Interesó al Atlético, tendrá 500 millones de cláusula y jugará en Brasil seis meses antes de llegar al Lyon
Thiago Almada jugará en Botafogo seis meses antes de ser traspasado al fútbol francés.

En el mercado de invierno, cuando Ángel Correa estuvo a punto de irse del Atlético de Madrid rumbo a Arabia Saudí, un nombre sonó en las oficinas rojiblancas para llegar al club. Era el de Thiago Almada, argentino como Correa, con el mismo representante y también campeón del mundo. ¿El precio que pedía Atlanta United? Muy alto. Finalmente Correa se quedó, Almada también y todo siguió su cauce.
Hasta ahora. Porque Thiago Almada, que se quedó fuera de la Copa América (irá a los Juegos Olímpicos), lleva varios meses dejando caer que le gustaría jugar en Europa. Una y otra vez, en cada entrevista. Y dentro de seis meses eso será posible no sin antes volver a Sudamérica.
Porque Almada será comprado por 20 millones de euros. ¿El comprador? Eagle Group, del grupo Textor. Un holding que tiene varios clubes (FC Florida en EEUU, Molenbeek en Bélgica, Crystal Palace en la Premier, Olympique de Lyon en Francia y Botafogo en Brasil). Era lo que demandaba Atlanta United y se han salido con la suya.
Pero este traspaso tiene trampa, para todos. Thiago Almada se va a ir a Botafogo seis meses tras los Juegos Olímpicos, jugará la Copa Libertadores, sumará minutos y en el mercado de invierno se unirá al Olympique de Lyon. Un juego a tres en una maniobra más de un grupo inversor con varios clubes en el mundo. Fútbol moderno, según algunos. Eagle Group, además, le puso al argentino una cláusula de 500 millones de euros. Sí, como lo leen.
En enero de 2025 Almada cumplirá su sueño de jugar en Europa. El trampolín de la MLS al Viejo Continente cada vez es más complicado. Los clubes de Estados Unidos (y Canadá que la juegan) buscan hacer mejores equipos y competir, no quieren que los jóvenes se vayan a Europa, aunque a veces es inevitable.
El argentino tiene 23 años y tras 100 partidos en Vélez y casi 90 en el fútbol de Estados Unidos, emigrará. Como lo hizo Almirón, por ejemplo, con un camino parecido. Veremos si su carrera en Europa es próspera. Lo que sí son prósperos son los negocios de los grandes conglomerados del fútbol mundial, que llegaron para quedarse, algo que no parece tener mucho remedio.