Saúl llega el lunes al Sevilla tras rescindir con el Atlético y reducirse el sueldo a la mitad

Ha tardado en desbloquearse, pero, finalmente, Saúl Ñíguez se va a convertir en jugador del Sevilla. Más allá de su rendimiento en las dos últimas temporadas, con cesión poco fructífera, incluida al Chelsea, parecía imposible que en este nuevo Sevilla de precariedad económica, pudiera llegar un refuerzo como él.

Por muchos condicionantes: su alto salario, 7 millones de euros netos por temporada, su más de 40 partidos en el Atlético, con luces y sombras, invitaban a pensar que el ilicitano jugaría, en caso de marcharse del conjunto colchonero, a un club destinado a cota más alta. Según cuentan en su entorno, la obsesión del internacional es demostrarse a sí mismo y a la gente, que puede volver a ser aquel jugador que llamó la atención de los grandes clubes europeos.

La operación se empezó a gestar a principio a gestar a principio de junio. Por esas fechas, Víctor Orta se puso en contacto con Aarón Ñiguez, hermano del jugador, para conocer de primera mano cuál era su situación y sobre todos sus intenciones. Con el paso de los días, sabedor de que Diego Pablo Simeone no contaba con él para el próximo proyecto, Saúl empezó a plantearse seriamente un nuevo reto. El deseo atlético de liberar masa salarial, lo empujaba aún más a una salida.

La estrategia estaba marcada: si lograba llegar a un acuerdo para rescindir su contrato y cobrar al menos uno de los dos años que le quedaba, los sevillanos podrían ofrecerle un contrato de tres años a razón de 4 millones de euros brutos. Una apuesta fuerte para un club que acude al mercado con lo justo, pero que en su plan establecido, había proyectado algún traspaso de esas cantidades, algo que se podía destinar a sus emolumentos tras llegar libre. El jugador se ha despedido este sábado de sus compañeros del Atlético.

Con Saúl, el Sevilla no solo cree encontrar ese centrocampista de físico y buen manejo de la pelota solicitado por Xavier García Pimienta. También inyecta a la plantilla experiencia y liderazgo, algo que se había perdido obviamente con la salida de futbolistas como Fernando, Rakitic o Sergio Ramos. Una necesidad que los andaluces trataban de subsanar. El exjugador del Atlético llegará a Nervión buscando revancha. A sus 29 años tendrá el protagonismo que no le terminaron de dar en el Cívitas Metropolitano. Un fichaje que no deja indiferente a nadie.