ATLÉTICO DE MADRID

El secretario técnico que dijo 'no' al Madrid y al que Simeone, Andrea Berta y Torres le dicen: "Luis, no te vayas"

Luis Rodríguez Ardila se jubila tras dejar huella en el Atlético de Madrid, Villarreal, Liverpool, Alavés y Badajoz.

Luis Rodríguez Ardila (a la derecha) junto a Andrea Berta (izquierda), en el estadio Metropolitano./
Luis Rodríguez Ardila (a la derecha) junto a Andrea Berta (izquierda), en el estadio Metropolitano.
Matteo Moretto

Matteo Moretto

Si fuera un libro, el título sólo podría ser 'Mi vida se llama fútbol'. Aunque el protagonista de nuestra historia, Luis Rodríguez Ardila, nacido en Castuera (Badajoz), en 1958, se empeña en precisar que "mi nombre y apellidos se llaman fútbol" porque ha vivido "una vida por y para el fútbol'. Y después de tanto fútbol, después de una carrera entre Badajoz, Alavés, Liverpool, Villarreal y Atlético de Madrid, ha llegado el momento de dar un paso atrás y dedicarse por completo a su familia.

"Sí, dejo el fútbol por circunstancias personales. En la vida, Dios te pone algunas piedras en el camino, a mí me ha puesto una. Si decido apártame ahora es porque mi salud se vería perjudicada con mi forma de vivir el fútbol. He sido siempre luchador para salir de Extremadura y hacer el recorrido que hecho. Ahora vuelvo a mi tierra, quiero regresar. Tengo a mi familia allí. Ahora les quiero devolver parte del tiempo que les he quitado".

Luis es una persona discreta, de la que se puede encontrar muy poco en las redes sociales, cosa rara hoy en día. Pero es alguien que ha trabajado en el mundo del fútbol durante la friolera de 36 años. "Una vida y otra vida", especifica. Un mundo donde tantos hablan, donde todos quieren presumir, pero pocos trabajan como él. Mucho, y bien. "He tenido la suerte de ganar una Champions, una FA Cup, una Europa League, una Supercopa de Europa, una Liga. Fui cinco veces subcampeón de la Liga y una vez subcampeón de Champions".

El detalle increíble es que Luis, hasta el último segundo de su contrato, dio la vida por su trabajo, por el Atlético de Madrid. "He trabajado en la planificación 23-24 hasta el último día. Es un orgullo que me dejase pensar en lo que viene, con la discreción de siempre".

Luis Rodríguez, con el título de LaLiga de 2021 conquistado con el Atlético de Madrid.
Luis Rodríguez, con el título de LaLiga de 2021 conquistado con el Atlético de Madrid.

Su carrera

Sus comienzos fueron en casa, en Badajoz. De 1991 a 1999 formó parte de la Secretaría Técnica del Badajoz, de Paco Herrera, trabajando en la captación de jugadores jóvenes hasta el cargo de secretario técnico. De ahí pasó al Alavés, donde formó parte de la Secretaría Técnica de 1999 a 2004.

"Pasé cinco años maravillosos en el Alavés, coincidiendo con la mejor época del club a nivel deportivo. Tuve la suerte de fichar por el Alavés a través de alguien que fue segundo de Javier Clemente (José María García de Andoín). A los dos meses, me pasé al fútbol profesional de la mano de Juan Carlos Rodríguez. En aquel Alavés concreto, con Javi Moreno,Contra o Carmona. Empecé a entender el sabor del éxito. Perdimos en semifinales de Copa contra el Liverpool en un partido épico". El trabajo realizado fue excelente y los frutos se vieron enseguida.

