Un agente pionero desvela los males de la profesión: "Es un cajón de sastre, llamar a los jugadores 'bro' no es profesional"
Eduardo Llanos, CEO de la octava agencia con más movimientos del mundo (Emart&Soccer), habla con Relevo: "Fui el quinto o sexto agente de España".

Pocas voces como Eduardo Llanos para hacer una radiografía del mercado de fichajes y la voraz lucha de la representación en España. Él fue el quinto agente oficial en este país y lleva desde 1991 ejerciendo de una forma o de otra. Un veterano curtido en mil batallas que ahora está al frente de Emart&Soccer, la segunda agencia nacional con más movimientos en el pasado mercado de fichajes (98) y la octava a nivel mundial. Pese al éxito, su poderío está lejos de otras muchas. De hecho, su jugador más reconocido es Carlos Vicente.
En primera línea desde el origen, conoce al dedillo la evolución de la profesión y todos los males que la acompañan: los movimientos con los niños, muchos de ellos a base de talonario; la existencia de cientos de representantes que no alcanzan los mínimos profesionales; el escaso seguimiento a un jugador; o justo lo contrario, sobrepasar la relación profesional hasta el punto de parecer un colega.
En una entrevista en Relevo, Eduardo Llanos ofrece una visión profunda de la representación actual:
98 movimientos este mercado, la octava del mundo que más, la segunda española. Grandes números.
Llevamos ya varios años, incluso ya desde antes de pandemia estábamos haciendo estos números. Si no éramos los octavos, éramos los décimos a nivel mundial, y bueno, este año ha tocado el octavo puesto. Pues fenomenal. Todo esto es trabajo.
¿Os marcáis el objetivo de ser la primera de España o lo veis un poco lejos?
No, aquí el único objetivo que tenemos es cada año sigamos creciendo un poco más como agencia. Evidentemente todo depende de la cantidad de jugadores con los que se trabaja. En la actualidad lo hacemos con 120-130 futbolistas. Si lo hiciéramos con 200 aumentaríamos el número de movimientos y daríamos un salto en la tabla. Pero no es nuestra idea.
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— Emart&Soccer (@EmartSoccerPRO) September 26, 2024
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Sois una agencia de Logroño. Puede sorprender de primeras. ¿Cómo habéis llegado tan alto?
Pues mira, la historia es que yo empecé en el año 91 a ser agente. Creo que he sido el quinto o sexto agente en España, y a partir de ahí... Me acuerdo que antes los exámenes los pasábamos ahí en la antigua federación y eran orales. Nos hacían estudiar Derecho Civil, los estatutos y reglas de FIFA, de la Federación también, y luego nos tenía que avalar un banco suizo. Desde aquello he vivido de todo, cómo se pasó a agente, después a intermediario y ahora se vuelve a la figura de agente. Yo lo soy desde 1991, desde que tenía 22-23 años.
Mejor que nadie para contar cómo ha cambiado la profesión de agente...
La profesión ha cambiado muchísimo. En aquellos tienes no había teléfonos móviles, era un fijo. Yo empecé con fax, teléfono y el ordenador. Además, teníamos una máquina electrónica. Y a eso suma que no había otras herramientas como hoy en día, por ejemplo WyScout o Transfermarkt, no había datos. Todo se basaba en visionados de partidos y había que fiarse mucho de la gente, de entrenadores y de los propios futbolistas. Te hablaban de uno, de otro… En aquellos tiempos tampoco había muchos agentes.
Lo has debido de ver todo, a estas alturas nada te debe sorprender.
En el fútbol siempre hay situaciones que te sorprenden, siempre se lo digo a los míos. No hay día que no tengas una sorpresa en cuanto a negociaciones, jugadores y otras cosas que ocurren. Antes tenías que trabajar con Lopera, Pedro Villarroel, Jesús Gil, Núñez… Eran unos gestores diferentes a los de ahora, pero mucho. El fútbol era otra historia. Entre 2010-12 hubo un cambio, un antes y un después en el panorama futbolístico.

¿Hemos ido a mejor o hemos ido a peor?
A nivel de espectáculo, si tu vas a ver un partido de fútbol de Primera, Segunda o Primera RFEF creo que hemos ido a peor. Yo saqué a Yeremi Pino de Canarias, también a Fabricio y a Icardi, que estaba en el Vecindario. Ver a hora a jugadores como Djalminha, Rivaldo o Ronaldinho, que te hagan divertir es muy complicado. Antes cualquier equipo tenía jugadores que hacían que hubiese más competición. Ahora el fútbol, en cuanto a calidad, ha bajado. Es más táctico y el físico está por encima de lo técnico, ha crecido en un porcentaje muy grande.
