DEPORTIVO ALAVÉS

El futuro de Luis García en el Alavés, muy en el aire

El entrenador acaba contrato en junio y todavía no se ha sentado con el club para negociar su renovación. Sus agentes, atentos a los movimientos del mercado.

Luis García Plaza, en el Alavés-Cádiz. /EFE
Luis García Plaza, en el Alavés-Cádiz. EFE
Hugo Cerezo
Manuel Amor

Hugo Cerezo y Manuel Amor

El Alavés, una de las revelaciones de la temporada, pelea por atar cuanto antes la permanencia después del bajón de los últimos dos meses, con sólo una victoria en ocho partidos y dilapidada parte de la enorme ventaja que había sumado con respecto al descenso. Aunque la diferencia siga siendo suficiente como para respirar relativamente tranquilos (siete puntos sobre el Cádiz), la mejoría de los amarillos y del Celta y el difícil calendario que está por venir (reciben al Atleti y al Girona, visitan el Bernabéu…) obligan a mantener las orejas tiesas y a no dejarse ir. Una victoria este domingo en Granada supondría un paso de gigante hacia el objetivo.

Una vez conseguido será el momento de pensar en el futuro de su entrenador, que termina contrato el 30 de junio y todavía no ha recibido ninguna oferta de renovación. La sintonía con la dirección deportiva es buena y el contacto frecuente y directo, pero la realidad es que todavía no se han sentado y que, hasta que se certifique la continuidad del Glorioso una temporada más en Primera, no lo harán. Entre otras cosas, porque la continuidad del madrileño dependerá de lograr la salvación y de la manera en que se haga. A Luis García, por ejemplo, no le gustó que no llegara un central en invierno, por citar una situación negativa.

En cualquier caso, su nombre ya ha llegado por ofrecimiento a alguna secretaría técnica más allá de Vitoria, un síntoma de que el alargue de su ciclo en Mendizorroza corre serio peligro. Sus agentes están atentos a los movimientos del mercado, una postura que parece lógica: el Alavés no le garantiza seguir y no pueden quedarse parados mientras los movimientos en los banquillos de Primera se suceden.

Desde el club asumen el riesgo de llegar tarde a la negociación con el técnico que les subió a Primera la campaña pasada y que está firmando un curso notable, pero insisten en la necesidad de alcanzar la meta antes de pensar en lo que vendrá después.

El ex de Mallorca o Villarreal, un trotamundos del fútbol, es una figura querida entre la afición y en el vestuario, desde el que se resalta el buen ambiente que se vive en la caseta y que ha posibilitado los resultados sumados hasta la fecha. El acierto demostrado desde la secretaría técnica en muchas operaciones (la cesión de Samu Omorodion, adelantándose a múltiples pretendientes; Guevara o Antonio Blanco; el fichaje del codiciado Carlos Vicente por apenas 600.000 euros...) se ha visto correspondido por la capacidad del míster de exprimir a sus piezas y de revalorizar a otras como Sivera o Javi López.

Ante un verano que se presume de cambios, con la marcha de futbolistas a préstamo como el propio Samu o Rafa Marín, la prácticamente segura salida de Gorosabel en dirección Bilbao o la incertidumbre con Luis Rioja, la decisión en cuanto al banquillo todavía deberá esperar… aunque que los representantes de Luis García ya se muevan y el club siga sin llamarle, para muchos actores del mercado, quiera decir algo.