"Un día recibí una llamada de Rafa Benítez y Paco Herrera. '¿Vienes al Liverpool?' Me quedé sin palabras, ¿y sabes lo que contesté? ¿Estáis locos o qué? Os estáis burlando de mí'. Benítez hablaba muy en serio. 'Hoy te entregamos el contrato, serás nuestro hombre", explica Luis emocionado. "Estaba negociando para ser el recambio técnico de un equipo de Segunda B y me voy al campeón de Europa. ¡Estaba negociando para ser director deportivo o secretario técnico de un equipo de Segunda B!". A partir de ese momento empezó un sueño: "Empecé a viajar por todo el mundo: África, América de Norte y Sur, los Balcanes... Siempre con mi cuaderno, mi ordenador. Al día siguiente de fichar por el Liverpool me fui a la Costa del Sol para ver a Fabio Cannavaro, para verle y traerle al Liverpool". Fue el comienzo de un hermoso viaje, que culminó con la conquista de la Liga de Campeones, en Estambul, contra el Milan.

"La Liga de Campeones fue el título más importante de mi carrera. Recuerdo el viaje de Liverpool a Estambul, aterrizando en el aeropuerto más lejano, en la parte oriental de la ciudad. Recuerdo pasear por la ciudad todo el día, recuerdo la hora del partido, los informes previos para saberlo todo sobre el Milan. En el descanso, cuando perdíamos 3-0, nos miramos sin saber qué decir: el trabajo de un año tirado por tierra en 45 minutos. Miramos a las gradas y vimos a los milanistas disfrutando porque ya eran campeones y a los del Liverpool animando todavía porque tenían ambición. Los 45 minutos restantes, con el empate a tres, fueron emocionantes. En la primera parte sufrimos, tuvimos la suerte de tener un portero que lo paró todo, pero todo de verdad, jugando con una intensidad bárbara. Nadie lo esperaba y lo conseguimos". Dos años después, la revancha. "En Atenas fue un partido totalmente diferente, Kaká nos rompió".

Pako Ayestarán, Paco Herrera, Rafa Benítez, Fernando Morientes y Luis Rodríguez, en su etapa en el Liverpool.
Pako Ayestarán, Paco Herrera, Rafa Benítez, Fernando Morientes y Luis Rodríguez, en su etapa en el Liverpool.

En el Villarreal, nueve años

"En mi corazón tengo una parte amarilla, fueron nueve años dedicados en cuerpo y alma al Villarreal. Llegué en 2008 como jefe de captación de juveniles, construimos un departamento, organizamos un departamento, empezamos a fichar bien y a vender mejor. El director deportivo, Antonio Cordón, decidió que yo tenía que dejar la cantera para organizar también el fútbol profesional del Villarreal y crear una estructura de captación común entre escuela, cantera y fútbol profesional. Construimos una forma de trabajar que creó un modelo, un estilo, que después de muchos años sigue dando sus frutos. Se creó, lo hemos mantenido. El modelo del Villarreal es un modelo a seguir. Me siento parte de todo esto, del comienzo y del crecimiento total". Damos dos ejemplos muy importantes. Luis fichó a Gerard Moreno, del Badalona, con 15 años. Fichó a Trigueros, del Real Murcia de 18 años. 

  A partir de 2016 comienza su etapa rojiblanca, en el Atlético de Madrid. "Llegué como jefe de ojeadores y pasé a ser secretario técnico y mano derecha de Andrea Berta". ¿Qué significa el Atlético para él? "Una gran familia, pero se está convirtiendo en una gran empresa. Ha crecido tanto desde que se construyó el nuevo estadio, desde que llegó el Cholo, desde que se incorporó Berta a la Dirección Deportiva,... Ha crecido tanto que esta familia ya puede competir deportivamente contra cualquiera. Lo estamos demostrando año tras año. El Atlético es un gran club con una gran afición y con perspectiva de Champions para los próximos años. Yo llegué en los últimos años al Calderón y estaba todo en obras. Aparece un arquitecto que es Diego Pablo Simeone, hay un gran ingeniero que es Andrea Berta y una gran capacidad en todos los trabajadores para crear la grandeza en la que se está convirtiendo el Atlético de Madrid".