Lo has visto todo, pero te sigues sorprendiendo, ¿qué es lo más raro que has visto?
Pues cosas que no se puede contar (ríe). Eso era el oeste. En Las Palmas había futbolistas que jugaban sin ficha federativa. El mundo del fútbol es un negocio en el que se mantienen los más fuertes, pero tú vas viendo personajes durante todo este tiempo. Hablabas con dirigentes y agentes y te sorprendía mucho su manera de funcionar, totalmente en contra de cualquier ética deportiva. Veías a futbolistas y te preguntabas: ¿Cómo pueden estar tan locos y estar jugando al fútbol? ¿Cómo puede ser tan bueno y luego ser un desastre en su vida personal? Era increíble. Ahora todo está más controlado en todos los aspectos, deportivo y extradeportivo. Hay muchas más normas, están más sujetos, incluso hay cláusulas en los contratos.
"El fútbol antes era el oeste"
presidente de Emart&SoccerAntes era el oeste, pero a nivel representación lo sigue siendo. En cuanto un chaval empieza a despuntar, ya le llaman 800 agentes a la puerta. ¿Cómo vivís esa competitividad de las agencias?
Si no pone remedio nadie... Eso ha ocurrido siempre, lo que pasa es que ahora es más... Pongamos la palabra perverso. Están los jugadores de 16 años y les buscan seis meses antes de que se les pueda hacer un contrato profesional. Pero es que ahora mismo no hay respeto. Si tú no te mueves, tú no captas jugadores, y luego, evidentemente, hay agencias que son mucho más... a ver cómo lo digo, no quiero decir que no tienen escrúpulos, sino que ellos van a lo que van y les da igual todo.
Nosotros desde el principio empezamos a respetar, pero llegó un momento que nos tocaban a los jugadores y claro, en los nacimientos de la agencia era complicado. ¿De dónde coges tú a esos jugadores? Pues evidentemente las agencias han nacido así. Wasserman, Promosport, entre otras, iban cogiendo a la gente que podían. Luego hay un flujo de futbolistas que van cambiando. También están los que no lo hacen. Ángel Rodríguez, Sergi Enrich, Aridane y otros empezaron sus carreras con Emart&Soccer y siguen a nuestro lado. Ahora eso es muy difícil de ver. Yo siempre digo que al futbolista tú le puedes ayudar en los momentos malos, en los buenos lo tiene todo. Y hay que saber gestionarlo y coger lo mejor para él. En la actualidad el entorno y los jugadores creen que hay un varita mágica. Y no es así. Es lo que ellos hacen en el terreno de juego y luego la capacidad que tiene el agente de negociar a nivel nacional, europeo y mundial para sacar la mejor oferta.
Han pasado más de 3.200 futbolistas por la agencia, ¿cuál te ha dado más rabia perder?
A ver, yo he tenido muchos... A Roque Mesa, a Yeremy Pino, a Icardi. Son jugadores de talento. Estoy acostumbrado a que entren y a que salgan. No te sabría decir uno. No tiene nada que ver que hayan llegado arriba. No miro por lo que podrían haber dado a la empresa, lo miro por la relación más estrecha. La mayoría, o se quedan donde están, o van hacia abajo.
¿En tu escenario ideal, un jugador de 12-13 años debe tener representante?
No, no, no.
"Un jugador de 12 o 13 años no debería tener representante"
presidente de Emart&SoccerPero casi todos los que destacan lo tienen...
Sí. Casi todos. De hecho nosotros tenemos algunos jugadores de esas edades. Lo primero es que nosotros intentamos tener cada vez menos por dos motivos: porque trabajar con la cantera es muy complicado y luego porque representas al jugador, no al padre. Y lo que ocurre es que al final tratas con el padre. Yo digo que con 13-14 años el que elige es el padre, no es el futbolista…
Con esa edad, primero ni necesitan agente y segundo, si necesitan agente es porque lo requiere el padre. A mí me parece un gran error. Una buena edad sería segundo año de cadete. Ahí los jugadores ya tienen que fichar por un juvenil y según a dónde vayan ahí tienen que elegir bien, en canteras donde se les permita trabajar bien según sus características: si es más técnico, si es asociativo, si es más físico... Ahí sí que les puedes empezar a asesorar y ver por dónde pueden ir sus carreras. Entre los 15 y los 16 años.
Debéis gestionar las expectativas, la ambición de los padres... ¿Cómo es esa relación?
