REAL MADRID

Una carta que es otra señal de Mbappé para Florentino Pérez

La idea del Real Madrid es traerlo en 2024, pero podría pensárselo este verano si de verdad se pusiera a tiro.

El jugador del PSG Kylian Mbappé./AFP
El jugador del PSG Kylian Mbappé. AFP
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Cada verano parece el último de la relación Real Madrid y Mbappé, pero nunca lo es. Los rumores en torno a la llegada del francés no paran a pesar del turbulento pasado. El último rechazo, en 2022, hartó a parte de la afición y decepcionó a Florentino Pérez, que durante meses daba su llegada por segura. El trabajo en la sombra realizado durante años, incluido un importante ahorro en el mercado, no dio resultado por el plantón de última hora de Kylian. A pesar de ello, la directiva desea tanto su llegada que está dispuesta a repetir la historia, aunque con matices.

En la reunión que mantuvieron el presidente del Real Madrid, José Ángel Sánchez y Carlo Ancelotti para planificar el curso que viene se trataron varios temas, pero uno sobresalió sobre los demás, como se informó en Relevo. Kylian Mbappé. El club blanco sigue pensando en él como el futbolista a fichar. Y volverá a ser el nombre este verano.

La primera premisa para Florentino Pérez es la de no abonar un euro por su traspaso. Perdona, pero no olvida. Bajo este escenario, el primer paso por parte del jugador se ha producido. Según L'Équipe, Mbappé ha comunicado al PSG que no renovará y terminará su vinculación con el PSG en 2024. De hecho, un día después, notificó a AFP que eso ya se lo había comunicado al club en julio de 2022. Se lo recordó.

Es una intuición que venía teniendo el club blanco, la de que Kylian podía empezar a mandar señales reales para venir. Ahora es cuando la entidad parisina baraja otro escenario que no se había planteado hasta hoy: aceptaría venderlo ya mismo antes que dejarlo salir gratis. De materializarse la voluntad del PSG, la de vender realmente a Mbappé, sería cuando el Madrid podría pensarse lo de pagar un traspaso este verano, sólo si la opción de compra se pone muy a tiro.

En la directiva del PSG, al mismo tiempo, existe bastante enfado con el jugador porque no entiende la decisión de no renovar, cuando volvían a diseñar una vez más un proyecto a la medida del '7', con la salida de Messi incluida.

Una política condicionada por el francés

2021 se recordará como el primer año que Florentino se lanzó con todo a por Mbappé. El club oficializó una oferta de 180 millones para conseguir sacarlo de París. Pero antes de todo aquello, el club engordó sus arcas de todas las formas posibles. En primer lugar, con ahorro. La pandemia obligó a recortar gastos empezando por sueldos de jugadores y directivos. También se quitó sueldos altos como el de Ramos. Para llenar la hucha, se vendió por millonadas: Varane (40 millones de euros), Odegaard (35), Achraf (43)...

Sin embargo, donde más notó el aficionado esa política de ahorro fue en las incorporaciones. En tres años apenas se acometieron cuatro llegadas, dos de ellas de jugadores libres. En 2020, ninguna; en la 2021, Camavinga (30M€) y Alaba; y en la 2022, Tchouameni (80M€) y Rüdiger. Con Aurelien se cerró el acuerdo una vez Mbappé confirmó su renovación con el PSG. Ninguno de ellos, delantero.

Durante aquellos años, el conjunto blanco dejó pasar a varios futbolistas de ataque con la idea de que el internacional por Les Bleus ocuparía el puesto. Salah, Lewandowski o el regreso de Cristiano se descartó porque todos los esfuerzos se centraban en el parisino. Incluso con el propio Haaland, que veía con buenos ojos llegar al Santiago Bernabéu, no se profundizó para dar prioridad a Mbappé.

Kane, Havertz...

La historia podría repetirse en este 2023. El club ha mejorado económicamente, lo que le permite gastarse 103 millones de euros en Bellingham, pero la cosa cambia en ataque. El Madrid renuncia a hacer grandes inversiones, condicionado por un plan que llevan barruntando desde hace tiempo: ir a por Kylian en 2024. Por ello, aunque entienden que es necesario reforzar el ataque, no habrá despilfarros. De ahí que las llegadas de Kane o Havertz se hayan enfriado. Siguen como objetivos, pero no a precios desproporcionados o que alteren la hoja de ruta establecida. Una hoja de ruta que puede variar y adelantarse por el último paso dado por el francés.