió palabra. Después de cenar me metí en la cama y ambos entendieron mi momento. No había necesidad de estar hablando, me acompañaron desde el silencio, a los tres días jugábamos un partido contra Uruguay, me duró el post partido, la noche y un poco del otro día. No fue fácil, fueron 24 horas recibiendo palos de todos lados que golpeaban.

¿Simeone no te llegó a decir una palabra en esas horas?

Al otro día ya me decía "Vamos para adelante", el Cholo tenía esa energía dentro de la habitación, pero supieron respetar mi momento. En el 2015 estuve por Europa y pasé a ver sus entrenamientos, había tenido de profesor al profe Ortega en Estudiantes, al Mono Burgos de compañero en la selección…

¿Con qué te quedas del Cholo entrenador?

Soy de esa mentalidad, quizás no soy tan eufórico, pero cómo exige, prepara y después de tantos años que perdure en el tiempo, sostener a un equipo cada año de la manera que él lo hace, es para destacar. Me gusta el método Simeone. En Madrid también me recibió Rafa Benítez, Allegri en la Juventus…

¿En tus planes está el poder entrenar en España?

Por qué no tener la experiencia de llegar a Europa, pero son de los que viven el momento y el destino marcará si tengo esa posibilidad. Dirigir a Estudiantes algún día, a Boca…

¿Estuviste alguna vez cerca de asumir en Boca?

No, no, la única forma era con las anteriores elecciones con Andrés Ibarra, que quería contar conmigo si ganaba. En otras ocasiones nunca se han dado las conversaciones.

Por último, ¿qué recuerdos guardas de Maradona?

El Diego era tanto de momentos… Siempre estaba. Los amigos esta cuando uno más lo necesita, cuando los penales escuchar su mensaje te reconforta, me dijo que lo diera para adelante y que si había otro penal, lo pateara yo, que lo erran los que lo patean y no todos tienen la valentía de hacerlo. Cuando falleció mi hijo apareció en el hospital, cuando mis lesiones… Capaz que no te mandaba mensajes cuando hacía goles o salía campeón, estaba más en esos momentos en los que uno necesita escucharlo.

Te apodaron el 'Optimista del gol'. Diría que de la vida también...

Fue un poco en todo por lo que me pasó, todo me hizo más fuerte. Nada me estancó, fui siempre positivo, todo era una prueba de vida.