Mateu Lahoz denuncia un complot de la federación valenciana para que no pitara en un torneo benéfico: "Me preguntaban los niños y se me caía el alma"
El exárbitro denuncia una orden de la valenciana a sus colegiados: "Tenían la orden de que si yo me ponía a arbitrar, tenían que abandonar el torneo".

Mateu Lahoz no pudo pitar un torneo benéfico de niños en la Comunidad Valenciana por un complot de la federación de allí, tal y como él mismo ha desvelado en el Tiempo de Juego de la Cadena COPE. Esta rocambolesca historia parte del compromiso de la localidad de Llíria y de exfutbolistas como Sergio Ballesteros o David Albelda, que impulsaron una fiesta del fútbol entre los más jóvenes para recaudar fondos por la DANA. El mítico árbitro, una vez se enteró de la iniciativa, cogió y se comprometió junto a varios familiares a ayudar en todo lo posible. También se ofreció a pitar, de forma gratuita, para amenizar, colaborar y que fuera un incentivo para los más pequeños. Sin embargo, algo se torció.
Tras el ofrecimiento de Mateu Lahoz, la organización del evento le responde que adelante. Paralelamente, la federación valenciana había puesto a unos árbitros para encargarse de los partidos, que cobraban una pequeña cantidad de 14 euros por partido por temas de gestión. El ahora colaborador de Tiempo de Juego quiso matizar que ese dinero no llegaba a los colegiados, sino, más bien, a la propia federación. Paco González retoma la historia desvelando cómo se dirigieron desde la sede futbolística de la comunidad a Ballesteros, que formaba parte del elenco, una vez descubrieron la intención del exárbitro de participar: "Si está Mateu, te retiro a todos los árbitros".
En ese momento, Mateu Lahoz, perplejo, decidió dejar de participar para no perjudicar al bien común en lo que, recordemos, era un torneo de carácter benéfico por la DANA. "Fue cruel para la sociedad. Gracias a Miguel Vergara, como capitán del barco y todo su equipo, el presidente del Llíria, que montaron un tinglado para más de 30 equipos, te puedes imaginar. De mi familia fuimos diez a colaborar en todo lo que pudimos: rifa, almuerzo, comida, todo lo que se pudo sumar y nos dejaron", comienza.
Tras introducir la experiencia, entra en materia aunque, ante todo, protege a sus compañeros árbitros: "Los compañeros no tienen culpa, pobres. Estaban en una tesitura muy complicada, ellos tenían la orden de que si yo me ponía a arbitrar, ellos tenían que abandonar el torneo". Miguel, el principal organizador, empatizó con Mateu Lahoz y le ofreció la posibilidad de que él siguiera colaborando y fuera la propia organización o los padres los que se encargaran de dirigir los partidos restantes, pues son niños y niñas de siete, ocho o nueve años y no es necesario contar con profesionales.
Lo rechazó: "Yo no quería hacer pasar por eso a los compañeros porque ya sabes que siempre se me ataca...". En la misma línea, Ballesteros incidió en la misma idea: que Mateu pitara y ya se las arreglarían con el resto, cosa que Mateu Lahoz agradece: "Tuvieron empatía".
El trasfondo de la historia
Paco González interrumpe entonces al excolegiado y se pregunta qué es lo que está pasando aquí y cómo era posible. Para empezar, buscando a los culpables. Mateu Lahoz desvela que fue la federación valenciana la que tomó esta determinación y carga con extrema dureza contra Salvador Gomar, presidente de la misma: "Menos mal que ganó en las últimas elecciones Rafa Louzán y no Gomar porque si en un torneo benéfico llegamos a esto... No sé, de verdad, es que me parece... Aún no me lo creo. Han pasado ya bastantes horas... Fue difícil digerirlo allí. Yo nunca voy a mentir, me puedo callar, pero ayer a muchos niños y niñas les habían dicho que les íbamos a arbitrar, me preguntaban y se me caía el alma porque no podía decirles la verdad".
Un testimonio contundente en antena, mientras el resto se mantenía en silencio y escuchaba atónito su testimonio. Además, Mateu Lahoz reveló que los partidos que él pitara gratis se descontaban de esa cantidad anecdótica que debían pagar a los árbitros. Sigue: "Ya sabía yo la tesitura. Yo no podía hacerle eso a mis compañeros, porque si ya estamos vilipendiados por toda la familia futbolística... Quiero y vamos a seguir. Os lo dije, el arbitraje necesita mucha ayuda y no voy a cansarme de repetirlo".
Entonces deja el incidente en concreto y sentencia el comportamiento de lo que son las élites arbitrales a día de hoy: "Pueden salirme las gobernanzas a insultarme, pueden salir a hacerme vídeos, preguntas, todo lo que quieran, no pasa nada". Y lo vincula con este duro incidente: "Lo de ayer trascendía porque eran dos jornadas de fútbol, un torneo maravilloso, de mucha gente implicada solo para ayudar. Que esta reflexión sirva para el sentido común. Si me lo piden, yo voy a ir a arbitrar. Si me dejan, voy a ir a arbitrar. Y si no me dejan, pues como siempre vamos a tender puentes y no vamos a crear problemas".
Pese al espíritu conciliador de Mateu Lahoz, también saca la rabia de dentro para exponer la situación que está viviendo con respecto a su relación con el arbitraje español actual: "Más allá del hecho feo este, que van a intentar que mi nombre salga ahí cada vez más vilipendiado y todo lo que puedan hacer... No pasa nada. Nosotros vamos a seguir dando pasitos, construyendo, respetando a todo el mundo y basados en la solidaridad".
Su relación con Louzán y Gomar
Finalmente, se confirmaron los presagios y Mateu Lahoz no dirigió partidos del torneo para no comprometer a los compañeros arbitrales y evitar un problema mayor. Pero no por ello va a dejar de condenarlo con un micrófono delante. De nuevo, vuelve a cargar contra Salva Gomar, el que fuera candidato a la RFEF antes de la coronación de los nuevos mandatarios: "Menos mal que ganó Rafa Louzán porque, madre mía, si llegamos a tener a este señor representando a todo lo que es la RFEF... Si ha hecho esto en un torneo de niños... De verdad, que todo esto está más que demostradísimo. Le pido perdón a Rafa, que sí que había dicho en su pueblo, en Llíria, que iba a arbitrar y no he cumplido mi palabra".
Una historia difícil de imaginar. Cómo en un torneo benéfico de niños para ayudar a construir instalaciones deportivas en pueblos aún afectados por la DANA se convirtió en epicentro de una guerra arbitral. En este caso, Mateu Lahoz no pudo pitar a los más pequeños, amenazado con que el resto de colegiados se retirarían si él formaba parte del elenco...