Palabras de cariño para el director deportivo italiano, Andrea Berta. "Aprecio a Andrea, un hombre muy importante para mi carrera. A los dos meses de estar en el club me dijo 'Eres mi hombre, porque todo lo que haces me gusta, eres muy trabajador, eres respetuoso, tienes conocimientos, dominas el mercado'. El tiempo lo dice todo, me convirtió en su extensión, estoy muy contento de haber trabajado con él. Trabajé con Paco Herrera, Juan Carlos Rodríguez, Rafa Benítez, Antonio Cordón y Andrea Berta. Andrea me dio mucho: no quería que me fuera. Estoy muy orgulloso de ello".

La placa-recuerdo que le entregó el Atlético a Luis Rodríguez.
La placa-recuerdo que le entregó el Atlético a Luis Rodríguez.

 Muchas similitudes entre Liverpool y Atlético. "Por mucho que me gusten todos los clubes en los que he trabajado, Liverpool y Atlético son mucho más atractivos que mi equipo de origen. Tienen dos aficiones muy cálidas, el partido se vive entre semana, son dos equipos con sentimientos; estos dos me han marcado profundamente. También tienen en común el color, los dos comparten la roja, la sangre caliente". Lo que Luis no parece ser, en apariencia. "No me gusta hablar mucho de cómo soy, pero sí, soy muy reflexivo, no tomo decisiones rápidas, me gusta el consenso, me gusta hacer las cosas despacio, pero con firmeza. Y, sobre todo, me gusta elegir la decisión correcta, para que nadie se sienta perjudicado... sino favorecido".

Entre medias, un nombre especial: Fernando Torres. "Soy amigo de Fernando Torres. Cuando lo fichamos para el Liverpool hice muchos viajes para traerlo. Fui uno de los que hizo muchos informes para que Fernando fuera al Liverpool. Muchos. En las últimas semanas me dijo: 'Luis, el Atlético de Madrid no puede permitir que te vayas. Eres un tipo en la sombra pero trabajas duro". .

La anécdota del mercado, también le concierne. "He tenido suerte en mi vida laboral. He trabajado con los mejores y en los mejores clubes. He dicho dos veces no al Real Madrid. La primera vez cuando estaba en el Alavés y la segunda en el Villarreal. Hoy me alegro de haber dicho que no, me considero un hooligan del Atlético. Así es la vida".

Una carrera siempre acorde con los tiempos pero con una cultura de trabajo realmente envidiable. "Soy una persona que se ha adaptado a los tiempos, empecé con los ojos, luego con un cuaderno y pasé al ordenador. Toda mi vida ha sido una progresión. Siempre he buscado lo positivo en mis ambiciones. Recuerdo que cuando empecé no había Internet, ni teléfonos móviles, ni nada. Todo el mundo del fútbol estaba en un papel, en un cuaderno, donde guardaba los partidos y los nombres de los jugadores. Ponía un punto, una amarilla, ésa era mi base de datos. Viajé por Portugal, de Serbia a Croacia, sin saber, sin GPS. Me pasaba los días en hoteles, estadios, aeropuertos. Tenía una virtud: cada vez que veía un partido, y podía acabar a las 11 de la noche, me levantaba a las 6 y a las 9, mi director deportivo ya tenía el informe hecho. Trabajaba toda la noche. Una noche en Oporto estuve despierto para hacer el informe porque el partido era un martes y el Oporto jugaba un sábado, el equipo viajó de Liverpool a Oporto el lunes. Estuve despierto toda la noche para hacer el informe".

Luis Rodríguez, en la Supercopa de Europa de 2018 con el Atlético de Madrid.
Luis Rodríguez, en la Supercopa de Europa de 2018 con el Atlético de Madrid.