Es como todo. Hay padres que son muy lógicos, que escuchan. A mí lo que me encanta es que me pregunten cosas que no sé. A mí lo que ya no me gusta es cuando empiezan con las expectativas. A esas edades tú no puedes andar con expectativas. Luego cambia todo mucho. A mí no me cuesta hablar con un padre. Algunas veces hay que explicarles las cosas, no mentirles, decirles cómo hay que ir funcionando. Tengo ya tanta experiencia... Si tú al padre no le mientes, luego se podrá ir, pero tú tienes la conciencia tranquila. Llegará el momento y dirá: 'Es verdad, mi hijo no era tanto como yo decía. También hay que pensar en el jugador, que igual el padre le da unas expectativas y luego la bofetada se multiplica por dos o por tres.
Después llegan las grandes agencias y a los jugadores que lo hacen bien les ponen un cheque encima de la mesa.
Por ejemplo Yeremy Pino se fue por eso. Hay agencias que van con dinero por delante.
¿Cómo puedes convencer a un jugador para que no se marche?
Está claro que nosotros ante eso no vamos a entrar. Grandes agencias entran, pero yo, cuando me siento como jugador, lo primero que tiene que ver es que nosotros vamos a trabajar con ellos como si fueran el único que hay en la agencia. Por eso cada uno tenemos nuestros jugadores. Tenemos un valor a nivel éxito de que nosotros, jugadores que vienen de abajo, pongamos de Primera RFEF, puede que seamos la empresa más importante a la hora de meterlos en el fútbol profesional. Y eso que es problemático.
Hay dos saltos: uno es el pasar de amateur a profesional y el otro es pasar de Primera RFEF al fútbol profesional. Esos son dos saltos que nosotros los realizamos muy bien, porque tenemos credibilidad, porque la gente se fía de nosotros, porque los directores deportivos saben que nosotros trabajamos muy bien el terreno. Nosotros personalizamos todo, si tiene un problema el jugador... Enseguida lo detectamos. Todas las semanas hablamos de todos los jugadores que tenemos en la agencia: si ha estado bien, si ha estado mal, con informes, qué ha ocurrido, qué se puede mejorar, qué problema ha habido, si hay que hablar con la dirección deportiva... Otras empresas lo hacen cuando va a llegar un mercado, nosotros vamos con previsiones al jugador y las vamos cambiando según cómo vaya jugando. Igual en enero está para subir al fútbol profesional y después pega un bajón. Lo tenemos todo eso muy medido.
"Hay jugadores que dices: '¿Cómo puede estar tan loco y jugar al fútbol?'"
presidente de Emart&SoccerEl resumen puede ser ese, que vuestro modelo es trabajar con un jugador como si fuera el único de la agencia.
Del jugador sabemos vida y milagro de él, lo conocemos de arriba a abajo. Su mujer, sus hijos, su médico, sus lesiones, buscamos siempre la mejor solución... Vamos a ver a los mejores doctores para operarles, dependiendo de su lesión. Nos preocupamos mucho por ellos. Al jugador no hay que tenerlo en una urna, eso es malo, pero sí darles cosas para que mejore su rendimiento.
No tenéis demasiados jugadores en Primera División, ¿vuestro objetivo es reclutar más?
Nosotros lo que queremos son jugadores que entren en la empresa. Si los cogemos en Segunda División y meterlos en Primera. Si los cogemos en Primera RFEF, meterlos en Segunda. Así de claro. A un jugador lo cogemos siempre intentando ver su proyección. Por aquí han pasado muchas jugadores y lo importante es que lleguen al fútbol profesional. Luego, como sabes, la Segunda División es muy igualada. Entonces lo mismo puedes subir con tu equipo o puedes hacer un buen año como el que está haciendo Ander Olaetxea o mira Carlos Vicente. Hay un montón de jugadores que hemos metido en el fútbol profesional y luego los hemos traspasado.
¿Y la idea de coger un jugador en Primera División? Es complicado, no solo para nosotros sino para cualquier empresa. Cuando tienes un jugador en Primera División, el jugador lo que necesita ya es un poco de apoyo y ver si puede ir más arriba.
Hablabas de Carlos Vicente, ¿desde cuándo trabajáis con él?, ¿esperábais esto?
Carlos Vicente lleva con nosotros seis años, se incorporó a la vez que su hermano David. No esperábamos esto, sí que ambos alcanzasen el fútbol profesional. David lo hizo antes con el Mirandés, pero por una lesión que tuvo no gozó de protagonismo y ha vuelto a Primera RFEF, al Real Murcia. Y Carlos, pues Racing de Ferrol, ascenso y debut sobresaliente en Segunda y en el pasado mercado de invierno traspasado al Alavés.
