FÚTBOL

Las máscaras en el fútbol: para qué sirven, características y qué dice la normativa sobre ellas

Ver a un futbolista enmascarado sobre el terreno de juego se ha convertido en algo habitual.

Argentina-Croacia en el Mundial de Catar 2022./EFE/ Juanjo Martin
Argentina-Croacia en el Mundial de Catar 2022. EFE/ Juanjo Martin
Javier Mercadal

Javier Mercadal

Ver a un futbolista enmascarado durante un partido se ha convertido en una imagen relativamente habitual en los últimos tiempos. Lo que hace unos años hubiese sido considerado una extravagancia, en el fútbol actual está completamente normalizado. Como por ejemplo también lo están los vendajes. En el pasado Mundial de Catar, fueron varios los jugadores (Heung-min Son, Josko Gvuardiol o Ellyes Skhiri) que coincidieron portando una máscara durante la fase de grupos. En la Euro 2024, Kylian Mbappé debe lidiar con una de ellas tras retirarse lesionado del primer encuentro de la fase de grupos contra Austria.

Para qué sirven las máscaras en el fútbol

Evidentemente, el uso de máscaras en el fútbol posee un único fin: la protección de una zona lesionada, por norma general la nariz o los pómulos. El fútbol es un deporte de contacto y la cara es una zona muy propicia a recibir golpes a lo largo de un partido, ya sea en el forcejeo con un contrario o, incluso, debido al impacto del balón. Por ello, la existencia de alguna fractura del rostro hacía poco recomendable la participación de un futbolista en un encuentro.

Sin embargo, gracias al desarrollo de la tecnología, en la actualidad jugadores que han sufrido de algún tipo de rotura en la nariz, los pómulos o, incluso en la cuenca de los ojos pueden participar con seguridad debido a las nuevas máscaras. La idea es proteger la zona afectada al mismo tiempo que no se impide la visión y se permite golpear el balón con la cabeza. Una cuadratura del círculo que se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo.

Las características de una máscara en el fútbol

Evidentemente, las máscaras de fútbol deben ser lo menos pesadas y lo más cómodas posible. Por ello, están fabricadas de policarbonato, un material ligero pero resistente, que además se puede modelar para un encaje perfecto a las facciones y necesidades de cada jugador. De hecho, cada máscara de futbolista es única y está hecha ex profeso para él. En su diseño se tiene en cuenta tanto los rasgos faciales del jugador como, sobre todo, su lesión. Por ejemplo, si se sufre daño en la nariz, entonces la máscara se apoya sobre los pómulos.

Así lo explico el doctor Carlos Martín de Podoactiva Zaragoza en una charla con Relevo: "No es lo mismo una lesión en un pómulo que en la nariz. Una vez que tenemos el diagnóstico hacemos un escaneado en 3D de la cara del jugador y los ingenieros realizan un diseño personalizado para evitar el impacto en esa zona".

Qué dice el reglamento sobre el uso de máscaras

El equipamiento de los futbolistas está regulado en el artículo 4 de la IFAB (International Football Asocciation Board). Concretamente, la norma dice que "se permite equipamiento protector no peligroso, como por ejemplo protectores de cabeza, máscaras faciales, rodilleras y coderas fabricados con materiales blandos, ligeros y acolchados. También están permitidas las gorras para guardametas y las gafas de protección".

De esta manera, el uso de máscaras faciales en un partido de fútbol está autorizado de una manera expresa. No obstante, el reglamento no dice nada de la forma o, incluso, el aspecto que han de tener las máscaras protectoras. Por norma general suelen ser de color negro, aunque algunos jugadores, como por ejemplo Harry Kane durante un partido de FA Cup en 2016, también han usado protecciones trasparentes. Además, algunos jugadores optan por añadir algún detalle personalizado. Por ejemplo, Fernando Torres, cuando era jugador del Chelsea en 2012, añadió a su máscara su icónico dorsal número 9.