¿Dónde encaja Joao Félix en el Barcelona de Xavi?
El futbolista portugués llega para completar el cuadrado.

La llegada de Joao Félix al FC Barcelona tiene muchísimos asteriscos, tantos como el fútbol del portugués se ha encargado de ir dibujando desde que en 2019 llegase a España. Unos que, normalmente, se suelen relacionar con la falta de contexto que su juego ha encontrado, una respuesta ácida a un juego dulce, demasiado sedoso para que Simeone le diese cabida. Habrá parte de verdad en ese relato, pero lo cierto es que Félix no ha podido calar, en cuatro años, ni en el Atleti ni en el Chelsea. Xavi tendrá la misión de darle sentido.
Joao es un jugador complejo de encajar porque necesita de muchas cosas para brillar. No es un 9, tampoco un extremo, y si apuramos tampoco un mediapunta al uso. Es un futbolista que se siente cómodo jugando por detrás de un delantero, con libertad para caer hacia el perfil zurdo, con tendencia a recibir al pie y, desde esas recepciones, ir construyendo los ataques. ¿Cuál es el problema? Que sus demandas son elevadas para el resultado final, porque es muy bonito... pero poco efectivo. Y ahí estará su siguiente paso.
Joao en la punta
Xavi ha ido configurando su FC Barcelona alrededor de una idea más o menos fija: cuatro centrocampistas y dos delanteros muy marcados, por perfil y necesidades colectivas: un 9 y un extremo de 1x1, amplitud y amenaza exterior. Joao no encaja en ninguna de las dos teóricas opciones, porque su juego exigiría recomponer el puzle de una forma demasiado agresiva y que, seguramente, no terminaría compensando al equipo azulgrana. Si Félix fuese el delantero centro, se necesitaría que los interiores compensaran sus descensos siendo muy verticales, y el Barça los necesita en el cuadrado para dar fluidez, por lo que no parece una buena opción.
La otra idea, que es la más coherente, es darle el rol de cuarto centrocampista, algo que Simeone, sin citarlo, ya ha intentado en numerosas ocasiones, poniendo a Joao Félix muy escorado, entre líneas, mientras un 9 le fijaba a los centrales. En realidad, hablar de "cuarto centrocampista" es solo algo terminológico, pues en esa zona podría ser también el tercer delantero, aunque el relato lo vistiese de forma distinta.
Entender al jugador
Lo importante es leer qué es Joao y actuar en consecuencia. Donde más comodidad puede encontrar jugando es en el cuadrado, porque tendrá pasadores por detrás y un 9 que fije por delante. Esto le permitirá estar cerca del área a la vez que lo suficientemente lejos como para poder sacar a relucir sus mejores virtudes, que son el último pase y ese regate seco y ágil que elimina a un defensor para abrir una puerta. El Barça, a diferencia del Atleti, sí es un equipo que hunde colectivamente al rival en el día a día, y Félix podría ganar muchos metros de altura en sus intervenciones.
Uno de los grandes problemas para Joao ha sido que la sensación es que siempre le ha faltado algo alrededor. En el Atlético de Simeone era un lenguaje parecido, algo que le situase en su zona y no le obligase a jugar demasiado lejos, lo que le llevaba a cortocircuitarse y mostrar al mundo sus debilidades. En el Chelsea, donde sí jugaba en su zona, le faltó un 9 que fijase e hiciese brillar su fútbol, que siendo muy bonito necesita de otro para que tenga sentido. No es tan bueno como para hacerlo por su cuenta. El Barça, en teoría, se lo puede ofrecer.
La duda será ver cómo le da entrada Xavi, porque para meterlo hará falta sacrificar a un interior de verdad, lo que implicaría perder más control, más presión tras pérdida, más orden. ¿Sale a cuenta todo ello para un Barça que se construyó, precisamente, en todo lo que Joao no representa? Habrá tiempo para descubrirlo.