Antonio Rüdiger mira a 2026 con el Real Madrid como prioridad y Arabia Saudí al acecho
El alemán es feliz en el club blanco y su idea pasa por agotar su contrato.

Pase lo que pase de aquí en el futuro, el Real Madrid puede estar más que satisfecho con el rendimiento que les ha dado Antonio Rüdiger (32 años). Llegó como agente libre en 2022 y no tardó en convertirse en un futbolista fundamental para Carlo Ancelotti. Casi tres años después, con ocho títulos bajo el brazo, se puede dar por amortizada la inversión. Sin embargo, el alemán ve más allá y no contempla poner punto final a su etapa en el Bernabéu.
Con contrato hasta 2026, la prioridad de Rüdiger es seguir en el Madrid. Llegar hasta verano del año que viene para cumplir los cuatro que firmó en 2022. Ama el club y se considera muy querido por el vestuario, los directivos y la afición. Por ello y porque todavía se ve con margen para seguir levantando títulos, quiere seguir de blanco.
Esto último cobra una importancia capital, porque el alemán no pierde el hambre competitiva y ve a la entidad merengue como la mejor opción para seguir ampliando su palmarés. Hasta la fecha suma una Champions, una Liga, una Copa del Rey, un Mundial de Clubes, dos Supercopas de Europa, una Intercontinental y una Supercopa de España. Con el Chelsea pudo levantar una Champions, una Europa League, un Mundial de Clubes, una Supercopa de Europa y una FA Cup. En total 13 copas que todavía le saben a pocas.
Mientras él pone por delante quedarse en Chamartín, hay clubes interesados en su situación. Principalmente, varios de Arabia a los que les encantaría contar con él en el futuro. El gobierno saudí, encargado de aceptar estos grandes fichajes, mira con buenos ojos su llegada. Por parte del futbolista, también le motiva la idea de jugar allí, pero siempre después de su etapa en el Madrid, cuando quiera cambiar de aires -algo que de momento no ha sucedido- o el club prescinda de sus servicios.
Se trata de uno de los jugadores más queridos del vestuario. Dentro hablan de él como un hombre importante a nivel deportivo, pero también espiritual por su capacidad para llevarse bien con todos. Hace reír a los brasileños, se codea con las estrellas y está muy atento a los jóvenes. Es quien más echa la bronca a Asencio, pero también el que más lo felicita cuando hace buenos partidos.
El 'loco' también se ha ganado el cariño de una afición que lo tiene como uno de sus referentes. Ese perfil bromista no le quita un ápice de competitividad, como demuestra cada vez que se viste de corto. Incluso con los problemas físicos que ha arrastrado en los últimos meses ha dado la cara. Quiere seguir haciéndolo, cumplir su contrato de blanco y ganar todos los títulos posibles.