💥 Carlos Vicente, el hombre del momento. pic.twitter.com/B0hGpjnZoX
— Relevo (@relevo) September 20, 2024
Quiero decir que eso aquí gusta porque el jugador, como digo yo, viene del barro. Lo sacamos del barro, va dando resultados, tiene su carácter... ¿Yo pensaba que iba a llegar tan rápido a Primera? No, pero que iba a llegar seguro. Tenemos muchos jugadores que tienen madera.
¿Ya le han llamado más agencias?
No lo sé, pero a los grandes jugadores, y Carlos lo es, e irá a más todavía, todos los queremos tener en nuestro equipo. Las agencias más potentes nos han tocado siempre futbolistas, especialmente si son buenos. Es el mundo de la representación. Lo que te puedo decir es que nuestra relación tanto con él como con su familia es extraordinaria. Si me preguntas si estoy preocupado por Carlos Vicente, la respuesta es no.
¿Él es consciente de que es uno de los grandes nombres de la Fantasy?
Es un jugador para conocerlo. Me recuerda mucho a perfiles de jugadores que son gente que en el campo van a hacer daño y lo tienen muy claro. Que quieren dar más de sí. Y que si dan más, pues todavía más. Siempre buscando la mejora. Y están muy, muy, muy centrados. Seguro que lo de la Fantasy lo habla con amigos y los compañeros, pero no es una persona obsesionada con los números ni esas cosas. Evidentemente si llama algún equipo y pregunta por un jugador así, a él se lo comentas, lo sabe y se queda tranquilo. Siempre hace ilusión porque es un reconocimiento a su trabajo.

Carlos Vicente lo tenía cerrado el Valencia y me empujaban diciendo que fuera 'por el escudo'. Yo respondía que por el escudo no íbamos a jugar. Eso es ser profesional. Podría haber cogido y haberle dicho que fuera ahí, por el prestigio... No, no, no. Al Alavés. Era un saltito más, dentro de la humildad con la que trabajamos. Y mira qué salto. Acabó ganando. Ahora con la Selección con todas las lesiones que ha habido, yo pensaba que estaría ahí ahí. Siempre le digo al delantero que no se obsesione con el gol, al portero que no piense en exceso... Tratamos de quitarle hierro a las cosas. Todo lo que venga siempre es bienvenido, pero esto de coger a un jugador y lo que se hace ahora de decirle "bro", "crack", "te voy a llevar a la Premier". No, no. Eso no es profesional. Se crean expectativas que no, al jugador le haces mucho mal.
También trabajáis con Ian Mackay. Un portero que ha sufrido mucho y al que se ha criticado hasta la saciedad por un error. ¿Cómo gestionáis casos así?
En su caso, también hay que conocerlo. Mackay es igual como persona que como jugador. Sale de un barrio pesquero, muy humilde y es un portero que se ha hecho en la calle. El tío va de frente en todo. Lo que más le perjudicó en Coruña es ir de frente. Poner la cara para lo bueno y para lo malo. Se le juzgó por un partido en Castellón, pero nadie se acuerda de todo lo que ha salvado o que en el Sabadell fue uno de los mejores porteros. Podía haberse ido a un buen equipo en Segunda División y decidió irse al Deportivo en Primera RFEF. Contra el Castellón no estuvo acertado, pero es que eso suele pasar. Mackay estaba sobreexpuesto.
🏆 𝐈𝐚𝐧 𝐌𝐚𝐜𝐤𝐚𝐲, en el once de la jornada de @SofascoreINT 🆚 #SDEibar.
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🧤 6 paradas, 3 en disparos dentro del área
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Lo bueno es que él no tiene 19 años. Hablamos con él y lo pasó mal, tuvo unos días muy malos, con la familia en Coruña, con las redes... Queríamos hablar con él y dejarlo tranquilo. Parecía que era un jugador muerto, que no valía para absolutamente nada. Mi amigo Manolo Preciado ya lo decía, "parecía la última mierda". Y en Elda empezó a dar resultado y fue uno de los responsables de que el equipo se quedara en Segunda División. Y este año ya está parando, con la edad que tiene. Como yo digo, Mackay morirá portero. Para mí es un portero de los de antes.
Otra cosa que ha cambiado en el fútbol es lo de Arabia Saudí. ¿Cómo es tratar con ellos?
