Dani Ceballos no aguanta más, pero el Real Madrid no moverá un dedo si pide salir

Dani Ceballos (27 años) disfrutó como uno más de la victoria contra el Barcelona en el Clásico. Se vio al andaluz muy animoso desde la banda, incluso saliendo al área técnica para protestar alguna acción, y después celebró frente a la grada de animación con el resto de la plantilla a pesar de encadenar su quinto partido consecutivo sin jugar ni un minuto. Porque su realidad, que ha cambiado radicalmente respecto a la temporada pasada, no es tan amable como pareció el domingo.

De los últimos diez duelos sólo ha jugado cuatro minutos, uno contra el Sevilla y tres contra el Celta. Siete encuentros los ha visto completos desde el banquillo y otro (Osasuna) se lo perdió por unas molestias. El ex del Betis, molesto con su poca participación, tiene cada día más claro que su futuro está lejos del Santiago Bernabéu a pesar de haber renovado hace sólo diez en un verano en el que quedaba libre. No aguanta más su rol en el equipo: quiere jugar más y sabe que de blanco lo tiene muy difícil. Por ello, su entorno ha empezado a contemplar opciones de futuro. Uno de los clubes más interesados es el Atlético de Madrid.

Ancelotti se comprometió a darle un papel importante este año y esto le motivó a firmar, dada además su gran relación personal, pero la rotación del mediocampo se la han repartido mayoritariamente entre Tchouameni, Camavinga, Valverde y Kroos, además de un Bellingham indiscutible en la punta del rombo. Por ello, Ceballos siente que el italiano no está cumpliendo su palabra y que a partir del año que viene, con la llegada de Mbappé, tendrá mucho más difícil sumar minutos porque las opciones se reducirán más. Esta temporada apenas suma 503', en los que le ha dado tiempo a marcar un gol. Sólo Arda Güler lleva menos que él (98'). Ni siquiera en este tramo final de curso, con rotaciones prácticamente todos los partidos, se le está viendo.

Tan diferente es ahora su vida respecto al año pasado que ha pasado de ser el ojito derecho de Luis de la Fuente en la Selección a no aparecer ni en las quinielas de la Eurocopa. Ya no cuenta para un seleccionador que lo llamó en su primera convocatoria en marzo de 2023 y que en aquellos dos partidos, contra Noruega y Escocia, le dio 111' minutos. Sus opciones de viajar a Alemania se han agotado mientras que futbolistas como Isco, Fermín o Aleix García piden paso.

Pero no es todo tan sencillo. En los planes del Real Madrid no se contempla la salida del andaluz, un jugador fiable con el que completar la nómina del centro del campo. Por ello se le ofreció continuar el curso pasado y se le convenció con un contrato que lo vincula a la entidad hasta 2027. Ahora, esa firma se puede volver en su contra. Con un Luka Modric agotando sus días en el Bernabéu y un Arda Güler al que se le está poniendo cara de cesión, perder a un tercer hombre en la misma línea debilitaría demasiado la plantilla y obligaría a una inversión que con él en la plantilla no es necesaria.

La directiva nunca cierra la puerta a una venta. Y menos a él que ha tenido siempre un comportamiento exquisito. Más aún si es el propio jugador quien pide salir, algo que todavía no ha sucedido. Pero en ningún caso quiere mal venderlo o forzar una salida que no suponga un beneficio mayor que el perjuicio que puede crear. Es decir, sólo una gran oferta motivaría a cambiar los planes, en los que tampoco aparece la compra de un centrocampista para reforzar la medular. Las prioridades son otras, empezando por Mbappé y Davies, además de la posibilidad de acudir al mercado en búsqueda de un central una vez Nacho ha decidido marcharse a final de temporada.

Los próximos meses, que se antojaban intrascendentes para el utrerano, pueden serle muy útiles. Con la Champions al rojo vivo, Ancelotti hará rotaciones controladas en LaLiga. Dará entrada a jugadores como él o Arda para que tengan la oportunidad de reivindicarse. En su caso, también pueden servir de escaparate. Ceballos ya es veterano y su mentalidad no va a cambiar por mucho que sume ahora en partidos intrascendentes, Varios clubes le siguen de cerca y un buen final de curso puede terminar de convencerlos a realizar una inversión que vea con buenos ojos el Madrid y facilite su salida. En cualquier caso, la decisión final la tendrá el club, que no piensa mover un dedo para vender al futbolista. Y mucho menos a un rival directo como el Atlético, en el que Simeone suspira por él. Será más fácil verle en el extranjero que en el Metropolitano, pero en esta historia queda mucha tela que cortar...