LALIGA

El Celta tiene un serio problema para fichar en verano

El equipo vigués tendrá más de 25 fichas profesionales y difícil firmar salidas.

Rafa Benítez, en un entrenamiento./RC Celta
Rafa Benítez, en un entrenamiento. RC Celta
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El Celta stá trabajando ahora mismo en dos velocidades, aunque una va mucho más rápido que la otra. Por un lado, buena parte del club está centrado en la parcela puramente futbolística de la presente temporada. El equipo no termina de arrancar y lleva semanas coqueteando con los puestos de decenso. Muchos esfuerzos dentro de la entidad están focalizados en conseguir la permanencia a final de curso y en empezar a mirar hacia arriba en la clasificación a partir del duelo contra el Almería de esta misma semana.

Sin embargo, una parte del personal de A Sede ya está trabajando en el futuro próximo, sobre todo la dirección deportiva que encabeza Marco Garcés, el sustituto de Luis Campos en Vigo. El mexicano, junto al resto de colaboradores y empleados que tiene a su cargo, ya están dibujando cómo puede ser la plantilla de la campaña que viene, y se están encontrando con una dificultad heredada y que no les va a poner fácil moverse en el mercado de fichajes.

El Celta cuenta actualmente con 23 fichas profesionales ocupadas para el curso 24/25. Además, desde el club reconocen abiertamente estar negociando con Renato Tapia una renovación. El peruano es el único futbolista que termina contrato este verano y su continuidad está cada día un poco más cerca. Ambas partes han acercado posturas en las últimas semanas y han cedido en sus prestaciones iniciales. Si bien, todavía no hay acuerdo, la sintonía es muy buena.

Además, el siguiente en la lista para ocupar un lugar en el primer equipo es Carlos Domínguez. El joven canterano se ha asentado como uno más en Primera División y esta temporada ha sido la de su confirmación. Pese a ello, todavía tiene ficha del filial, algo que cambiará en verano. El club tiene pendiente darle un dorsal de la primera plantilla. Cuando ocurra, y si se cierra la renovación de Tapia, el Celta tendrá todas sus fichas ocupadas.

A mayores, el conjunto vigués tiene un buen puñado de cedidos que deberán volver al club en verano. Hay futbolistas con los que no se cuenta y a los que se les podría dar la carta de libertad, como son los casos de Gonzalo Paciencia (a préstamo en el Bochum) o Lautaro (Mirandés). A los que no se quiere regalar de primeras es a Sergio Carreira, José Fontán o Julen Lobete, que están teniendo buenas experiencias en Segunda y podrían contar con alguna propuesta, aunque ninguno de los tres es proclive a otra cesión. Y a mayores está el caso de Miguel Baeza, que se recupera de una grave lesión y a quien no será sencillo acomodar en otro equipo.

El capítulo de salidas tampoco será sencillo. Las dos malas temporadas que está firmando el Celta han hecho que sus jugadores pierdan valor, y a excepción de Larsen, pocos futbolistas tienen cartel como para ser interesantes a otros conjuntos. En Vigo verían con muy buenos ojos las ventas de Franco Cervi o Carles Pérez, pero ambas serían perdiendo dinero respecto a lo que costaron. En A Sede, incluso le abrirían la puerta a Jailson si quisiera marcharse a Brasil, algo poco probable.

De esta manera, en las oficinas del Celta ya saben que la actual plantilla será prácticamente la misma la próxima temporada a no ser que Marco Garcés consiga dar salida a jugadores que tienen muy poco valor en el mercado actual y por los que no ha llegado mucho interés en los últimos meses. De su labor en los despachos dependerá que lleguen refuerzos de calidad a Vigo. No lo tiene fácil.