Arabia Saudí es un reclamo por el dinero, básicamente por eso. Ni por la competición ni por la vida, el día a día. Una vez llegas allí ya no te atrae: 43 grados a la hora de entrenar, en el hotel todo el día y luego el nivel, que ha subido, pero que es de plástico. Han firmado a mucha gente de fuera, pero las bases están a años luz. Tienen mucho dinero, pero la diferencia es considerable. Habrá muchos futbolistas que se irán, pero otros volverán porque no aguantan., no es fácil adaptarse. Pero los árabes no son tontos y quieren hacerse con profesionales para entender cómo se funciona en España y otros países, como se trabaja en la cantera.
Y otro gran cambio del fútbol es el despunte del femenino. Emart&Soccer ya trabaja con jugadoras, ¿cómo ha sido este cambio?
Fue curioso cómo empecé. Hace tres años y medio estaba en una comida a la que fue también Luis Sabalza, presidente de Osasuna con el que tengo muy buena relación, junto con más gente del fútbol. Nos pusimos a hablar del femenino del Osasuna y me preguntó por qué no creaba una sección femenina. Le respondí que era muy complicado, que ya teníamos mucho trabajo. Pero más tarde tuve una reunión con Ion Zabaleta, que era director deportivo del femenino del Eibar para informarme bien y finalmente creamos la sección. Y la dirige Zabaleta. En tres años ha crecido muchísimo, me ha sorprendido cómo ha cambiado, el salto que ha dado. Han tenido suerte de que ha contado con todos los medios desde el principio. Por ejemplo, cuando nosotros empezamos no había ni preparadores físicos ni nutricionistas y ellas lo han tenido, eso ha allanado el camino".
Pone en la web de la agencia que has sido una persona clave en la profesionalización y modernización de la representación en España.
Llevo muchos años aquí y he vivido el tema de la representación desde muchos ángulos. Lo he vivido desde el nacimiento del agente, cómo se entrenaba a los agentes, la llegada de la intermediación... Ha habido profesionalización en este tiempo, pero nosotros hemos luchado a nivel de FIFA y clubes por el problema que tiene esto, que es un cajón de sastre. Antes era total. Ahora ha mejorado algo. Pero habría que tener como tiene LaLiga su número de clubes, habría que cortar aquí el tema de los agentes. No hace falta que haya miles de agentes en España, que no sé ni los que hay. Y los miles que hay en Italia... Esto es libre, pero esconde a mucha gente que no hace bien su trabajo. Te sorprendería la cantidad de agentes que no van a ver un partido de fútbol, que como mucho por televisión. Luego hay gente muy profesional, claro, como todo.
Yo aporto la experiencia que tengo y sé decir perfectamente quién es buen presidente, buen director deportivo...
¿Ah sí?, ¿quién es el mejor presidente con el que has trabajado?
En su día trabajé en el Levante, con Pedro Villarroel. Aquel equipo no tenía para pagar ni las fichas y luego lo cogió Quico Catalán. Me ha gustado mucho cómo ha ido evolucionando. El Eibar también trabaja muy bien; Osasuna cuando llegó Sabalza había muchísimos millones de deuda y no era precisamente el Real Madrid y se ha trabajado muy bien. Hay equipos que han sabido después de remontar mantener esa línea. Luego está el problema de los equipos en los que han entrado fondos o gente de fuera. Siempre te generan inseguridad. Hay muchos clubes ejemplares a nivel de gestión y a otros que les cuesta... Incluso con algunos nos cuesta firmar un contrato o dar las nóminas a los jugadores. Y estamos hablando del Siglo XXI.
¿Cómo te gustaría que evolucionara la profesión de agente de aquí a cinco años?
Me gustaría que, como en todo los colegios, entren nuevos profesionales, pero que sean profesionales de verdad. Dentro de esa palabra, es que cuando nos pregunten qué días tenemos libre, respondemos ninguno. Los siete días trabajamos, el fin de semana vemos partidos, los lunes tenemos reuniones, acompañamos a los jugadores en los entrenamientos, vamos a ciudades deportivas... Vivimos para el fútbol. Para nosotros eso es profesionalidad. No me gustaría que esto se convirtiese más en un cajón de sastre donde cupiese todo el mundo y al final pagaran justos por pecadores. Otra cosa no tendré, pero experiencia sí. Ojalá la gente no aprendiera de mí, pero sí de su propia experiencia para ir trabajando mejor. Hay que hacer muchos kilómetros y esto es muy sacrificado. Pero los profesionales del fútbol sabemos que esto no es tan bonito como la gente cree.