El beticismo de la mujer de Fornals y el ambiente argentino para el Chimy, claves en sus fichajes
Ambos jugadores, presentados este miércoles, tuvieron que poner mucho empeño para llegar a Heliópolis. Isco y Pellegrini, fundamentales para la llegada del exjugador del West Ham.

El mercado de enero para el Betis ha supuesto un cambio considerable en la plantilla. Cuatro salidas y cuatro llegadas, que sobre todo trae aires nuevos en la zona de ataque.Tras la marcha de Borja Iglesias, Andrés Guardado, Luiz Henrique y Juan Cruz, han llegado a la entidad verdiblanca Chimy Ávila (Osasuna), Bakambú (Galatasaray), Pablo Fornals (West Ham) y Jonny Cardoso (Fluminense), que ya fue presentando.
La más complicada fue sin duda la de Pablo Fornals. Al filo de las tres de la madrugada, tras el cierre del mercado, el CEO de la entidad, Ramón Alarcón, explicaba que una incidencia informática del West Ham no había permitido contar con la aprobación definitiva de la incorporación, pese a que LaLiga sí lo inscribió de manera provisional poco antes de las doce de la noche. "Esperemos que se pueda arreglar", indicó Alarcón. Tan sólo un día después, recibían luz verde de la FIFA e incluso el centrocampista pudo debutar el pasado domingo ante el Getafe. "Nosotros tuvimos tres días de altibajos, de momentos que parecía que estaba, otros que nunca iba a llegar. Las últimas horas fueron de muchísimo estrés porque venía de despedirme de mis antiguos compañeros y cuando hablaba con mi agente parecía todo hecho, pero no, faltaba lo que antes era el fax y ahora el programita hicieran match y no llegaba. Ese día ni mi familia, ni la familia bética dormimos porque no podíamos, pero al día siguiente, cuando parecía que todo se iba a solucionar fue un alivio", reconoció el castellonense.
Aunque no hubo complicaciones en su inscripción, el fichaje de Chimy Ávila tampoco fue sencillo. Tras contactar con Osasuna y sus agentes, el argentino dejó clara su postura y siempre expresó que el Betis era su única opción, aunque el conjunto rojillo trató de subastarlo para sacar mayor tajada. Finalmente, el Betis pagará cuatro millones de euros por el traspaso, que podrían aumentar en 700.000 euros atendiendo a variables por partidos jugados por el delantero y los navarros incrementaron el porcentaje que dispone sobre Raúl García de Haro, de quien adquirió el 65% el pasado verano por 6,5 millones y ahora incrementa un 10%, valorado en un millón de euros. "Para mí también hubo altibajos, hubo momentos de desesperación en el sentido de que se notaban mucho las ganas que tenía de venir, de vestir esta camiseta, pero también a la vez estaba tranquilo porque confiaba en el trabajo del club y de mis agentes y me dejaba tranquilo", dijo el argentino.
El reencuentro de Pablo con Pellegrini
El centrocampista se mostró ilusionado tras su llegada al Betis. El hecho de que Pellegrini sea su entrenador, ha sido un factor importante como ya lo fue para dar el salto a la Premier: "Obviamente llegar a un sitio donde conoces al entrenador y tienes contacto con varios de sus compañeros del cuerpo técnico, con Héctor, con Marc, que habíamos hablado alguna vez, ver que estás contento de que vengas te lo pone todo mucho más fácil. Con respecto al míster, lo conocéis muy bien, no es un hombre de muchas palabras. Lo poco que hemos hablado me indica dónde voy a desempeñar mi rol en el equipo, pero va a depender de mí. Y respecto a la ciudad, aunque suene extraño por lo bonita que es, no había tenido la suerte de disfrutarla mucho, no la conozco apenas, estamos estos días empapándonos de lo bonito que tenéis aquí y es una gozada".
Ha querido explicar por qué sentía que acababa su etapa en Inglaterra y qué sintió cuando se enteró de que no iba a ser inscrito en la Conference League: "Yo estaba volando en el momento en que salió la lista, me enteré cuando aterricé. Preguntamos al día siguiente, el míster me dio una explicación muy lógica y válida respecto a los cambios que se pueden hacer, hacían falta centrales porque íbamos justos. Yo vengo aquí a que al Betis le vaya lo mejor posible y si esa es la decisión, vamos a muerte. Mi mujer es bética desde hace mucho tiempo, así que una vez tuvimos la llamada del Betis no había mucha duda por parte de la familia porque queríamos venir aquí.Me identifiqué tanto con West Ham y estaba tan contento de mi paso allí que tampoco me veía jugando en otro equipo en Inglaterra que no fuera el West Ham. Por eso mi referencia a que el tiempo allí se estaba acabando".
Por último, no se ha escondido al ser preguntado por la situación de su compañero William Carvalho: "Respecto a Willy, él se ha posicionado, el club también, han hecho lo que tenían que hacer, sigue entrenando, está bien y debemos todos creer en la presunción de inocencia. Está contento, hoy ha entrenado muy bien y hay que apoyarlo mientras no se demuestre que no ha pasado nada o si ha pasado condenarlo porque estamos todos en contra de cualquier tipo de agresión".
La ilusión del Chimy
Con una sonrisa en el rostro durante toda la presentación, el argentino reflejaba la ilusión que le ha supuesto recalar en heliópolis tras salir de Pamplona. La lesión está olvidada. "Creo que mi carrera ha dado golpes, como mi vida, pero también recompensas, si no, no estaría aquí. Si pensáramos en los golpes seríamos hipócritas porque hoy la vida me da la oportunidad de trabajar en un club muy grande con compañeros extraordinarios. Hoy pongo mi cabeza a lo que estamos y a hacer las cosas lo mejor posible en este club. Ya llevo cuatro días entrenando con el equipo, hoy hice la parte de fútbol, el trabajo completo y estoy a disposición del míster, espero su decisión, pero estoy bien", comentaba.
No quiso polemizar con su salida tras las duras palabras del que fuera su director deportivo, Braulio: "Cuando salió lo del Betis nos sentamos los dirigentes de Osasuna y mis agentes conmigo, llegamos a la conclusión de que quizás se cerraba una etapa mía en Osasuna. Agradecer estos cinco años allí, a Braulio, a Fran y la afición las cosas bellas que pasé en ese club". Además tiene claro que sueña con vivir el ambiente del Benito Villamarín: "He venido muchas veces a jugar al Benito Villamarín y tener a esa afición a mi favor me hace recordar a Sudamérica. Este estadio se identifica mucho conmigo porque es muy parecido a los estadios grandes de Argentina. Primero tengo que hacer las cosas bien para que la gente vea mi esfuerzo y mi desempeño. Es muy similar a la afición de Rosario Central y me va a ser igual jugar en Central y acá porque alientan igual. Alientan igual y se hacen sentir en todo momento".