Luis, una persona especial

Luis es una persona que ha trabajado en silencio durante 36 años, demostrando su capacidad con sus actos. Es un directivo que, gracias a sus valores, ha conseguido que todo el mundo le aprecie. "Soy una persona muy 'alemana', muy directa en mi forma de proceder, soy una persona a la que no le gusta mirar ni a la izquierda, ni a la derecha y si miro es para quedarme con lo bueno y dejar lo malo: miro hacia delante con un objetivo. Mi objetivo es mejorar y hacer mejores a las personas que me rodean. Soy ambicioso. No confundir con avaricia. Una de las cosas que más satisfacción me da en mi carrera es que nunca me han despedido. Todos los cambios que he hecho han salido de mí, por decisión propia, experiencias nueva. Todo ha sido: 'Quiero conseguir este objetivo y me voy'. Siempre ha sido así. Soy testarudo. Pero con la mente abierta. Me marco objetivos. Mira lo que pasó con el filial del Atlético de Madrid, por ejemplo: en los últimos años habíamos perdido dos categorías, habíamos tocado fondo. Y dije: 'Quiero salir del fondo del barro'. Dos años después el equipo está donde se merece, en Primera División de la RFEF y con una base importante de jugadores, cuerpo técnico y colaboradores para llevar al equipo al fútbol profesional".

Humilde. "Se me olvida pedir disculpas a mucha gente, a la que he podido herir sin querer. Se me olvida dar las gracias a mucha gente a la que tengo que agradecer que haya confiado en mí y me haya dado tanto".

Sobre el tema del mercado, muchas reflexiones interesantes. "En el mundo del fútbol y en el mundo de mi profesión he tenido errores y aciertos. En la balanza, al final, está lo positivo. Nunca me gusta hablar de los jugadores que lo han hecho bien porque a muchos les he dicho que no. He cometido errores. Tengo una frase y la hago mía: el mejor jugador no es siempre la mejor compra. El fútbol y los jugadores tienen que ir a los equipos para los que están preparados".

Luis Rodríguez, en la sala de Prensa de la Ciudad Deportiva del Cerro del Espino.
Luis Rodríguez, en la sala de Prensa de la Ciudad Deportiva del Cerro del Espino.

Uno de los puntos fuertes de Luis es, sin duda, la preparación. "Tengo conocimiento de jugadores de toda Europa y de toda América. De 24 horas he trabajado 26. Soy como el que va a la carretera donde hay un límite de 120. Hay gente que va a 120 ó 160, mi carrera ha sido ir a 140 en vez de a 120. Trabajando todo el día. Le quité el protagonismo a mi familia, a mis hijas, a mi mujer, sobre todo porque no podía defraudar a nadie, tengo una cultura y una mentalidad en la que no puedo defraudar a nadie. El único secreto para no fracasar es trabajar y dedicar toda tu vida a lo que más buscas: tu profesión, tu pasión".

El secreto para mantenerse a un nivel tan alto durante tanto tiempo es sencillo. "Tienes que tener una familia que te apoye, siempre he confiado en mi mujer y mis hijas. En los momentos de debilidad me decían que fuera fuerte, en los momentos de victoria siempre me han dado los elogios de mi vida. El éxito no me ha cambiado, siempre he tenido más. He buscado una perfección que no existe. Buscándola, me he acercado a ella. Con entusiasmo, profesionalidad y liderazgo".

El final es muy emotivo. "Me traigo del fútbol a mis amigos, el respeto y la consideración que me tiene la gente. Hace 15 días ascendimos al equipo B del Atlético a la Primera RFEF. La mayor alegría que me llevo es el abrazo de los chicos que ayer me saludaron diciendo 'Luis, quédate'. Me emocioné. Que el entrenador del Atlético me mandara un mensaje y me dijera 'Luis, quédate' es un orgullo. Ahora no tengo miedo a dejar el fútbol, nunca tuve miedo porque era una persona valiente porque estaba convencido de mis posibilidades. Hoy, 36 años después, para mí el hecho de que el director deportivo del Atlético no quiera que me vaya y quiera que me quede es un orgullo". La vida de Luis se llama fútbol. Y siempre lo será.