El Real Madrid se plantea ahora ampliar la cesión de Kepa si Lunin fuera vendido

La portería del Real Madrid para la próxima temporada presenta una gran certeza, que Courtois será el meta titular, y una pequeña incógnita: el futuro de Andriy Lunin (25 años). A pesar de que el club apalabró con el ucraniano su renovación hasta 2029, la rúbrica todavía no se ha producido y en el entorno del '13' persisten las voces que le invitan a salir para buscar un papel principal lejos del Bernabéu. Él se lo piensa, aunque su intención a día de hoy pase por continuar, y la entidad trabaja con la previsión habitual para cubrirse las espaldas en caso de que traiga una buena oferta.

Según ha podido saber Relevo, en las oficinas de Valdebebas ven con buenos ojos que, si el ucraniano fuera vendido, Kepa Arrizabalaga (29 años) prorrogue una campaña más su estancia en Chamartín. Su escaso protagonismo en la recta final del curso no ha alterado ni un ápice la valoración que se hace del vasco: aprecian su profesionalidad, la aceptación de su rol (no ha puesto ni una mala cara pese a haber quedado relegado a la posición de tercer guardameta tras la recuperación de Tibú) y gestos como el de ayudar activamente a Lunin en la tanda de penaltis del Etihad.

Es por eso, creen en la entidad, que sería una opción más sensata contar de nuevo con el de Ondarroa y no agitar el mercado -y dejarse el dinero- en un meta nuevo que tenga que adaptarse a la exigencia de un club como el Madrid. Kepa conoce la casa, es muy querido por sus compañeros y por el cuerpo técnico, ha respondido en la mayoría de sus oportunidades -20 partidos esta temporada y 18 goles encajados- y sabe lo que significa enfrentarse a escenarios de máxima demanda -13 internacionalidades con España y cuatro títulos con el Chelsea, entre ellos una Champions y una Europa League-. Además, y pese a que tenga la ambición de jugar, para él no resultaría un problema partir de inicio como suplente de Courtois y esperar a que llegase su momento en Copa o en caso de lesión o sanción del belga.

Sería de principio un escenario distinto al que puede vivirse con Lunin, que piensa con todo derecho que está preparado para saltar a la titularidad y disputarle el puesto a cualquiera. Se ha ganado esa sensación (fue decisivo en las eliminatorias ante Leipzig, City y Bayern y uno de los responsables de ganar la Liga con tanta solvencia). Pero Ancelotti tiene claro quién es el número uno y no lo esconde ni en público ni en privado. De haber estado los dos en perfectas condiciones, Courtois hubiese sido igualmente el portero de la final de Champions. Y eso daña el orgullo del ucraniano. Sus personas más cercanas, que tienen una influencia significativa en sus decisiones, consideraron injusto pese a los achaques que le provocó la gripe B que viese los toros desde la barrera en Wembley.

Todo ese caldo de cultivo favorece que la relación entre Thibaut y Lunin no atraviese ahora por su mejor momento. De hecho, al de Krasnohrad se le vio bastante enfadado en la celebración de la Decimoquinta sobre el césped de Londres y ni siquiera se acercó a felicitar a Courtois. Después, consciente de que su actitud iba a dar de qué hablar, trató de arreglarlo, forzó la sonrisa y montó una foto de familia con el belga, Kepa, el canterano Fran González y Luis Llopis, entrenador de porteros.

En cualquier caso, en el Real Madrid trabajan con la idea de que el ucraniano forme parte de la plantilla en la 24-25. Le ven como una garantía en caso de percance de Courtois y saben que tiene más o menos asimilada su suplencia, pero el trabajo de José Ángel Sánchez y Juni Calafat es estar preparados para todo. Y en ese todo entra que el ex de Real Oviedo o Leganés, que no ha empezado con buen pie la Eurocopa con su país, termine optando por pedir salir y volar. Ayer no despejó las dudas tras la contundente derrota ante Rumanía: "En la vida nunca sabes".

Cabe recordar que Lunin unió su futuro recientemente al del superagente Jorge Mendes para negociar una ampliación más jugosa con el Real Madrid y para, sospechan en Concha Espina, seguir explorando propuestas en el mercado que le garanticen otro papel y le hagan dudar. Uno de los equipos interesados en él es el Atlético, que cuenta con la ayuda del propio Mendes para facilitar la operación en caso de que Oblak finalice su ciclo en el Metropolitano. La Premier también está atenta.

El Madrid no le cerrará las puertas en caso de recibir una oferta justa por un guardameta joven, con proyección, empoderado y que ha sido uno de los futbolistas más destacados de una temporada saldada con tres títulos. Hay una cosa clara, eso sí: sólo se valorará un traspaso y jamás una cesión.

En ese punto el tema estará en convencer a Kepa, el paso que parece más sencillo. El canterano del Athletic ha confesado sentirse encantado con su vida en la capital después de cinco años al gris de Inglaterra, su sintonía con Ancelotti es estupenda y sabe que se enfrenta a una encrucijada este verano (tiene un año más de contrato con el Chelsea, pero los blues desean darle salida). Otro préstamo para que quede libre en 2025, o un fichaje a muy bajo coste, pueden ser una solución.